El eje Pyongyang-Moscú desafía la apuesta de diálogo del nuevo liderazgo surcoreano

Guerra

El secretario del Consejo de Seguridad ruso, Serguéi Shoigú, viajó a Pyongyang para hablar sobre la "cuestión ucraniana"

El viaje del jefe de seguridad de Moscú se produce en medio de las especulaciones sobre una posible cumbre entre Putin y Kim.
El viaje del jefe de seguridad de Moscú se produce en medio de las especulaciones sobre una posible cumbre entre Putin y Kim. / EFE
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05 de junio 2025 - 06:13

Seúl/El nuevo presidente surcoreano, Lee Jae-myung, ha vuelto a abrir la puerta al diálogo con Pyongyang, pero su investidura coincide con una muestra de apoyo incondicional de Kim Jong-un a Rusia, consolidando un nuevo escenario geopolítico que complica cualquier intento de acercamiento intercoreano.

El líder norcoreano recibió el miércoles en Pyongyang a Serguéi Shoigú, secretario del Consejo de Seguridad ruso, en su segunda visita en poco más de dos meses.

Durante el encuentro, Kim afirmó que "apoyará incondicionalmente la postura de Rusia y su política exterior en todos los asuntos políticos internacionales cruciales, incluida la cuestión ucraniana" También reafirmó su compromiso con el tratado de defensa mutua firmado con Moscú en junio de 2024, que contempla asistencia militar recíproca en caso de agresión.

Un funcionario del Ministerio de Unificación surcoreano apuntó en rueda de prensa a la posibilidad de que Kim y Shoigú hayan abordado durante el encuentro una segunda ola de envío de tropas norcoreanas, una eventual visita de Kim a Rusia o la postura conjunta ante un futuro alto el fuego.

También se barajó que conversaran sobre el cambio de liderazgo en Seúl, ya que la visita coincidió con la ceremonia de investidura de Lee

También se barajó que conversaran sobre el cambio de liderazgo en Seúl, ya que la visita coincidió con la ceremonia de investidura de Lee.

Frente a este nuevo tablero, Lee ha apostado por una diplomacia pragmática centrada en los intereses nacionales. "Buscaremos maneras de coexistir con Corea del Norte. La verdadera seguridad es no necesitar una guerra", declaró en su toma de posesión. Su estrategia incluye reducir gradualmente el riesgo nuclear en la península y restablecer canales de comunicación, como la línea militar directa y los contactos humanitarios.

Como parte de esta línea, Lee nombró desde el primer día al veterano diplomático Wi Sung-lac como asesor de seguridad nacional. Wi, exembajador en Rusia con amplia experiencia en asuntos norcoreanos, ha defendido mantener vínculos estables con potencias regionales como China y Moscú sin romper la alianza con Estados Unidos. También ha sido uno de los principales arquitectos de la llamada "diplomacia pragmática" mencionada por Lee en campaña.

Otro nombramiento clave fue el del exministro de Unificación Lee Jong-seok como jefe del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS). Considerado uno de los mayores expertos en Corea del Norte, lideró políticas de reconciliación durante el Gobierno del liberal Roh Moo-hyun. El actual Ejecutivo lo describe como "la persona capaz de abrir un punto de inflexión" en las relaciones con el Norte.

La estrategia de Lee rompe con la línea dura de su predecesor, Yoon Suk-yeol, cuya política dejó las relaciones intercoreanas en uno de sus momentos más críticos. Analistas como Gabriela Bernal, del European Centre for North Korean Studies, sostienen que la disuasión, adoptada también por varias Administraciones estadounidenses, ha fracasado en acercar a Pyongyang a la mesa de negociación.

Bernal advierte que, si bien el enfoque de Lee no garantiza resultados, es menos probable que agrave las tensiones. Aun así, para lograr avances reales, Seúl necesitaría que Washington reanude la diplomacia con el Norte, algo que por ahora no parece prioritario.

Desde su regreso al poder, Donald Trump apenas ha mencionado a Corea del Norte ni ha dado señales consistentes de querer retomar las conversaciones fallidas de su mandato anterior. Esta falta de atención parece estar permitiendo que Pyongyang estreche sus lazos con Moscú sin temor a consecuencias diplomáticas.

Lee no situó la cuestión norcoreana entre sus tres principales prioridades de campaña, centradas en la economía nacional y la crisis institucional derivada de la ley marcial de Yoon

Por su parte, Lee no situó la cuestión norcoreana entre sus tres principales prioridades de campaña, centradas en la economía nacional y la crisis institucional derivada de la ley marcial de Yoon. Su margen para reactivar el diálogo con el Norte también se ve limitado por una actitud de Pyongyang que desafía a Washington y Tokio, los principales aliados de seguridad del Sur.

Pese al actual fortalecimiento del eje Pyongyang-Moscú, algunos analistas advierten que esta alianza podría tener una vida limitada.

Según el experto Andrei Lankov, en un análisis publicado por el Sejong Institute en enero de 2025, los lazos entre ambos países responden más a necesidades tácticas del momento, como la guerra en Ucrania y el aislamiento de Rusia, que a una convergencia económica sostenible.

Las estructuras comerciales entre ambos países son frágiles y poco complementarias, y Moscú no tiene interés real en los productos que Corea del Norte puede ofrecer. En cambio, Corea del Sur representa para Rusia un socio comercial mucho más atractivo y viable a largo plazo.

De hecho, Lankov señala que, si cesan las hostilidades en Ucrania, es probable que Moscú busque reanudar sus vínculos económicos con Seúl, dado su mayor peso estratégico y tecnológico. En el potencial escenario de una Corea del Norte abandonada por Moscú, podría abrirse una ventana para el acercamiento intercoreano.

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