El exilio lamenta que régimen cubano impida a Francisco ver a los presos políticos
Miami/(EFE).- El exilio cubano en Miami lamentó este miércoles que el régimen de Raúl Castro no permita al papa Francisco reunirse con los presos políticos en su próxima visita a la Isla, impidiendo así al pontífice tener una visión real del país.
La Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) hicieron público este miércoles un comunicado en Miami en el que critican que el gobierno de la Isla no dé acceso al papa a la Cuba "real".
"Esta Cuba incluye a las Damas de Blanco, que semanalmente realizan sus protestas no violentas para exigir la liberación de los presos políticos de Cuba, y por el respeto de los derechos humanos básicos en su propio país", dice la nota.
Durante la visita, del 19 al 22 de septiembre, el papa visitará La Habana, donde ofrecerá una misa multitudinaria en la Plaza de la Revolución, y se entrevistará con Raúl Castro, para posteriormente viajar a la provincia de Holguín y concluir su viaje en Santiago de Cuba.
El domingo pasado las autoridades cubanas detuvieron en La Habana a cerca de 40 mujeres del grupo disidente Damas de Blanco, que regularmente se manifiestan en la capital de la isla en favor de los derechos humanos y los presos políticos.
El exilio cubano denunció hoy que las Damas de Blanco y "muchos activistas de toda Cuba, entre ellos José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica Cuba", han sido "hostigados, golpeados y detenidos por el aparato de la Seguridad del Estado cubana" durante las últimas semanas.
Tanto la FHRC como la CANF recuerdan en su nota que durante las visitas papales anteriores los disidentes sufrieron el acoso del "gobierno comunista" mediante detenciones y el corte de sus teléfonos celulares, y dan por hecho que ese hostigamiento se volverá a repetir con la visita del papa Francisco.
Por ello instan al papa Francisco "a prestar especial atención" en su visita a la Cuba de hoy, cuyo "régimen autoritario" sigue excluyendo los postulados que defiende el propio pontífice, como la libertad de expresión y los derechos humanos.