¿Qué hacer con Maduro? El dilema: mandarlo a Cuba o Turquía a cambio de levantar las sanciones?
Venezuela
La revista 'Politico' cita a asesores de Trump que apuestan a la presión militar de EE UU para "crear caos dentro del régimen" venezolano
Madrid/En Washington, todos los escenarios están abiertos sobre el futuro de Nicolás Maduro, incluso la opción de enviarlo a Cuba, Turquía, Azerbaiyán o Rusia, como ocurrió con el depuesto presidente sirio, Bachar Al Asad. Esto, en caso de lograr su salida, un plan que parece evidente aunque no se quiera reconocer en Washington. Pero también podría ocurrir todo lo contrario, que Donald Trump –veleidoso en sus políticas– renuncie a actuar en Venezuela. O, incluso, que se produzca un vacío de poder en el país que empeore las cosas.
La corresponsal estadounidense Nahal Toosi, de origen iraní y afamada periodista experta en relaciones internacionales, disecciona en una columna de opinión en Político el escenario post-Maduro de Venezuela y para ello pone sobre la mesa todas las posibilidades que sus múltiples fuentes en Washington le han mencionado. En realidad, son tantas, que ella misma concluye que las conversaciones en el seno de la Administración Trump “no son sólidas ni están bien coordinadas”, aunque destaca que en un Gobierno tan poco dado a la reflexión, ya es mucho que haya múltiples asesores dando vueltas al futuro.
Uno de los escenarios contempla la detención y juicio a Nicolás Maduro en EE UU por narcotráfico
Uno de los escenarios contempla la detención y juicio a Nicolás Maduro en EE UU por narcotráfico, algo que sería congruente con los motivos que Washington alega para desplegar un operativo militar en el Caribe y es, además, un cargo del que se acusa al líder chavista en el país. Sin embargo, el Departamento de Estado ha insistido a la periodista, a través de su portavoz, Tommy Pigott, que no hay un plan post-Maduro porque ese no es el objetivo del Gobierno e, incluso, llegó a reprenderla por la pregunta. “Estados Unidos está llevando a cabo una operación contra los cárteles de la droga y cualquier afirmación de que nos centramos en algo distinto a este esfuerzo específico es completamente falsa”.
Otra de las opciones es que la amenaza de una posible intervención fuerce la salida de Maduro de alguna manera, empezando por una rebelión interna. La posibilidad es delicada también, ya que, señala la analista, “podría ser reemplazado por alguien más antiestadounidense o más corrupto”, y eso incluye a cualquiera de sus asesores o cualquier banda criminal que opere en el país.
“Si se produce un vacío de poder y nadie ejerce autoridad sobre el país, el narcotráfico y la corrupción podrían empeorar, socavando profundamente los objetivos antidrogas del presidente Trump y poniendo en peligro la vida de más estadounidenses”, le dijo Carrie Filipetti, ex funcionaria del Departamento de Estado que trabajó con Venezuela durante la primera Administración de Trump.
El propio Departamento de Estado –también están involucrados en las conversaciones Energía, Tesoro, Justicia y Defensa–, parece estar fracturado, le comentan sus fuentes, ya que una parte de él se queja en privado de estar “marginada” por la otra, un asunto preocupante porque actualmente es quien gestiona la ayuda al desarrollo que antes era competencia de la Agencia de EE UU para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Muchos consultados consideraron que esta cooperación sería importante para el país una vez que cambie el Gobierno, pero –lamentan– no se les incluye. “Las personas que le filtran información sobre su supuesta marginación no participan, ni deberían participar, en discusiones diplomáticas delicadas”, espetó Pigott a la columnista cuando le preguntó por este aspecto.
Cómo contribuir a la recuperación económica de Venezuela si hay un cambio de régimen es otro de los asuntos que se evalúan. Entre las opciones, se maneja cuándo y qué sanciones eliminar, cómo involucrar a los organismos internacionales crediticios y cómo aprovechar la industria petrolera. Dos fuentes, bajo condición de anonimato, confirmaron a Toosi que si hay un Gobierno afín a EE UU se podría incentivar a empresas de seguridad privada para que asuman su protección.
No obstante, la oposición no parece ser en estos momentos un actor fundamental en lo que podría pasar en su propio país. Según la columnista, aunque hay asesores en contacto con miembros del entorno de María Corina Machado, tres fuentes le aseguraron que Washington “no está integrándolos de manera significativa en su planificación actual”. Pese a ello, otra fuente le transmitió que sería bueno que la Plataforma Unitaria Democrática tenga en mente “nombres” para trabajar con ellos cuando se les llame.
El opositor exiliado David Smolansky, afirma la periodista, le aseguró que estarían listos, aunque ella teme que esperen más de lo que Washington tiene previsto. “Algunas de las personas más interesadas en cómo Estados Unidos gestiona la salida de Maduro tienen vínculos con empresas de petróleo y gas”, señala, insinuando que puede haber más interés económico que político.
A pesar del enorme despliegue ordenado en el Caribe, Toosi no descarta que Trump –que por ahora se niega a enviar tropas en territorio venezolano y ha empezado a manejar en voz alta la posibilidad de conversar con Caracas– cambie de idea. “Algunos miembros clave de su base MAGA ["Make America Great Again", lema de su campaña desde la primera vez que irrumpió en política] —que desconfían de las intervenciones militares estadounidenses en el extranjero— ya están descontentos con sus acciones contra Venezuela. Los funcionarios estadounidenses, incluidos los del Pentágono, no necesariamente esperan que los ataques estadounidenses en suelo venezolano sean el detonante para Maduro”, apunta.
La columnista agrega algunos elementos de misterio al señalar que una de sus fuentes le aseguró que hay contactos con venezolanos que no forman parte de la oposición. “No se descarta que uno de los principales asesores de Maduro sea asesinado repentinamente. O que un líder militar venezolano se vuelva contra el autócrata. O que Maduro se entere un día de que un confidente cercano está exiliado y que el resto de su círculo próximo está buscando dónde huir. Dicen que Turquía tiene playas preciosas”, concluye.