Seis empleados de una aerolínea rusa murieron en el asalto al hotel de Bamako
(EFE).- Las autoridades rusas informaron hoy de que seis empleados de la aerolínea Volga-Dniepr murieron durante el secuestro ayer por un grupo de yihadistas de un hotel en la capital de Malí, Bamako.
"Entre los muertos hay seis ciudadanos de nuestro país, que junto a otros trece habitantes de otros países fueron tiroteados por los guerrilleros en el restaurante", informó María Zajárova, portavoz de la Cancillería, a medios locales.
Zajárova precisó que esas muertes tuvieron lugar "en los primeros momentos del secuestro del hotel" por los yihadistas.
"Condenamos enérgicamente este crimen inhumano que busca la desestabilización de la situación en Malí y abortar el proceso de arreglo interno en el país", dijo.
Esta información fue confirmada a la agencia Interfax por el Gobierno de la región rusa de Ulianovsk, de donde procedían los seis fallecidos.
Además, según informaciones de la Embajada rusa en Malí, entre los más de cien rehenes extranjeros liberados por las fuerzas de seguridad malienses se encontraban seis rusos.
La hija de uno de los pilotos de Volga-Dniepr secuestrado en Bamako confirmó a medios locales que su padre está vivo y que será repatriado en breve en un avión ruso.
Al respecto, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió hoy que la cooperación internacional es la única forma de derrotar al terrorismo.
"Hacer frente a esta amenaza sólo es posible sobre la base de una cooperación internacional lo más amplia posible", señaló Putin en su telegrama de condolencias dirigido al presidente maliense, Ibrahim Bubacar Keita, según informó el Kremlin.
Putin alerta que "el crimen inhumano cometido en la capital de Malí confirma que el terrorismo no sabe de fronteras, representa una amenaza real para todo el mundo y sus víctimas son personas de diferentes nacionalidades y religiones".
En un primer momento la ONU habló de que 27 rehenes murieron, entre empleados y clientes del hotel Radisson Blu, en la operación de rescate que siguió al secuestro de 170 rehenes, pero Keita dejó posteriormente la cifra en 19 fallecidos.
Además, dos de los asaltantes fueron abatidos por la policía en un ataque reivindicado por dos grupos yihadistas activos en el Sahel, Al Murabitun y Al Qaeda en el Magreb Islámico.