Rusia desplegará misiles de corto y medio alcance "si es necesario", afirma el Kremlin
Armas
Moscú levanta la moratoria al respecto, que se impuso en 2019 tras abandonar –como Washington– el tratado internacional firmado entre ambos durante la Guerra Fría
Moscú/Rusia desplegará misiles de corto y medio alcance cuando lo considere necesario, afirmó hoy el Kremlin al comentar el levantamiento de la moratoria sobre el tratado de desarme INF.
"Rusia ya no se considera limitada por nada. Se considera con derecho, si es necesario, a tomar las medidas apropiadas", aseguró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria en la que adelantó que las decisiones de Moscú sobre este "delicado" asunto no se harían públicas.
Al ser preguntado por periodistas sobre planes de despliegue de ese tipo de armamento, Peskov afirmó que "aquí apenas cabe esperar anuncios", debido al carácter militar y "no público" del asunto.
Rusia anunció la víspera que levanta la moratoria al despliegue de misiles de corto y medio alcance que se impuso en 2019 tras abandonar el tratado internacional INF de eliminación de esa clase de armamento firmado en 1987 por la Unión Soviética y Estados Unidos.
"La Federación Rusia no se considera más ligada por las limitaciones que se impuso en el pasado"
El Ministerio de Exteriores aseguró que las condiciones para mantener esa moratoria unilateral habían desaparecido, por lo que "la Federación Rusia no se considera más ligada por las limitaciones que se impuso en el pasado".
Moscú afirmó que había propuesto a la OTAN y sus socios en la región de Asia-Pacífico que declararan una moratoria análoga a la rusa con el fin de impedir una carrera armamentista.
"En cambio, debemos constatar que la iniciativa rusa no ha encontrado reciprocidad. EE UU y sus aliados no sólo anunciaron abiertamente sus planes de emplazamiento de misiles de corto y medio alcance en diferentes regiones, sino que avanzaron significativamente en la implementación práctica de sus intenciones", señaló Exteriores.
Esto ocurre tres días después de que el presidente de EE UU, Donald Trump, anunciara el despliegue de dos submarinos nucleares en respuesta a una supuesta amenaza rusa.
En diciembre de 2024 el presidente ruso, Vladímir Putin, ya había adelantado que, debido a las crecientes actividades de EE.UU. en ese ámbito, Rusia podría verse obligada a levantar la correspondiente moratoria.
Rusia anunció la moratoria en septiembre de 2019, un mes después de abandonar junto a Washington el tratado de eliminación de misiles de corto y medio alcance (INF), firmado en 1987 por EE UU y la Unión Soviética.
El tratado fue suscrito en la Wahington D.C. el 8 de diciembre de 1987 por los entonces presidentes soviético, Mijaíl Gorbachov, y estadounidense, Ronald Reagan.
El INF condujo a la eliminación en 1991 de todos los misiles balísticos y de crucero de mediano (1.000-5.500 kilómetros) y corto alcance (500-1.000) de ambas superpotencias
El INF condujo a la eliminación en 1991 de todos los misiles balísticos y de crucero de mediano (1.000-5.500 kilómetros) y corto alcance (500-1.000) de ambas superpotencias.
La Unión Soviética destruyó 1.836 misiles de corto y medio alcance, mientras EE UU se deshizo de 859. A finales de 1996, según la ONU, se habían eliminado todas las armas cuya destrucción se preveía en este tratado.
Las críticas al tratado comenzaron en cuanto se enturbiaron las relaciones entre Moscú y Washington. Tan pronto como los rusos se anexionaron la península ucraniana de Crimea (2014), quedó claro que ambas potencias deseaban romper con ese acuerdo de desarme.
Moscú denunció que las lanzaderas verticales estadounidenses MK-41 violaban el acuerdo y Washington hizo lo mismo con los misiles SSC-8 rusos, según la clasificación de la Otan.
En un intento de rebatir las acusaciones y salvar el tratado, Rusia mostró a la prensa mundial, su controvertido misil de crucero Novator 9M729, que tenía un alcance de 480 kilómetros.
No sirvió de nada. A día de hoy, sólo queda un tratado de desarme en vigor entre ambas potencias, el START III, que expira a principios de 2026.
Trump fue el encargado de ponerle la puntilla al tratado INF en agosto de 2019, seis meses después de anunciar oficialmente su decisión en el último año de su primer mandato presidencial.
Tras consumarse la defunción del tratado, Putin advirtió a Estados Unidos de que, en caso de que despliegue en Europa misiles de alcance corto y medio, Moscú respondería "inmediatamente" apuntando con su armamento no solo a esos países europeos, sino también a los "centros de toma de decisiones".
Ahora, todas las miradas apuntan a Europa, de donde ha procedido la mayor parte de la ayuda militar a Ucrania en los últimos dos años.
Ahora, todas las miradas apuntan a Europa, de donde ha procedido la mayor parte de la ayuda militar a Ucrania en los últimos dos años
La amenaza de Moscú representa una respuesta al rearme europeo –con un teórico incremento del presupuesto militar hasta el 5%– y al reciente suministro de sistemas de misiles como los cinco Patriot que Alemania envió a Kiev.
Se desconoce dónde se desplegarán los misiles, aunque el lugar más probable es el enclave báltico de Kaliningrado, encajado entre Polonia y Lituania y que tiene a tiro a Berlín.
Los principales objetivos, según el comunicado, son Alemania y Ucrania. Moscú acusa a Berlín de planear el despliegue en su territorio de sistemas de misiles Typhon y armamento hipersónico de medio alcance Dark Eagle.
En cuanto a Ucrania, Moscú asegura que cada sistema estadounidense HIMARS y su análogo, el lanzacohetes múltiple autopropulsado MLRS, pueden ser vistos como sistemas de lanzamiento terrestre de misiles de corto y medio alcance.
Rusia lleva varios años acusando a EE UU y a la Otan de proceder a la militarización de la región de Asia-Pacífico con el fin de presionar a China para que renuncie a tomar Taiwán por la fuerza.
En el comunicado, Moscú denuncia el emplazamiento en Australia y Filipinas de misiles de medio alcance Typhon. Además, recordó que el Dark Eagle fue desplegado por primera vez este año durante las maniobras Talisman Sabre.
El Kremlin, que siempre ha defendido el principio de un país dos sistemas –es decir, el retorno de Taiwán al redil chino–, podría desplegar misiles en el Lejano Oriente ruso, desde la isla de Sajalín, a la península de Kamchatka o el archipiélago de las Kuriles, a escasos kilómetros de la costa japonesa.
En ese sentido, Rusia ha reforzado en los últimos años la cooperación militar con varios países autoritarios de la región como Corea del Norte y Birmania, además de Vietnam y Laos.