Rusia propone crear con México "una autopista aérea para los negocios" que pase por Cuba

Diplomacia

Moscú ha multiplicado por 30 sus inversiones directas en México en apenas dos años

Alexey Valkov, director del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en el Foro Empresarial Rusia-México, celebrado en la capital mexicana el pasado abril.
Alexey Valkov, director del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en el Foro Empresarial Rusia-México, celebrado en la capital mexicana el pasado abril. / EFE
14ymedio

25 de junio 2025 - 17:09

Madrid/Una ruta aérea directa entre Moscú y México, con escala en La Habana, sería el primer paso de toda una “ofensiva diplomática y comercial” de Rusia en América Latina. La estrategia fue detallada por el director del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Aleksey Valkov, en una entrevista con el semanario mexicano Proceso.

En ella, el funcionario del Kremlin asegura que su país planea “ampliar su presencia económica” en el continente “comenzando por México”, gobernado por la izquierdista Claudia Sheinbaum. A esta Administración, asegura Valkov, ya presentaron la propuesta de esa ruta aérea el pasado abril, en un foro de negocios, con la intención de crear “un corredor entre Yucatán, Cuba y Rusia”.

El objetivo, declaró el también subdirector de la Fundación Roscongress, dedicada a montar foros internacionales, “no es simplemente atraer turistas, sino construir un canal directo para empresarios e inversionistas, una autopista aérea para los negocios”. Y aún más: supondría solo el primer peldaño para un plan extendido en el tiempo.

"Lo que Rusia plantea es un reposicionamiento de largo plazo, en un momento en que el neoliberalismo pierde fuerza"

“El punto de entrada está lleno de simbolismo geopolítico, Cuba, gobernada por Miguel Díaz-Canel, el aliado más cercano del Kremlin en la región”, señala Proceso. “Más allá del turismo cultural –aunque presente–, lo que Rusia plantea es un reposicionamiento de largo plazo, en un momento en que el neoliberalismo pierde fuerza y América Latina se reconfigura como un terreno abierto para nuevas alianzas económicas”.

Una segunda fase, explica la revista, se centra en sectores mucho más estratégicos. Este junio, en el Foro de San Petersburgo, Rusia ha buscado “capitalizar el nuevo ciclo político mexicano con la reforma energética que impulsa la presidenta Sheinbaum”, con un interés “explícito”: gas, petróleo, renovables y energía nuclear.

Las propuestas referidas por Valkov a Proceso incluyen la “modernización de la infraestructura energética mexicana, así como un posible convenio para suministrar uranio a la planta nuclear de Laguna Verde” y ofrecer “tecnología avanzada, como reactores modulares pequeños, útiles para llevar energía a regiones remotas del país”.

Hace apenas dos días, además, la Embajada de Rusia en México anunció su disposición para suministrar gas natural licuado, así como “compartir tecnologías especializadas para la extracción de crudo en condiciones geológicas adversas, y procesos para mejorar la eficiencia en el refinado”.

Si en 2022 llegaron de Rusia 2,8 millones de dólares en inversión extranjera directa, en 2024 la cifra fue de 86,4 millones de dólares

El interés de Moscú por el país norteamericano cobró fuerza durante la anterior Administración, de Andrés Manuel López Obrador, quien también realizó un acercamiento inédito a Cuba. Así, invitó a Miguel Díaz-Canel a la tribuna presidencial del Día de la Independencia, algo que nunca había pasado con un mandatario extranjero, e inició la importación de médicos y la donación de petróleo.

Proceso proporciona números elocuentes, basadas en datos oficiales, de la Secretaría de Economía mexicana: si en 2022 llegaron de Rusia 2,8 millones de dólares en inversión extranjera directa, en 2024 la cifra fue de 86,4 millones de dólares.

La penetración de Rusia en el continente es algo de lo que han alertado con preocupación diversos especialistas. En un informe de noviembre de 2023, por ejemplo, United States Institute for Peace (Usip) advertía de que Moscú impulsaba una “nueva ola antiliberal” contra los valores occidentales encabezados por Estados Unidos mediante una campaña continua de desinformación.

Este arma, decía el largo documento, era todo un “ecosistema” conformado por medios de comunicación afines a Moscú y redes de actores influyentes –periodistas, políticos, diplomáticos e intelectuales– tanto de izquierda como de derecha.

Habían logrado una estrategia exitosa, en palabras de los autores del informe, explotando la desconfianza hacia EE UU, al que caracterizan como un mero extractor de recursos y promotor de una política económica perjudicial para América Latina, y, por el contrario, presentando a Rusia como un país “amistoso” y una alternativa menos “intrusiva”.

También te puede interesar

Lo último

stats