La ventaja en las encuestas del principal candidato opositor despierta la esperanza en Venezuela

Madrid/Cuando faltan casi tres meses para las elecciones presidenciales en Venezuela, el principal candidato de la oposición antichavista, Edmundo González Urrutia, lleva una clara delantera en intención de voto. Eso indica, al menos, la más reciente encuesta de Datincorp, considerada la firma de sondeos más confiable del país, hecha pública el pasado fin de semana.

Según sus datos, un 62% de votantes elegirían a González Urrutia, ex diplomático de 74 años y cabeza de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), frente al 20% que lo haría por el actual mandatario, Nicolás Maduro. El 75% de los preguntados aseguró, además, que acudirá a las urnas el próximo 28 de julio.

Ese es precisamente el “hallazgo” que el ex presidente de Datincorp, Jesús Seguías, juzga más relevante. “Hay una determinación masiva de los venezolanos de participar en este proceso electoral, y eso es una buena noticia porque de alguna manera se está rescatando la confianza en el voto”, que es, como declaró al canal de televisión por internet VPI TV, “el único camino que les queda a los venezolanos”.

"Hay una determinación masiva de los venezolanos de participar en este proceso electoral, y eso es una buena noticia"

La encuesta se basó, explicó el especialista, en 1.200 entrevistas personales, realizadas en hogares repartidos en 19 estados venezolanos, en una sola jornada, el pasado 28 de abril.

Sus resultados han desatado todo tipo de especulaciones y, sobre todo, de esperanzas. “Aun cuando el régimen se ha ganado la fama de realizar elecciones fraudulentas, expertos creen que la ventaja que acumula González Urrutia es demasiado grande para robársela”, escribía este martes Antonio María Delgado en el Nuevo Herald.

La candidatura de Edmundo González Urrutia fue aceptada finalmente por el Consejo Nacional Electoral, tras los varios intentos del régimen venezolano para impedirlo, según denunció la oposición. El ex diplomático había sido designado para encabezar la boleta de la coalición que agrupa a los principales partidos opositores con el apoyo de María Corina Machado, elegida en primarias como candidata presidencial del bloque e inhabilitada después por el régimen de Maduro.

“¿Qué deberá hacer el antichavismo para concretar y cobrar su favoritismo el 28 de julio?”, se preguntaba este domingo Voz de América. “Votar en masa y defender el sufragio”, se respondía a partir de distintos especialistas consultados, entre ellos, el mismo Jesús Seguías, artífice de la encuesta. Para el periodista e investigador, el escenario se parece al de 2015, antes de la abrumadora victoria opositora en las elecciones parlamentarias, gracias a la cual ocuparon dos tercios de la Asamblea Nacional pero cuyas decisiones fueron anulada por el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el chavismo.

"Por la misma naturaleza del Gobierno de Maduro, cualquier escenario es factible y sobre eso deben estar preparados"

Sin embargo, destaca al mismo medio: “El señor Edmundo era un desconocido hasta hace 10 días y en apenas 10 días remontó y lleva más de 50% en intención de voto. Es una expresión de una situación política, más que electoral. Él se convirtió en la expresión concreta del cambio”.

Más cauteloso se muestra el politólogo Jesús Castellanos, también entrevistado por Voz de América: “Por la misma naturaleza del Gobierno de Maduro, cualquier escenario es factible y sobre eso deben estar preparados”.

¿Se atreverían a alguna maniobra contra el candidato, si las encuestas, más cerca de los comicios, lo dan como seguro ganador? “Es difícil. Pero claro que puede ser. Con ellos, nada se puede descartar”, responde a 14ymedio el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka, que alberga una esperanza, “mínima” aunque cierta, de un cambio de ciclo en su país tras más de un cuarto de siglo de chavismo.

“Me preocupa la ‘transición’ más allá de unas elecciones”, confiesa el periodista y novelista, coautor de la imprescindible biografía Hugo Chávez sin uniforme. “En esa línea, me preocupa mucho la unidad opositora de cara a la enorme tarea de ‘desactivar’ el sistema que ha creado el chavismo”.

"Lo que es claro es que Maduro ahora es un problema, Maduro es un 'heredero' que ya perdió la gracia"

Para Barrera Tyszka hay un elemento central a la hora de ponderar por qué el chavismo no se ha orteguizado o cubanizado definitivamente: “La diferencia, como país, de Venezuela con Cuba y Nicaragua”. Ello tiene que ver con “el tema económico, el petróleo y el gas, los intereses geopolíticos y, por supuesto, un tipo de sociedad, de cultura de consumo capitalista, que aún pervive. Eso le da un perfil de país totalmente distinto a lo interno y en el contexto internacional”.

El peso de la comunidad internacional, juzga, es importante. Sobre todo, las declaraciones sobre Venezuela del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quienes propusieron conjuntamente, el pasado abril, celebrar un “plebiscito” para garantizar “la seguridad” de quien pierda las presidenciales de julio. “Apuntan a dos cosas fundamentales: que haya garantías de vida para un eventual perdedor (en caso de que fuera Maduro) y que para la región es imposible soportar una nueva ola migratoria venezolana”, dice Barrera Tyszka.

“Lo que está pasando ahora es que el madurismo perdió su base social”, asevera. “El apoyo popular y la estructura clientelar están erosionados y, frente a eso, una perspectiva electoral es cuesta arriba. Pero el uso de la violencia (más violencia) también se complica, sobre todo en un ámbito internacional”.

Sobre lo que ocurre dentro del chavismo, que afirma alberga “distintos sectores de poder”, hay “muchas especulaciones”: “Supongo que hay algunas facciones que apuestan por una transición, pero con garantías. Lo que es claro es que Maduro ahora es un problema, Maduro es un ‘heredero’ que ya perdió la gracia”.