Declaración jurada, un pulso con la ONAT

Víctor Ariel González

07 de enero 2015 - 18:22

La Habana/Este miércoles la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) ha lanzado la campaña de declaración jurada en todo el país. A partir de hoy y hasta el próximo 30 de abril, "las más de 200.000 personas comprometidas con esa responsabilidad cívica" deberán hacer su declaración jurada correspondiente a 2014 y pagar tributo al Estado, así como rectificar los errores en ese documento legal "a partir de un requerimiento" del fisco, reporta Granma en su versión digital.

Las cifras oficiales ubican en medio millón la cantidad de trabajadores pertenecientes al sector privado, de los cuales solo una parte debe prestar declaración jurada por ingresos y gastos. Tal es el caso, por ejemplo, de los boteros –taxistas privados– y dueños de restaurantes. Dentro de este tipo de contribuyentes, quienes liquiden sus impuestos antes del 28 de febrero recibirán una bonificación del 5%.

De igual forma deberán declarar sus ingresos personales, "cubanos que reciben gratificaciones, los socios y representantes de empresas mixtas residentes en el territorio nacional, comunicadores sociales y diseñadores".

Al mismo tiempo que se realice esta actividad, la ONAT estará evaluando las planillas entregadas por los privados. Cada documento conllevará una "revisión minuciosa" en busca de errores. Pero más que rectificar tachaduras o aclarar números borrosos, los inspectores perseguirán las sub declaraciones, un fenómeno que el año pasado afectó a más de un tercio de quienes declararon su renta.

Las autoridades reconocieron que un 36% de las planillas correspondientes al período anterior fue rechazado. Y el 30 de abril pasado, día del cierre, todavía quedaban varios miles de contribuyentes por presentarse en las oficinas del fisco. El Gobierno criticó tal actitud, y reconoció que "las sub declaraciones y la morosidad marcan la campaña tributaria" en Cuba, atribuyéndolas a la "falta de cultura" en ese sentido. Pero el problema se extendía incluso a las empresas del Estado, de las cuales más de la mitad tampoco había declarado sus impuestos a mediados de 2014.

Por su parte, varios contribuyentes se han quejado en más de una ocasión de que las tasas impositivas son muy elevadas. Además, refieren que los criterios de sub declaración están sujetos a la apreciación de los funcionarios. Las multas en algunos casos pueden llegar a los 10.000 CUP, en un país donde reina la corrupción administrativa y la plantilla de inspectores es abultadísima.

Todo el mundo se pregunta si este año habrá mejoría en la Campaña de Declaración Jurada y menos fraudes, y si las autoridades permitirán una mayor libertad económica.

La ONAT ha habilitado buzones en sus sedes municipales en donde se depositarán los miles de documentos a entregar, para "evitar la aglomeración de personas". También se utilizará el "correo certificado". El diario Granma afirma: "Por primera vez participarán, desde la aprobación de la Ley No.113 del Sistema Tributario, los artistas y creadores de la cultura y su personal de apoyo, quienes pueden solicitar la bonificación de hasta el 30% de los ingresos anuales obtenidos, cuando se demuestre un incremento real de la carga financiera con respecto al año fiscal anterior."

Sin embargo, estas facilidades distan de presentar una solución real al problema de la evasión fiscal. Como en muchos otros aspectos, ya va siendo hora de raspar más allá de la superficie. Más allá del fraude, lo preocupante es el estancamiento del sector privado que se traduce en la desaceleración económica y el continuo flujo de emigrantes. Obviamente, la política de impuestos no contribuye al crecimiento económico, sacrificado en aras del control excesivo.

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