Una familia saca sus pertenencias a la calle ante el temor de un derrumbe

Dionisia Rodríguez Cedeño junto a una de sus nietas, asegura que prefiere dormir en la calle ante el temor de que el techo de su vivienda siga desplomándose. (14ymedio)
Dionisia Rodríguez Cedeño junto a una de sus nietas, asegura que prefiere dormir en la calle ante el temor de que el techo de su vivienda siga desplomándose. (14ymedio)
Yosmany Mayeta Labrada

04 de septiembre 2016 - 16:15

La Habana/Tras las fuertes lluvias que han azotado el occidente cubano durante los últimos días, muchos de los residentes de la capital temen un aumento en el número de derrumbes. Dionisia Rodríguez Cedeño, de 54 años y vecina de la calle Luz, entre Egido y Curazao, en La Habana Vieja, colocó este sábado las pertenencias de su familia en la vía pública tras desplomarse parte del techo de su casa.

Quienes pasan por la concurrida calle, enclavada en el centro histórico, pueden ver maletines con ropa amontonados a las afueras de una edificación, enseres de cocina y un ventilador. La familia de Rodríguez Cedeño tomó la decisión de permanecer por horas a la intemperie, en protesta por la falta de respuesta de las instituciones encargadas de asignarles materiales para reparar el inmueble.

El mal estado de la vivienda se agravó con el temporal de intensas precipitaciones, vinculado a la novena depresión tropical de la actual temporada ciclónica. Un fenómeno meteorológico que provocó en el occidente y centro de la Isla intensas lluvias e inundaciones moderadas en la localidad costera de Surgidero de Batabanó.

Con más de 35 años residiendo en el lugar, Rodríguez Cedeño trabaja en la Empresa de Servicios Comunales. La vecina comentó a 14ymedio que sus problemas habitacionales comenzaron desde el año 2003, pero todavía no ha recibido respuesta de nadie. Su situación roza en estos momentos con el desespero.

Dionisia Rodríguez: "Desde hace 13 años estoy pidiendo a través de un dictamen técnico una reparación para mi casa, pero siempre me han dicho que no hay materiales”

Una angustia que la ha llevado a presionar a las autoridades también con la advertencia de que no enviará a las nietas al colegio el próximo lunes, cuando comienza en todo el país el curso escolar, al no contar con condiciones para garantizarles “un hogar”.

"Desde hace 13 años estoy pidiendo a través de un dictamen técnico una reparación para mi casa, pero siempre me han dicho que no hay materiales”, cuenta. En otras ocasiones, Rodríguez Cedeño ha optado por “reparar con recursos propios” pero el deterioro económico de la familia, compuesta por “cuatro mujeres y dos niñas que padecen asma crónica", le ha impedido seguir ocupándose en solitario de los arreglos.

Luego de varias horas en que las mujeres se mantuvieron con sus pertenencias en plena vía, la autoridades del Consejo de la Administración Municipal (CAM) de La Habana Vieja llegaron al lugar, para conocer los daños ocurridos en la vivienda y llamarlas a la calma. Decenas de personas, especialmente extranjeros de paso por la ciudad, filmaban lo que sucedía.

Los directivos del CAM, explicaron que la familia sería ubicada en una Comunidad de Tránsito (Albergue) por alrededor de siete días y luego llevada hacia una vivienda habitable en otra comunidad, para personas cuyas casas han sido declaradas inhabitables o se han derrumbado.

Estas vecinas de La Habana Vieja han pasado a formar parte de las 33.889 familias que a lo largo de todo el país necesitan un hogar

Rodríguez Cedeño han pasado toda la noche entre la calle y la semiderruida vivienda, a la espera de que este domingo las autoridades cumplan su palabra. Advierte que de no darse una solución duradera a su caso, plantarán “otra vez la casa en plena calle”.

En su actual situación, estas vecinas de La Habana Vieja han pasado a formar parte de las 33.889 familias (132.699 personas) que a lo largo de todo el país necesitan un hogar, muchas de las cuales llevan décadas viviendo en albergues para damnificados. El censo de población de 2012, arrojó que el 60% de las 3,9 millones de viviendas que existen en la Isla están en mal estado.

Durante la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en julio pasado, los diputados reunidos en la comisión permanente de Industria, Construcciones y Energía, coincidieron en que “el problema habitacional constituye "la primera necesidad social en Cuba”. Los parlamentarios criticaron la “falta de coordinación, integración y prioridad” a nivel municipal a la hora de gestionar las demandas de la población en cuanto a solicitud de materiales y permisos constructivos.

En el primer semestre de este año al menos 90.652 personas que han recibido subsidios para labores constructivas se han presentado en las tiendas de venta de materiales. Sin embargo, solo 52.000 han podido comprar la totalidad de las asignaciones, debido al desabastecimiento de producto claves como acero, bloques, muebles sanitarios, baldosas y tejas.

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