La Eurocámara avala la nueva era en las relaciones entre Bruselas y La Habana

El acuerdo incluye una cláusula que permite suspender su aplicación si no hay respeto por los derechos humanos

La presidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Elena Valenciano. (Facebook)
La presidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Elena Valenciano. (Facebook)
Lara Malvesí

05 de julio 2017 - 12:59

Estrasburgo/(EFE).- El pleno del Parlamento Europeo avaló este miércoles la nueva era de relaciones entre la Unión Europea y Cuba con su consentimiento por amplia mayoría al Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación UE-Cuba.

Rubricado en diciembre de 2016 por la Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, y el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, el acuerdo pone fin a la llamada posición común, que regía las relaciones entre ambas partes desde 1996.

El acuerdo, que recibió 567 votos a favor, 65 en contra y 31 abstenciones, tiene entre sus principales objetivos la cooperación mutua, el diálogo político y las relaciones comerciales.

La Eurocámara aprobó una resolución adjunta que incide en la necesidad de que Cuba respete los derechos humanos, y en la que recuerda la cláusula de salvaguarda por la que en caso contrario se suspendería su aplicación

Acaba con la excepcionalidad de que Cuba fuera hasta ahora el único país de Latinoamérica con el que la UE no tenía acuerdos, como consecuencia de la posición común impulsada por el Gobierno del español José María Aznar.

Junto al consentimiento al acuerdo, la Eurocámara aprobó una resolución adjunta que incide en la necesidad de que Cuba respete los derechos humanos, y en la que recuerda la cláusula de salvaguarda por la que en caso contrario se suspendería su aplicación.

En ese texto, de calado más político, sin consecuencias jurídicas, del que fue ponente la eurodiputada Elena Valenciano (PSOE), los eurodiputados señalaron al Gobierno cubano que debe alinear su política de derechos humanos con los acuerdos internacionales de los que es signatario.

Además, recalcaron que la persecución y reclusión de cualquiera por sus ideas o su actividad política pacífica supone una infracción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y piden la liberación de toda persona encarcelada por esos motivos, un punto que motivó la abstención del grupo de los Verdes y el voto en contra de la Izquierda Unitaria (GUE/NGL), al que pertenecen Podemos e Izquierda Unida (IU).

José Couso (IU) celebró el "entierro definitivo" de la "infame Posición Común" que "promovió en Bruselas el expresidente del Gobierno español José María Aznar".

Al mismo tiempo, cargó contra "aquellos grupos como el Partido Popular Europeo que pretenden alargar en el tiempo las políticas del 'figurante de las Azores', tratando de que Cuba sea tutelada y examinada para hacer una transición de corte neoliberal, como quiere EE UU".

Cayó de la resolución final, por una enmienda apoyada por los populares europeos, una alusión que pedía que EE UU pusiera fin al embargo a la Isla

Satisfecha se mostró la ponente, Valenciano, que destacó lo "equilibrado" del texto, para el que los socialdemócratas han tenido que negociar durante meses con liberales y populares europeos, que querían un texto lo más duro posible políticamente con el régimen de La Habana.

Cayó de la resolución final, por una enmienda apoyada por los populares europeos, una alusión que pedía que EE UU pusiera fin al embargo a la Isla, aunque sí reiteraron los eurodiputados su oposición a las "leyes y medidas de efecto extraterritorial", por el negativo impacto en la población cubana y la actividad de las empresas europeas.

Luis de Grandes (PP), señaló que su grupo pide a las autoridades cubanas "que abran un proceso democrático que incluya el pleno respeto de los derechos humanos, la libertad de los medios de comunicación, el derecho de libre expresión, reunión y asociación, el acceso a la información, y la celebración de elecciones libres".

Por otro lado, en la resolución adjunta, que se aprobó por 487 votos a favor, 107 en contra y 79 abstenciones, los eurodiputados avanzan que planean enviar una delegación oficial a Cuba y apelan a las autoridades del país a que les permitan contactar con sus interlocutores en la Isla.

No estuvo presente, como suele ser el caso en estas votaciones de tratados, la embajadora de Cuba ante la UE, Norma Goicochea, que envió a un representante.

El exiliado cubano Pedro Fuentes lamenta que ocurra como entre EE UU y China, que se olviden los derechos humanos en pro de los negocios

Desde la galería del hemiciclo fue testigo de la votación en Estrasburgo, donde viajó invitado por el grupo liberal europeo, el exiliado cubano Pedro Fuentes, coordinador de una unión de cerca de 70 organizaciones y que pasó 16 años encarcelado en Cuba.

Fuentes explicó a Efe antes de la votación que su gran "preocupación" era que el Parlamento Europeo subrayara en el acuerdo a los derechos humanos "como prioridad".

"La UE, como señala en sus tratados, debe velar porque se respeten los derechos humanos no solo en su territorio, sino también en el de los países con los que cierra acuerdos", indicó Fuentes, que añadió que "mucha gente que quiere hacer dinero en Cuba quería que los eurodiputados aprobaran el acuerdo a pesar de los pesares".

Según el cubano residente en Miami, "también los grandes capitales norteamericanos hacen la vista gorda de las violaciones de Derechos Humanos en China y miran para el otro lado porque están haciendo mucho dinero allí con trabajo esclavo, que es precisamente lo que está pasando también en Cuba".

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