Fariñas pide a la Eurocámara que vote ‘no’ al nuevo acuerdo de la UE y Cuba

Fariñas, condecorado con el Premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo, declaró en Bruselas que la oposición cubana se ha quedado al margen de las negociaciones entre La Habana y Bruselas. (EFE)
Fariñas, condecorado con el Premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo, declaró en Bruselas que la oposición cubana se ha quedado al margen de las negociaciones entre La Habana y Bruselas. (EFE)
Javier Albisu

12 de octubre 2016 - 20:02

Bruselas/(EFE).- El opositor cubano Guillermo Fariñas pidió hoy en una comparecencia ante la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo (PE) que la Eurocámara se oponga al acuerdo que ultiman Cuba y la Unión Europea (UE) y que definirá el nuevo marco de relación entre La Habana y los Veintiocho.

"Ya que ustedes no pueden modificar este acuerdo, por favor, voten 'no' para que se renegocie un acuerdo legítimo", solicitó en su comparecencia Guillermo "El Coco" Fariñas (Santa Clara, 1962), que ha convertido sus 25 huelgas de hambre en su principal herramienta de lucha contra el castrismo.

Fariñas, condecorado con el Premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo a la Libertad de Conciencia, insistió en que la oposición cubana se ha quedado al margen de las negociaciones entre La Habana y Bruselas.

La UE espera aprobar antes de que termine el año un acuerdo que redefina las relaciones con Cuba, tras unas negociaciones que arrancaron en abril de 2014 y concluyeron con un pacto rubricado el pasado 11 de marzo en La Habana.

Este aspira a superar la llamada "posición común", la política que la Unión aplica todavía para regular sus relaciones con La Habana y que fue impulsada en 1996 por el Gobierno conservador español encabezado entonces por José María Aznar.

La Comisión Europea propuso a los países de la Unión respaldar el acuerdo de cooperación y diálogo político con La Habana y se espera que éste se apruebe a finales de 2016

Las autoridades cubanas siempre han considerado esa política como un escollo para unas relaciones plenas con la UE.

La crítica de Fariñas, y de otros representantes de la disidencia cubana, parte de que la UE no ha contado con los opositores en ese proceso de negociación, sino que solo ha escuchado al Gobierno de La Habana.

El periodista cubano reclama, además, que se pongan objetivos y plazos en el respeto a los derechos humanos en la isla "como base de la convivencia, el progreso y la libertad", dijo ante los europarlamentarios.

Es un "contrasentido" que el acuerdo sostenga que se deben respetar los derechos humanos y "a renglón seguido" valide el régimen jurídico cubano (...) estalinista", destacó Fariñas en la sede de la Eurocámara en Bruselas.

En septiembre pasado, la Comisión Europea propuso a los países de la Unión respaldar el acuerdo de cooperación y diálogo político con La Habana y se espera que éste se apruebe a finales de 2016. En paralelo al acuerdo, ambas partes han establecido un diálogo formal sobre derechos humanos.

"La UE es un actor esencial, en esta hora confusa de la historia de Cuba, para el régimen cubano (...), especialmente ahora que ve terminar la subvención venezolana", subrayó Fariñas, quien descartó que el cambio en Cuba vaya a llegar "por la vía económica", porque esta está "dominada por una élite familiar y militar" cercana a Fidel y Raúl Castro.

Tras la intervención de Fariñas, tomó la palabra Alejandro González Raga, periodista exiliado en España desde 2008, desde donde forma parte del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, quien dijo que los europarlamentarios definirán con su voto "si contribuyen al sostenimiento de una dictadura que pronto cumplirá 59 años de control autoritario".

En la comparecencia estuvo presente la presidenta del Observatorio, Elena Larrinaga, quien dijo a Efe que con este acuerdo se deja "al pueblo de Cuba vendido" porque "refuerza al régimen cubano".

"Acuerdo sí, pero no este acuerdo", demandó.

En el turno de intervención para los eurodiputados, la española Beatriz Becerra, del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (ALDE), apoyó que el acuerdo contenga unos plazos concretos para lograr avances en el ámbito de los derechos humanos.

"La diferencia entre un deseo y un sueño y una meta es ponerle fecha", dijo Becerra.

La mayor discordancia se escuchó en boca del europarlamentario español de Izquierda Unida Javier Couso, quien sostuvo que las conversaciones van "en la buena dirección" y contribuirán a enterrar "la infame 'posición común'".

El Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea defendió que se ha alcanzado "un acuerdo equilibrado, constructivo y riguroso" respecto a los derechos humanos

El Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea, por su parte, defendió que se ha alcanzado "un acuerdo equilibrado, constructivo y riguroso" respecto a los derechos humanos y "un marco para mejorar, en el interés de Europa, pero también de Cuba".

"Se ha llegado a formas más constructivas de promover nuestros objetivos (...) para tener una plataforma que nos permita defender mejor los valores e intereses europeos", indicó Ben Nupnau en calidad de representante de la diplomacia europea.

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