"Reconocer los cambios no nos hace estar conformes"

José Daniel Ferrer, Félix Navarro, Héctor Maseda, Jorge Olivera y Librado Linares
José Daniel Ferrer, Félix Navarro, Héctor Maseda, Jorge Olivera y Librado Linares
Reinaldo Escobar

19 de marzo 2015 - 06:05

La Habana/A doce años de la Primavera Negra, 14ymedio conversa con algunos de los antiguos prisioneros políticos que viven actualmente en la Isla. Dos han sido las interrogantes a estos activistas condenados en marzo de 2003: una sobre su decisión de quedarse en Cuba y la otra sobre cómo ven el país en la actualidad.

José Daniel Ferrer

Durante todo el tiempo que estuvimos en prisión, el régimen de los hermanos Castro hizo lo posible para presionarnos, obligarnos a que abandonáramos el país. Unos cuantos decidimos decir que no, fueran las que fueran las circunstancias. Hoy estoy más convencido que nunca de que sí valió la pena haberme quedado. Estamos aportando nuestro modesto granito de arena para tener una nación donde no vuelvan a ocurrir primaveras como aquella del 2003, en la que tantos compatriotas pagaron con la cárcel el intento de ejercer sus derechos más sagrados.

"Hoy estoy más convencido que nunca de que sí valió la pena haberme quedado"

Han cambiado muchas cosas, aunque se mantiene y en ocasiones aumenta la represión contra los activistas de derechos humanos y también contra todo el pueblo. Reconocer los cambios no nos hace estar conformes, porque no lo estaremos hasta tener una Cuba próspera y democrática. En los últimos días que yo andaba libre en las calles, a principios del 2003, se nos acercaban algunas personas y nos susurraban al oído: "Te oí", haciendo referencia a que nos habían escuchado hablar por alguna estación como Radio Martí, uno de los pocos medios para enterarse de lo que hacían las fuerzas prodemocráticas. En estos momentos son cientos de personas las que ya no susurran, sino que nos gritan: "Te vi", porque ya no es solamente por esas emisores que podemos transmitir nuestro mensaje. Con muchísimas dificultades vamos rompiendo el monopolio que tiene el régimen sobre los medios de difusión y lo hacemos no solamente a favor de las luchas por los derechos humanos, sino cada vez más intensamente acompañamos a la población en otros problemas, ya sea ayudándolos a poner un techo u organizando una actividad deportiva o cultural y eso también lo difundimos. Por eso no solamente nos gritan: "Te vi", sino que ahora también dicen: "Nos vimos", porque protagonizan ellos nuestras acciones.

Félix Navarro

Haberme quedado en Cuba al salir de la prisión es quizás la mejor idea que he tenido en toda mi vida. El sábado 10 de julio, día en el que pasaba mis 57 cumpleaños en la prisión, recibí una llamada del cardenal Ortega. Me informó de que se estaba conformando el tercer grupo de excarcelados y que podría salir junto a toda mi familia. Le agradecí el gesto y el hecho de que la Iglesia siempre hubiera luchado junto a los desamparados y contra las injusticias, pero que no abandonaría el país aunque tuviera que cumplir completos los 25 años a los que me habían condenado. El 22 de marzo me volvió a llamar y al otro día me sacaron de la prisión. Junto a José Daniel Ferrer, fui de los últimos en llegar a su casa.

En estos momentos, estoy bajo la condición de excarcelado como licencia extrapenal, pero me siento convencido de que más tarde o más temprano nos van a permitir viajar normalmente como a cualquier cubano. En mi caso, no tengo la intención de viajar al extranjero hasta que en la presidencia de Cuba no se haya instalado un miembro de la sociedad civil cubana elegido democráticamente.

"No abandonaría el país aunque tuviera que cumplir completos los 25 años a los que me habían condenado"

En mi opinión, el país ha cambiado, pero hacia peor. Es cierto que, desde principios de diciembre del año pasado, la policía política ha dejado de reprimir de la manera que lo estaba haciendo las expresiones de lucha pacífica de las Damas de Blanco en Cárdenas y Colón. Antes de eso, cada domingo les impedían caminar por las calles, eran golpeadas e insultadas, subidas a vehículos y abandonadas a su suerte en cualquier sitio. Eso ya no está ocurriendo y creemos que es algo muy provechoso, pero la represión continúa de otras formas, con citaciones policiales y vigilancia.

Héctor Maseda

Fui contactado en tres ocasiones por el cardenal para que saliera hacia España y le dije que no. Cuando me dijeron que saldría de la cárcel bajo licencia extrapenal, me negué argumentándole que Raúl Castro había anunciado meses antes que todos seríamos puestos en libertad. Salí de la cárcel en contra de mi voluntad. En septiembre del 2014 hice una reclamación al Tribunal Provincial del Poder Popular en la sala de delitos contra la seguridad del Estado y al Consejo de Estado para que me liberaran totalmente. Me respondieron que un tribunal había valorado que yo tenía que seguir bajo control. No tengo ningún interés en salir de este país, esta es mi decisión y no tengo que explicársela a nadie.

"Salí de la cárcel en contra de mi voluntad"

Han ocurrido algunos cambios en nuestro país, pero yo sigo insistiendo en que no son los fundamentales. Se mantienen posiciones muy rígidas por parte del Gobierno de Raúl Castro. El hecho de que se estén restableciendo relaciones con Estados Unidos quizás sea el cambio más notable, pero detrás de eso solo veo intereses económicos tanto de parte del Gobierno cubano como del norteamericano. En el caso de Raúl Castro, lo que busca es prolongarse en el poder con su dinastía, pero no acabo de ver cuáles serán los beneficios para el pueblo cubano.

Jorge Olivera

Hace poco menos de cinco años que decidí no aceptar la oferta de marchar como desterrado a España. Recibí muchas críticas, pero los amigos más cercanos, mi esposa y mi familia me apoyaron en la decisión. En una oportunidad tuve deseos de irme de Cuba, pero uno tiene derecho a cambiar y hoy no me arrepiento. En el momento más difícil de la disyuntiva opté por quedarme por muchas razones, una de ellas es el trayecto que ya llevaba en la prensa independiente, donde trabajé con Habana Press desde 1995 y además mis convicciones. Después de pensar en todas las aristas, consideré que mejor me quedaba aquí tratando de abrir espacios en el periodismo independiente, aportar nuestra experiencia a los jóvenes. Aquí estoy, feliz, aunque parezca un término contradictorio, porque hago lo que me gusta y estoy contribuyendo con mis modestos esfuerzos a un país mejor.

"El país ha cambiado y cambiará más, tal vez no con la celeridad que queremos"

La vida es dialéctica y todo cambia. A veces no lo notamos porque estamos dentro del bosque, pero el mundo ha cambiado y Cuba también. La Cuba de hace 12 años era muy diferente. Ahora, por ejemplo, han ocurrido y se han precipitado acontecimientos que nadie esperaba, como es el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Se han abierto espacios que entonces eran impensables, hay personas que no lo ven así, hay quien piensa que es muy poco, otros dicen que no ha cambiado nada. El país ha cambiado y cambiará más, tal vez no con la celeridad que queremos los que estamos en la vía prodemocrática, pero ha habido cambios. Nuestro trabajo se ha visibilizado gracias a la existencia de las nuevas tecnologías, Internet y los teléfonos móviles; se han abierto discretos pero importantes espacios que han contribuido en mayor o menor medida a mejorar nuestro trabajo, tanto en la oposición política como en la sociedad civil alternativa.

Librado Linares

Cuando llevaba aproximadamente año y medio en la prisión del Combinado del Este en La Habana, unos oficiales de la Seguridad del Estado me entrevistaron con el propósito de conocer mi disposición de salir de Cuba como vía para ser excarcelado. Les dije rotundamente que no y el que estaba al frente de ellos me aseguró que tendría que cumplir los 20 años sin beneficio alguno. Decidí quedarme por el compromiso que tengo para desarrollar una dinámica de cambio que de al traste con el totalitarismo castrista y se pueda producir una transición a la democracia. Por otro lado estoy muy identificado y tengo un gran sentido de pertenencia con la cultura cubana, con sus valores, los vecinos del barrio, el clima, con las parrandas de Camajuaní. Eso no lo sustituyo por ningún país.

"Somos más plurales, menos monolíticos"

Algunos especialistas en los temas de transición han dicho que hay cuatro tipos de regímenes no democráticos: totalitarios, postotalitarios, sultanistas y autoritarios. El de Cuba fue un régimen totalitario copiado al papel carbón del modelo soviético de corte estalinista, pero a partir de los años 90 se empezó a producir un proceso de destotalitarización y eso ha ocurrido por la presión de la oposición interna y de la internacional y otras razones, incluso de tipo biológicas. El régimen ha ido evolucionando hacia el postotalitarismo y quizás se proponga encaminarse hacia un régimen autoritario de tipo militar.

Ellos quieren mantenerse en el poder y eso los ha llevado a permitir ciertas mejoras en la libertad de movimiento, se han facilitado aspectos en el tema de la propiedad y la gestión no estatal de la economía, como el usufructo, el arrendamiento, las cooperativas no agropecuarias. A pesar de la enorme represión, la oposición se ha ido ganando espacios. Somos más plurales, menos monolíticos. La gente está perdiendo el miedo, rompiendo sus ataduras y aprendiendo a hablar en público y a exigir sus derechos.

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