Nueve días tras las rejas por visitar a las Damas de Blanco

Nuestro colaborador cuenta en primera persona la detención arbitraria y los malos tratos sufridos a manos de la policía

En la mañana del viernes, Fernández había sido trasladado desde el centro de detenciones El Vivac de Calabazar, al sur de La Habana, hacia una estación policial en la ciudad de Camagüey. (14ymedio)
En la mañana del viernes, Ricardo Fernández había sido trasladado desde el centro de detenciones El Vivac de Calabazar, al sur de La Habana, hacia una estación policial en la ciudad de Camagüey. (14ymedio)
Ricardo Fernández

23 de julio 2019 - 19:02

Camagüey/El pasado jueves 11 de julio, en medio del torrencial aguacero vespertino, llamé a la puerta de la sede de las Damas de Blanco, en el barrio de Lawton, en La Habana. En ese instante había transgredido un límite. Como cada semana la vivienda estaba cercada con un dispositivo policial y cámaras de vigilancia, y todo el que se atreva a cruzar la línea debe ser castigado.

"¿Qué hacías en casa de Berta?" fue la pregunta reiterada por el oficial de la Seguridad del Estado que dirigió mi captura desde una de las tres patrullas que me rodearon el viernes al salir del inmueble. El oficial que se hace llamar Reinier no se explicaba cómo aún existen personas que sientan empatía por Berta Soler y por eso yo merecía desaparecer, pasar ocho horas de ese caluroso día esposado en en una patrulla policial con las ventanillas subidas, pasar una semana preso en El Vivac de Calabazar y luego ser "deportado" a Camagüey.

"Hay personas con las que es mejor no ajuntarse", fue la frase repetida por los dos mayores que dirigen el centro de detención y que a diario me interrogaron, para saber por qué me mantenía en ayuno, como protesta ante la arbitrariedad de mi arresto. Durante esos cuatro días, delante del político de la unidad, o del fiscal enviado a indagar por mi decisión de protesta pacífica repetí lo mismo: si la cárcel es el precio de la amistad, estoy dispuesto a pagarlo. Sólo la psicóloga guardó respetuoso silencio ante mis argumentos, pero no podía mostrar empatía.

El Vivac sería solamente una etapa, una parte del costo, porque ya en mi natal Camagüey, en vez de ser liberado inmediatamente como dicta el procedimiento para los "deportados", fui llevado al calabozo

Me gané el respeto de los 13 compañeros de celda, la mayoría de ellos detenidos por peligrosidad predelictiva, propagación de epidemias, tenencia de armas blancas y amenazas verbales. Pero El Vivac sería solamente una etapa, una parte del costo, porque ya en mi natal Camagüey, en vez de ser liberado inmediatamente como dicta el procedimiento para los "deportados", fui llevado al calabozo de la Primera Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria.

En una "recomendación extraoficial" el Jefe de la unidad recibía instrucciones de no soltarme de inmediato, no permitirme recibir visitas y no dejar que me pasaran alimentos de mi casa al calabozo, para ver si escarmentaba.

Por momentos me venció el desánimo al pensar en mis niñas, mi esposa, mis padres; pero siempre tener la razón ayuda a recuperar las fuerzas... y el regalo estaba allí, esperándome a la salida de la estación de policía.

Cuando conecté el teléfono a los datos móviles pude ver la solidaridad de mis compañeros de lucha, de mis colegas periodistas, de los medios de prensa internacional

Cuando conecté el teléfono a los datos móviles pude ver la solidaridad de mis compañeros de lucha, de mis colegas periodistas, de los medios de prensa internacional, las muestras de afecto de mis hermanos de religión y por supuesto la alegría de Berta Soler que celebraba conmigo este domingo por teléfono, minutos antes de salir a la calle a protestar contra el régimen y ser apresada.

En Camagüey, antes de liberarme este domingo, me hicieron un acta de advertencia por estar "ilegal" en La Habana, documento que no firmé por ser arbitrario. Me citaron para una "entrevista" el lunes. Todavía con la resaca de nueve días tras las rejas, logré demostrar que mi paso por La Habana era de apenas unas horas y el oficial determinó que en mi caso la carta de advertencia por "ilegal" "no procede" y la retiraron.

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