Un exmaestro asesina al director de una escuela delante de los niños

Casi medio siglo después, los niños que comienzan estudios en las escuelas cubanas siguen obligados a repetir su anacrónica consigna
El director del centro, Amaury Herrera Mesa, fue apuñalado por un atacante en presencia de maestros y alumnos el tercer día de clase. (Archivo)
Leonardo Rodríguez Alonso

08 de septiembre 2016 - 10:34

Caibarién, Villa Clara/El tercer día del curso escolar llegó la tragedia a la escuela primaria Nguyen Van Troi en Caibarién cuando, alrededor de las dos de la tarde de este miércoles, el director del centro docente, Amaury Herrera Mesa, fue apuñalado por un atacante en presencia de maestros y alumnos. Espantados, los niños se refugiaron en los baños y aulas de la escuela profiriendo gritos de auxilio.

El presunto homicida fue identificado como un profesor de la asignatura de Educación Física que había sido expulsado por la víctima el pasado curso escolar, acusado de una conducta inadecuada en el centro docente.

Tras conocerse el incidente, la escuela fue rodeada por la policía y algunos niños trasladados al hospital, por desmayos o un fuerte impacto por lo sucedido. Hasta el momento no hay información oficial sobre si se ha podido capturar al agresor.

La escultura de un enorme cangrejo da la bienvenida a los visitantes a Caibarién, considerado un pueblo tranquilo de la costa Norte, a poco más de 50 kilómetros de la capital provincial de Villa Clara, de cerca de 40.000 habitantes.

A lo ocurrido en la escuela primaria se suman el ataque a un cochero herido con arma blanca pocas horas después y el asesinato a puñaladas de un joven este domingo

Sin embargo, a lo ocurrido en la escuela primaria este miércoles se suma el ataque a un cochero herido con arma blanca pocas horas después. Además, el pasado domingo fue asesinado a puñaladas un joven psicólogo en una zona conocida como "el árbol del espanto".

Este tipo de violencia no es nueva para Caibarién. A mediados del pasado año la tranquila villa vivió una ola de robos a mano armada perpetrados por bandas de atracadores. Su objetivo era, fundamentalmente, el pedraplén que conduce hacia los cayos, repletos de cientos de turistas cada semana.

En julio de 2015, disparó las alarmas el asesinato a martillazos del joven tapicero Roberto Medina. A la víctima le fueron arrancados los dientes de oro que llevaba y robado todo su dinero y bienes, entre ellos una motocicleta y varias cadenas de oro.

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