Los No Alineados evitan condenar los ensayos nucleares de Corea del Norte

Momento de aprobación de la Declaración de Margarita, conclusiones finales de la última cumbre de los No Alineados. (@MNOAL_Venezuela)
Momento de aprobación de la Declaración de Margarita, conclusiones finales de la última cumbre de los No Alineados. (@MNOAL_Venezuela)
Reinaldo Escobar

19 de septiembre 2016 - 12:26

La Habana/La cumbre del Movimiento de países No Alineados (MNOAL) concluyó este domingo en la isla venezolana de Margarita con compromisos de respetar la soberanía de cada país y una condena por la aplicación de medidas coercitivas unilaterales. En la cita se instó a trabajar por la eliminación de "las armas de destrucción en masa", pero se evitó reprobar los recientes ensayos nucleares de Corea del Norte.

Con apenas influencia política en la arena internacional, el MNOAL ha cruzado el umbral de sus seis décadas de existencia, renqueante de protagonismo. Nacido en momentos de fuertes conflictos geopolíticos e ideológicos, en medio de la Guerra Fría, el bloque no ha logrado mantener su pretendida posición neutral y varias de sus naciones miembros han terminado por desarrollar alianzas económicas y políticas con más de una "superpotencia".

Sin embargo, el mayor descalabro de la organización, que engloba a más de la mitad de la población mundial, es haberse hecho de la vista gorda en varios momentos trascendentes de su historia. La más sonada de ellas puede ubicarse en el momento en que evitó condenar enérgicamente a la Unión Soviética por su intervención armada en Afganistán, país que ingresó al MNOAL en la temprana fecha de 1961.

Este olvido se hizo más llamativo durante la VI Cumbre, celebrada en La Habana en 1979, en la que Fidel Castro fue nombrado presidente del movimiento. La presencia de tropas de ocupación del Kremlin se prolongó en el país asiático hasta 1989, pero ningún gesto de reprobación quedaría enunciado por el líder de la organización.

Los No Alineados no solo han mirado hacia otro lado en cuanto a la hambruna y la falta de derechos que afecta a la población norcoreana, sino que también han callado ante el peligro del arsenal

Este septiembre se ha vuelto a repetir el silencio, en esta ocasión, de complicidad con uno de los miembros más díscolos del MNOAL. En la cita, desarrollada en el Caribe venezolano y a la que estuvieron invitados los 120 países que componen el movimiento, no se realizó ningún pronunciamiento sobre el ensayo nuclear llevado a cabo recientemente por el régimen de Pyongyang.

Los No Alineados no solo han mirado hacia otro lado en cuanto a la hambruna y la falta de derechos que afecta a la población norcoreana, sino que también han callado ante el peligro que significan las más de 20 bombas nucleares y casi mil misiles balísticos de diverso alcance que se calcula que están en manos de Kim Jong-un. El MNOAL no se pronunció con energía ante el único país que ha realizado pruebas con armas de destrucción masiva en este milenio, aunque dedicó largos espacios a reclamar "la solución pacífica de controversias y la abstención de la amenaza o el uso de la fuerza".

Ahora el MNOAL propone una "refundación" de Naciones Unidas que busca ampliar el Consejo de Seguridad y la transformación de los mecanismos de funcionamiento del organismo internacional. Pero con semejantes olvidos y usos del doble rasero en su historial es difícil que promueva una entidad global más democrática y efectiva.

En lugar de eso, podría impulsar en el seno de la ONU la misma conveniente ceguera que ha practicado durante décadas.

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