Iglesia católica
Quinielas y vanas conjeturas del cónclave
Caracas/Hugo Chávez es la génesis de lo que sucede hoy en Venezuela. Lo digo como alguien que creyó en él y en sus promesas de una Venezuela mejor, más justa, menos corrupta. Pero la historia, veinte años después de que Chávez llegara al poder, demuestra lo equivocados que estábamos yo y muchos venezolanos que nos considerábamos chavistas, muchos de los que lo asesoraron, de los que lo defendimos y justificamos en privado y en público, de los que votamos por él.
Hoy, con Venezuela en ruinas, admito que fue un error pensar que con Chávez había llegado una izquierda democrática, con arrastre popular y sin taras a Venezuela. No llegó. En cambio, se instauraron los cimientos de un régimen autoritario, diseñado para beneficiar a unos cuantos y económicamente fallido. Esta dolorosa equivocación de tantos de nosotros es inobjetable; es palpable en el hambre de la gente, la represión contra los civiles que protestan, los registros de tortura a militares disidentes, las ejecuciones extrajudiciales, la malnutrición infantil y la prohibición de cualquier tipo de crítica u oposición.
Hoy, con Venezuela en ruinas, admito que fue un error pensar que con Chávez había llegado una izquierda democrática, con arrastre popular y sin taras a Venezuela.
Estos son los saldos del chavismo en el que una vez creí. Así que es hora de hacer algo que todos los chavistas podrían hacer, una decisión muy personal e increíblemente difícil pero quizás necesaria para poder sanar y avanzar: reconocer su error y entender el enorme daño que el proyecto de Chávez le ha hecho a Venezuela.
Creo que con una especie de redención colectiva podremos empezar a salir de la hecatombe que vivimos, recoger las piezas rotas para empezar de nuevo y reinstitucionalizar el país.
________________________
Este artículo fue publicado originalmente el 27 de agosto de 2019 en The New York Times. Puede continuar leyendo en este enlace.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.
También te puede interesar
Iglesia católica
Quinielas y vanas conjeturas del cónclave
Naufragios
Los conspiradores
CUBA Y LA NOCHE
¿Es Vietnam el único futuro para Cuba?
Lo último