¡Ocúpese de la política!

Sin la implicación de los ciudadanos, el Gobierno y el Partido seguirán imponiéndonos su modelo de país

Pedro Campos

04 de marzo 2015 - 07:00

La Habana/El sistema político y electoral implantado en Cuba en nombre de un socialismo que nunca ha existido, al que la burocracia apostó y con el cual siempre ha ganado, se ha distinguido por su carácter representativo e indirecto, como el de las democracias representativas que siempre ha criticado en otros países.

Esa forma indirecta y representativa, donde los de abajo sólo cuentan a la hora de votar por candidatos predeterminados desde arriba –salvo para la elección del delegado de circunscripción– de los que apenas se conoce una biografía, únicamente ha servido para despolitizar a los electores y hacerles perder el interés por la política, que no es otra cosa que la forma de manejar los asuntos que a todos conciernen, sean políticos, económicos, presupuestarios, laborales, judiciales o sociales.

Como nadie es elegido por programas encaminados a resolver los problemas de la comunidad, la región o el país, simplemente nadie discute sobre política ni vota por una política. Hasta ahora se elije a los ¨más capacitados" para hacer y defender la política ya establecida por el Gobierno-partido. Ha sido la esencia de la ¨democracia socialista¨.

Como la gran mayoría de los cubanos dejamos la política en manos de los mismos que hace más de medio siglo han gobernado este país –con un solo partido y la misma dirección única–, ellos han decidido y siguen decidiendo los destinos de todos.

Es hora de que los cubanos, sin importar nuestra manera de pensar, empecemos a ocuparnos de la política para ponerla al servicio de los intereses de todos y sacarla del estancamiento en la que ha sido sumida. Lo mismo deberíamos hacer con la economía, para sacarla de ese alto nivel de centralización que la ha distinguido. No se trata de que se nos consulte, sino de que decidamos.

Nadie explica qué se propone el proyecto de nueva ley electoral anunciado por el Comité Central del Partido

El último pleno del Comité Central del Partido ha aprobado el establecimiento de una nueva ley electoral. No hay dudas de su necesidad, pero nadie explica qué se propone ni de qué manera vamos a notar sus efectos los ciudadanos, si participaremos en su confección y si vamos a votarla o no en referendo, como correspondería por su importancia.

Mientras, la sociedad civil independiente demanda una nueva Constitución, un Estado de derecho, pluripartidismo y elecciones democráticas; y la izquierda, exigiendo además, más democracia directa, más control popular y formas más efectivas de participación y decisión.

¿Cómo vamos a participar los cubanos en el proceso de discusión sobre la nueva ley para que la política no se siga ocupando de nosotros y en cambio, nosotros ocuparnos de la política?

¿Cómo se relaciona esa nueva ley con las demandas de buena parte de la sociedad cubana?¿Por qué vincularla con las negociaciones con EE UU, cuando se trata de un asunto que solo compete al pueblo de Cuba? ¿Será una nueva ley electoral democrática o un remiendo de la anterior para guardar las apariencias y prolongara aún más su tiempo en el poder? ¿Cómo se hace una nueva ley electoral sin haber previamente cambiado la vieja Constitución que tiene varios artículos antidemocráticos, como los siguientes?

1-Artículo 5: establece la dirección del PCC sobre la sociedad.

2-Artículo 53: restringe la libertad de expresión y prensa solo a los efectos de los fines de la sociedad socialista, socialismo que, por demás, precisa de definiciones.

3-Artículo 54: limita los derechos de reunión, manifestación y asociación solo para las organizaciones existentes y subordinadas al PCC.

4-Artículo 74: establece la elección indirecta del Presidente y Vicepresidente del país por los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

5-Artículo 116: establece que las Asambleas Provinciales y Municipales son las que eligen indirectamente a los Gobernadores y Alcaldes.

¿Cómo se hace una nueva ley electoral sin haber previamente cambiado la vieja Constitución que tiene varios artículos antidemocráticos?

¿Cómo discutir y aprobar una nueva ley electoral cuando no existe en el país un clima de distensión que permita la libre expresión del pensamiento diferente, ni el derecho de crear asociaciones políticas para defenderlo?

Como quiera que el Capitulo XIV de la Constitución relativo al sistema electoral es suficientemente amplio e impreciso como para permitir casi cualquier cosa, aun cuando entre en aparente contradicción con otros aspectos de la Carta Magna, sería precipitado sacar conclusiones por ahora puesto que también hay muchos otros artículos que justificarían una ley electoral plenamente democrática.

Con una visión optimista, que no justifica la actuación del Gobierno de Raúl Castro en esta materia, sería posible esperar que este anuncio pudiera ser el preludio de otros, imprescindibles para la creación del clima de diálogo nacional y de confianza necesario para que se abra el proceso de democratización anhelado.

Consecuentemente, debemos hacer política, organizarnos y seguir demandando, por todas las vías posibles, la creación de un ambiente propicio para el diálogo nacional necesario y sin exclusiones; el establecimiento pleno del respeto a las libertades de expresión, asociación y elección; el inicio de los trabajos para una nueva Constitución democrática que será aprobada por referendo y permitirá el establecimiento del Estado de derecho; y seguir insistiendo para que se liberen plenamente las fuerzas productivas del país de todas las ataduras, regulaciones y monopolios impuestos por el estatalismo asalariado.

¡Ocúpese de la política o la política se ocupará de usted!

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