Cuando la propaganda tropieza con la libertad

Cuba y la Noche

La visita de la presentadora de Con Filo por ciudades españolas ha desatado críticas, burlas y un necesario consenso entre exiliados cubanos

Como licenciada en historia, Fernández debería comprender que los montajes del régimen nunca tendrán el peso de una rebelión.
Como licenciada en Historia, Fernández debería comprender que los montajes del régimen nunca tendrán el peso de una rebelión. / Con Filo
Yunior García Aguilera

10 de mayo 2025 - 07:31

Madrid/Desde que Gabriela Fernández Álvarez –propagandista del régimen cubano– inició su gira por 12 ciudades españolas, el rechazo de sus connacionales exiliados ha sido notorio. Pero también ha quedado en evidencia la mediocridad del discurso oficial, las incoherencias de su vocera, sus mentiras sobre la realidad del país, así como la precariedad de sus habilidades comunicativas. 

Los organizadores y financiadores del viaje –el Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba– han optado por prohibir la entrada de cubanos a las charlas (salvo al personal de la Embajada). Son plenamente conscientes de la antipatía que genera el programa televisivo Con Filo, tanto dentro como fuera de la isla. Ese es el primer indicio del carácter anticubano de estos encuentros, que demuestran que la “solidaridad” de los convocantes no es hacia el pueblo de Cuba, sino exclusivamente hacia la ideología que detenta el poder. 

En redes sociales circulan múltiples memes sobre las pifias de Fernández, quien dice “venemos” en lugar de “venimos” y afirma que Latinoamérica es “un país”. Ya era evidente –gracias a los propios videos publicados por su equipo– que la presentadora es incapaz de articular una frase completa sin que haya que cortar, debido a errores de dicción y dificultades para memorizar el guion. Resulta evidente que no fue seleccionada por sus talentos como locutora, sino por su fidelidad a un pequeño grupo de discípulos de Iroel Sánchez, conocido censor del oficialismo, fallecido hace dos años. 

Con Filo no surgió espontáneamente de esos jóvenes, su verdadero creador fue Iroel Sánchez

Ni siquiera la idea del programa surgió espontáneamente de esos jóvenes. Su verdadero creador fue Sánchez, señalado por sus propios compañeros de fila como un “extremista” y líder de la facción conocida como “los talibanes”. 

Incluso el cantautor Silvio Rodríguez, durante un encuentro que mantuvimos en los estudios Ojalá tras las protestas del 11J –grabado a petición suya–, reconoció que Sánchez era “parte de una secta que lo cerraba todo”.  

El trovador relató: “Cuando Guillermo Rodríguez Rivera hizo en mi blog una propuesta para los derechos de los consumidores, Díaz-Canel –que entonces no era presidente ni nada de eso– nos citó al Palacio a Guillermo, a [Víctor] Casaus, a Vicente [Feliú] y a mí. Y la persona que me pusieron delante fue a Iroel. Desde que vi eso, dije: ‘esto está malo’. Y efectivamente... Se hicieron dos o tres reuniones y aquello no avanzaba, porque todo era: ‘el bloqueo’, ‘el enemigo’... y toda la bobería esa”. 

Es célebre la anécdota de 2009 sobre el enfrentamiento entre Sánchez y el entonces ministro de Cultura, Abel Prieto. Testigos cuentan que Iroel golpeó la mesa en varias ocasiones, recibió una amonestación pública y sacó un panfleto donde acusaba a Prieto de ser “poco ideológico”. Fue destituido del Instituto Cubano del Libro, aunque posteriormente sería protegido por Ramiro Valdés, lo que le permitió retornar a los círculos del poder. 

La propagandista ha intentado además restar importancia a lo ocurrido el 11 de julio de 2021

En su segunda charla en España, la joven iroelista intentó distorsionar el significado de la protesta de artistas frente al ministerio de Cultura el 27 de noviembre de 2020. Olvida que, más allá de nuestras ingenuidades, aquella fue una acción en solidaridad con el Movimiento San Isidro y en abierta oposición a la política oficial. Solo la coincidencia de la fecha con el fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina en 1871 evitó que fuésemos golpeados por las brigadas de respuesta rápida que ya se encontraban desplegadas en los alrededores. A pesar de ello, no faltó el gas pimienta, ni las amenazas e interrogatorios posteriores. 

En su catálogo de lamentos, Fernández también reprocha a la prensa internacional haber ignorado la contramanifestación organizada por agrupaciones estudiantiles subordinadas a la Unión de Jóvenes Comunistas, dos días después del 27N. Conocida como “la tángana del parque Trillo”, aquella supuesta tribuna espontánea contó con recursos logísticos, transporte, equipos de audio y la “visita sorpresa” del presidente Miguel Díaz-Canel, lo que desmiente cualquier narrativa de espontaneidad. 

La propagandista ha intentado además restar importancia a lo ocurrido el 11 de julio de 2021, cuestionando que el mayor estallido social en más de seis décadas haya tenido más visibilidad que el desfile del 1 de Mayo. Como licenciada en Historia, debería comprender que los montajes de regímenes totalitarios nunca tendrán el peso histórico de una rebelión auténtica. Salir a protestar —arriesgando la libertad y la vida— contra un gobierno represivo, será siempre más memorable que asistir a una marcha obligatoria donde tu centro laboral o tu escuela pasan lista. 

La gira de la vocera continúa. El dinero invertido bien pudo destinarse al envío de alimentos o medicinas a Cuba, pero los nostálgicos del totalitarismo prefieren financiar propaganda. En cada charla encontrará un público dispuesto a disculpar sus errores, en nombre de Castro o Stalin, pero también se topará con una comunidad de emigrados que, en un país libre, goza del derecho al disenso y la protesta. 

Si algo positivo ha logrado esta desgastada iniciativa, ha sido unir a sectores diversos del exilio cubano que, sin renunciar a sus diferencias, han sabido apuntar sus flechas en una misma dirección. 

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