El rechazo a llamar "democrático" al socialismo cubano

Juan Carlos Gálvez con Esteban Lazo el  13 de diciembre de 2008, en el VII Congreso de los CDR. (JCG)
Esteban Lazo en el VII Congreso de los CDR. (JCG)
Pedro Campos

25 de abril 2016 - 09:40

La Habana/En la programación de la Televisión Cubana del 21 de abril se pasó el debate de la Comisión No. 2 del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba sobre el plan de desarrollo hasta el 2030, presidido por Esteban Lazo.

Durante las discusiones, el delegado Rogelio Polanco propuso que, además de próspero y sustentable, el socialismo se calificara también de democrático, "atendiendo a las características democráticas del sistema electoral cubano".

Pero retiró su propuesta cuando José Ramón Balaguer y otros le "cayeron arriba" con argumentos como que la democracia es el nombre del sistema político del enemigo, que quieren imponernos, o que tras la caída de la URSS y el campo socialista, aparecieron los socialistas democráticos, "socialistas arrepentidos y vergonzantes".

El vocablo democracia nunca fue privativo del "enemigo". Los comunistas, socialistas y demócratas revolucionarios también lo han usado para identificar sus luchas

Estas aseveraciones no deben quedar sin comentarios.

Antes de existir "el enemigo", desde la Grecia antigua existió el vocablo democracia para definir el poder del pueblo.

Posteriormente fue usado para identificar el objetivo político por el cual lucharon todas las clases oprimidas por el feudalismo, incluida la naciente burguesía: el poder para el pueblo. Con el surgimiento de los estados burgueses, el término se identificó con el sistema político que permitía al pueblo elegir a quienes tomaban las decisiones. La soberanía pasaría de los reyes al pueblo.

El vocablo democracia nunca fue privativo del "enemigo". Los comunistas, socialistas y demócratas revolucionarios también lo han usado para identificar sus luchas y objetivos a tal punto que los comunistas estalinistas denominaron a sus dictaduras, dizque del proletariado, democracias populares.

Los "comunistas democráticos" alemanes de Bruselas, organizados por Marx y Engels en 1847, con motivo de los debates que llevaron a la formación de la Liga Comunista y a la promulgación del Manifiesto Comunista declararon: "No nos encontramos entre esos comunistas que aspiran a destruir la libertad personal, que desean convertir el mundo en un enorme cuartel o en un gigantesco asilo. Es verdad que existen algunos comunistas que, de forma simplista, se niegan a tolerar la libertad personal y desearían eliminarla del mundo, porque consideran que es un obstáculo a la completa armonía. Pero nosotros no tenemos ninguna intención de cambiar libertad por igualdad. Pongámonos a trabajar para establecer un estado democrático en el que cada partido podría ganar, hablando o por escrito, a la mayoría para sus ideas".

Veamos algunas críticas a Lenin y su Partido Bolchevique de la comunista polaco-alemana Rosa Luxemburgo : "Conceder a la dirección del partido ese poder absoluto de carácter negativo que Lenin propone, implica elevar a una potencia peligrosísima el carácter conservador que tiene esencialmente toda dirección"."Sin sufragio universal, libertad ilimitada de prensa y de reunión y sin contraste libre de opiniones, se extingue la vida de toda institución pública, se convierte en una vida aparente, en la que la burocracia queda como único elemento activo".

"La libertad solo para los miembros del gobierno, solo para los miembros del Partido, aunque muy abundante, no es libertad del todo. La libertad es siempre la libertad de los disidentes. La esencia de la libertad política depende no de los fanáticos de la justicia, sino de los efectos vigorizantes y benéficos de los disidentes. Si la libertad se convierte en privilegio, la esencia de la libertad política se habrá roto". "La libertad siempre ha sido y es la libertad para el que piensa diferente".

Las ideas de un socialismo democrático son anteriores a la caída de la URSS, nacieron con el marxismo y fueron expuestas parcialmente después por otros comunistas alemanes

Las ideas de un socialismo democrático son anteriores a la caída de la URSS, nacieron con el marxismo y fueron expuestas parcialmente después por otros comunistas alemanes y desarrolladas posteriormente por otros socialistas.

Tras la caída de la URSS y el campo socialista creció la corriente socialista democrática para diferenciarse de la estalinista estatal-asalariada-centralizada que hace énfasis en la democracia participativa, el respeto integral a los Derechos Humanos y el desarrollo independiente de las formas autogestionarias de trabajo libre, asociado o privado, sin imposiciones burocráticas ni enfrentamientos fratricidas contra el capital ni su sistema de libertades y democracia.

Se diferencia de la socialdemocracia en que sí aspira a la abolición de la explotación asalariada que tipifica el capitalismo, pero no por imposición, sino por superioridad del trabajo libre y porque pone el progreso no en manos del estado paternalista de bienestar, sino de los trabajadores y de todos los ciudadanos.

Balaguer podría preguntar al general Raúl Castro por qué en su discurso de clausura del VII Congreso calificó el socialismo que se propone el PCC como democrático antes que próspero y sustentable, como pedía Rogelio Polanco.

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