Las cuentas del almendrón

Los almendrones que pululan por La Habana conservan la carrocería original pero la parte mecánica es casi siempre moderna. (Lilianne Ruiz/14ymedio)
Los almendrones que pululan por La Habana conservan la carrocería original pero la parte mecánica es casi siempre moderna. (Lilianne Ruiz/14ymedio)
Lilianne Ruiz

17 de junio 2015 - 06:05

La Habana/Ruidosos y mugrientos, con aire de película hollywoodense de los años 50, evocan con frecuencia la frase de Galileo: "Y, sin embargo, se mueve". Los almendrones, automóviles anteriores a 1959 que pululan por La Habana, conservan la carrocería original pero la parte mecánica es casi siempre moderna.

Un Ford de 1954 puede contener un motor Hyundai de petróleo diseñado para microbús, una caja de velocidades de Mitsubishi, un diferencial de Toyota, un sinfín hidráulico de dirección de Suzuki Vitara, una pizarra de Peugeot, unas pinzas de freno de Moskovich de la época soviética, una bomba de freno de Mercedes Benz y el chasis, los cangrejos y las parrillas, originales de la marca.

Esta combinación tiene como consecuencia que las esféricas del sistema de dirección no duren tres meses en los baches de La Habana o que los frenos de emergencia no funcionen bien. Violentadas las leyes de la física y las ingenieras, no cuadra el peso del carro con el sistema de frenos. Así y todo, la percepción que se tiene es que el 90% de los automóviles que circulan por la capital cubana son almendrones.

Estos vehículos pasan de mano en mano. Buena parte de los cubanos que hoy poseen un almendrón, lo adquirieron gracias a la ayuda financiera de sus familiares en el extranjero. En el mercado informal, los precios de estos carros están por encima de 10.000 CUC. Los boteros, esos taxis con tarifas fijas de 10 y 20 CUP, tienen rutas predeterminadas desde el centro de la ciudad hasta diversos puntos de la periferia.

Para que los carros puedan circular deben someterse a una inspección en la Empresa de Revisión Técnica Automotor, que los choferes conocen popularmente como "somatón". Y, ya sea porque los almendrones siempre tienen algún desperfecto técnico, o porque son lo que son, los conductores coinciden en que para "conseguir" un informe favorable que les permita seguir circulando deben pagar entre 30 y 50 CUC.

Maykel Perdomo tiene 32 años y conduce un Plymouth del año 54. "Es entendible y necesario hacer esos controles", dice después de bajar el volumen al reggaetón que sale de las bocinas domesticas ancladas encima del asiento trasero. "Lo que no es lógico son los niveles de corrupción y que las exigencias sean tan altas cuando falta un mercado apropiado donde comprar piezas de repuesto", agrega.

Los conductores coinciden en que para “conseguir” un informe favorable que les permita seguir circulando deben pagar entre 30 y 50 CUC

Todo el mantenimiento y recambio de piezas se hace en el mercado informal. En las tiendas estatales no hay una buena oferta de piezas de repuesto y para conseguirlas se requiere una red de contactos en empresas del Estado como Rent a Car, donde se venden algunas "por la izquierda". Si se tiene el dinero para pagar es posible que allí se pueda encontrar lo que se necesite. "Esas personas que trabajan en el Rent a Car no viven de su salario. Ellos desvían lo que sea y lo venden. Allí normalmente hay piezas para reponérselas a los carros que alquilan los turistas", continua diciendo.

Pero también hay torneros en talleres clandestinos que se dedican a hacer los recambios para estas antigüedades. "Cuando se rompe una pieza original tienes que crearla, no la puedes reponer. Tienes que ir a un tornero para que te la haga. Es muy costoso y muchas veces no quedan bien y tienes que volver".

Con el combustible pasa otro tanto. La inmensa mayoría de los almendrones que funcionan como carros de alquiler han sido remotorizados para que trabajen con petróleo. Los motores de petróleo son ofertados por el Estado y pueden costar unos 7.000 CUC, pero se compran sin garantía.

No existe tampoco un mercado mayorista donde comprar el combustible a menor precio. En el los servicentros CUPET, también del Estado, un litro de petróleo cuesta 1.10 CUC . Los choferes de almendrón prefieren comprarlo a los camioneros o a los guagüeros, que lo venden ilegalmente por la mitad de ese precio. "Si compras el petróleo en los CUPET, tienes que subir el precio de los pasajes."

Los motores de petróleo son ofertados por el Estado y pueden costar unos 7.000 CUC, pero se compran sin garantía

Todo este comercio clandestino crea un desfase en los libros de ingresos y gastos. Los choferes no pueden declarar haber comprado nada en el circuito ilegal y dejan en blanco los espacios donde deberían declarar sus gastos. "En el mercado negro no recibes ningún comprobante y además es ilegal. Si lo dijeras, estarías confesando un delito. Entonces, estás obligado a subdeclarar también los ingresos, restándole los gastos que no puedes declarar", afirma el chofer.

La Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT) hace un cálculo estimado de lo que debería haber ingresado cada transportista. A partir de esa estimación, puede imponer multas altísimas si considera que el trabajador por cuenta propia no ha dicho toda la verdad. "Es completamente arbitrario porque hay muchos días que uno no puede salir a trabajar porque el carro está roto, o tienes un problema personal, o quieres cogerte el día. Si un día haces 1.000 CUP no significa que todos los días hábiles del mes te vaya a pasar lo mismo. Sin tener una prueba de que estás mintiendo a la hora de declarar, te pueden imponer una multa", lamenta.

El almendrón de Tomás Quintana, también chofer, estaba más tiempo roto que funcionando, aunque no por eso dejaba de pagar sus impuestos. Un día, sin embargo, tuvo que reconocer que no le daba la cuenta y entregó la licencia. Después de un año y medio sin trabajar como chofer de alquiler, la ONAT le comunicó que tenía que pagar una multa de alrededor de 60.000 CUP por haber subdeclarado sus ingresos. "Me dijeron que durante cinco años ellos tienen derecho de hacer eso. Si entregas la licencia tienes que guardar durante ese tiempo todos los papeles de cuando estuviste trabajando", dice Quintana, que ha tenido que contratar a un abogado para intentar librarse de la multa y todavía está en ese proceso.

Pero hay otro problema. Si un trabajador por cuenta propia gana más de 2.000 CUC anuales, entra en el tramo más alto del pago de impuestos, debiendo abonar un 50% al Estado.

Un policía le dijo que iba con exceso de velocidad. A cambio de no ponerle una multa, le pidió 10 CUC y hasta el short que llevaba puesto

Mensualmente, los choferes también deben pagar otros tres tipos de contribuciones al fisco: un impuesto mensual sobre la declaración de ingresos personales del 10%, otro para la seguridad social que se debe pagar cada tres meses y un impuesto fijo. Este último, en el municipio de Plaza de la Revolución, aumentó de 450 CUP a 800 CUP desde mayo de 2013 hasta marzo de 2014.

"Cuando uno pregunta por qué subió el impuesto fijo no te dan un argumento lógico. Pero sucede que, aunque se incrementa, los cuentapropistas no vemos una mejora en los servicios públicos ni en la seguridad social. Tampoco vemos un mercado mayorista donde comprar las piezas o el combustible, ni mejorías en las condiciones de las calles, ni facilidades de crédito para hacer inversiones", enumera Quintana.

Los choferes deben renovar la licencia operativa cada año, lo que también supone entregar la cantidad de 500 CUP. Además, hay otras cantidades que muchos se ven obligados a pagar: los que exigen policías corruptos. Maykel Perdomo recuerda un día que un uniformado le paró mientras manejaba y le dijo que iba con exceso de velocidad. A cambio de no ponerle una multa, le pidió 10 CUC y hasta el short que llevaba puesto. "Cuando ellos se comportan así, ¿a dónde podemos recurrir? Cuando vas a otro regimiento del sistema, se tapan entre sí".

Recuperar la inversión inicial en un almendrón a los dos o tres años es imposible, pero además existe el riesgo de perderlo todo. "Si te chocan el almendrón que te costó 16.000 CUC, estuviste un año pagando impuestos con todos estos gastos que son masivos y la empresa estatal de seguro no te puede cubrir todo, vas a la quiebra", concluye Perdomo.

También te puede interesar

Lo último

stats