Los baños ambulantes de Juan

Este santiaguero con una gran habilidad para los negocios vio un nicho de mercado casi sin explotar, compró el camión y comenzó la adaptación

Juan Reyes remodeló una camión para contener diez cabinas con baños y hasta una ducha. (14ymedio)
Juan Reyes remodeló una camión para contener diez cabinas con baños y hasta una ducha. (14ymedio)
Marcelo Hernández

22 de marzo 2019 - 15:32

Güira de Melena/Juan Reyes nació en Santiago de Cuba pero desde hace siete años recorre toda la Isla a la caza de fiestas populares. Conduce un llamativo camión que ha sido adaptado para contener una decena de baños individuales donde reina la limpieza y no se perciben malos olores. Este semana llegó al Festival de la papa, en Güira de Melena, y sus servicios atraían más clientes que muchos de los kioscos con comida o productos de diversión.

A Reyes se le ocurrió la idea tras comprobar las dificultades que padecía su esposa para encontrar un baño decente en los carnavales. La mayoría de las veces solo se topaba con una caja colocada sobre una alcantarilla, apestosa y sin privacidad. De inmediato, este santiaguero con una gran habilidad para los negocios vio un nicho de mercado casi sin explotar, compró el camión y comenzó el proceso de convertirlo en un servicio sanitario ambulante.

Creó un mecanismo de desagüe con una ancha manguera flexible que permite evacuar las aguas negras en el sistema de alcantarillado más cercano

Creó un mecanismo de desagüe con una ancha manguera flexible que permite evacuar las aguas negras en el sistema de alcantarillado más cercano. Agregó una escalera que se quita y se pone para que los clientes accedan con facilidad al interior del vehículo e invirtió en algunas comodidades para que "no se parezca a esos baños sucios y sin personalidad que hay por ahí", asegura. Además del alivio inmediato de la vejiga, el "invento" de Reyes no deja a nadie sin esbozar una sonrisa.

Ahora el "baño ecológico", como en plan de chanza se lee en un costado, es un negocio familiar. A la entrada, el hijo de Juan cobra 2 CUP por persona y en el interior cada cabina incluye agua, jabón, papel sanitario y un espejo. En el último cubículo también hay una ducha para quienes quieran refrescarse del calor. Por el momento el servicio es exclusivo para mujeres pero su propietario no descarta tener una flotilla de camiones donde también haya espacio para hombres y madres con niños pequeños que quieran un lugar para cambiar pañales y amamantar con tranquilidad.

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