Un viaje muy viejo con unas alas enormes

Reinaldo Escobar

18 de febrero 2013 - 15:33

Después de recibir 20 negativas de Permiso de Salida a lo largo de cinco años, la blogera Yoani Sánchez traspasó ayer domingo la línea fronteriza del aeropuerto José Martí en La Habana para volar a Brasil.

Una docena de países están incluidos en este viaje para cumplir invitaciones académicas, en eventos de las redes sociales y en los medios informativos. Si, como se ha dicho, Yoani era el termómetro para medir el alcance de las nuevas regulaciones migratorias, hay que aceptar que –a pesar de sus limitaciones- esta es la más importante reforma aplicada por Raúl Castro en el ámbito político y social. Unas horas antes Rosa María Paya, la hija del fallecido opositor Oswaldo Payá había salido rumbo a Europa y ya otras destacadas personalidades de la sociedad civil como Dagoberto Valdés, Berta Soler o Wilfredo Vallín están organizando sus visas.

De momento solo se mantienen con restricciones los que fueron encarcelados en la primavera negra de 2003 que “disfrutan” de una licencia extrapenal pero que no han sido ni amnistiados ni indultados, por lo que la ley considera que tienen condenas pendientes.

La presencia en el extranjero de estos que ahora cruzan las fronteras nacionales pone en ejercicio la diplomacia popular a cargo de embajadores ciudadanos. Rompe el monopolio de las autoridades cubanas tanto de su sector oficialista como de “los incómodos tolerados” para difundir una versión de nuestra realidad.

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