El “potencial innovador” de Camagüey
Camagüey/La constancia y el optimismo son aliados inseparables de Juan Antonio García Borrero. Solo la perseverancia de este crítico de cine y apasionado por las nuevas tecnologías ha logrado que se realizara el Primer Encuentro sobre Cultura Audiovisual y Tecnologías Digitales en Camagüey. El evento, censurado en noviembre pasado, pudo realizarse esta semana (11-12 de febrero) y convocó a una audiencia interesada en la cultura audiovisual.
El Encuentro se celebró en el Callejón de los Milagros y en el salón Alhambra del cine Casablanca, e incluyó conferencias, talleres y otras actividades que evidencian “el potencial innovador que existe” en la ciudad, según opina García Borrero, quien llamó a los invitados a “escuchar, compartir, aprender”.
El evento apostó por convertir a Camagüey en una “plaza fuerte en cuanto al uso creativo de las nuevas tecnologías vinculadas a la cultura audiovisual”
El evento apostó por convertir a Camagüey en una “plaza fuerte en cuanto al uso creativo de las nuevas tecnologías vinculadas a la cultura audiovisual”. Entre sus mejores momentos estuvo un panel moderado por Yoan Pico sobre la importancia de las mediatecas en la revolución digital, con la presencia de Jorge Santos Caballero, Luis Álvarez Álvarez y el anfitrión. La discusión concluyó en que resulta inminente la informatización de la cultura cubana.
Digitalizar libros para la generación Net (nacidos en la era digital) es la única manera de orientar a los jóvenes hacia un ambiente de consumo saludable y culto, apuntaron los panelistas. En este espacio se enumeraron algunas de las aspiraciones del proyecto en cuanto a difusión audiovisual, entre ellas “lograr con la ciberalfabetización y con los recursos que nos brindan las nuevas tecnologías llegar a un mayor público”.
Los participantes pudieron acceder a una mediateca digital, que fue posible descargar desde una red inalámbrica en el vestíbulo del cine Casablanca, con la quinta entrega de Los mil y un textos, una compilación hecha por el investigador y crítico Desiderio Navarro. También estaba disponible un compendio con Las 220 mejores películas de la historia del cine seleccionadas por la Asociación Hermanos Saíz.
Sobre los trucos y formas de obtener información o distribuir material audiovisual, versó el taller de experiencias que formó parte de la cita tecnológica. El público tuvo la oportunidad de preguntar, criticar y sugerir ideas para nuevos proyectos de alfabetización digital ante representantes de las instituciones involucradas: el monopolio estatal de las telecomunicaciones, Etecsa, Joven Club, Facultad de Informática de la Universidad de Camagüey, Citmatel, Portal Príncipe y la Unión de informáticos de Cuba.
También estaban invitados los llamados instructores wifi, un personal preparado para aportar información y asesorar a los usuarios en las diferentes zonas que proveen acceso inalámbrico a internet. Estos jóvenes explicaron la importancia de su trabajo, que definieron como un apoyo “a la población en un viaje que la aleje de la ignorancia digital”.
No se habló de los sitios digitales censurados en las redes nacionales, varios de ellos hechos desde Cuba
No se habló de los sitios digitales censurados en las redes nacionales, varios de ellos hechos desde Cuba. Algunos de los asistentes opinan que una próxima convocatoria del evento debería incluir a representantes de otros sectores que trabajan con las nuevas tecnologías y no sólo figuras de la escena cultural audiovisual.
No obstante, parece haberse librado en Camagüey una de las primeras batallas por “la emancipación tecnológica”, como la definiera García Borrero, una iniciativa que “demandará a largo plazo colaboraciones y contribuciones de las personas que estén empapadas con la informatización digital a favor de la cultura cubana”.
Al finalizar el evento, el gestor de este Primer Encuentro sobre Cultura Audiovisual y Tecnologías Digitales escribió en su blog que los sueños planteados “parecen hoy difíciles de alcanzar” pero “no importa que sean pocos los que, por el momento, se involucren en la empresa”. A su juicio, “hay que seguir haciendo las cosas de modo tal que lo escandaloso resulte que los demás las ignoren”.
