Pañales y tractores conectan la Fihav con las necesidades reales

La Feria Internacional de La Habana cerró este viernes con acuerdos y promesas económicas

El Gobierno cubano ha presentado a la Fihav una cartera de 395 proyectos en 15 sectores económicos. (Fihav)
El Gobierno cubano ha presentado a la Fihav una cartera de 395 proyectos en 15 sectores económicos. (Fihav)
Zunilda Mata

03 de noviembre 2017 - 21:01

La Habana/Los pañales italianos y los tractores Caterpillar han sido las estrellas de la Fihav 2017, que congrega hasta este viernes a más de 3.000 empresarios de 63 países, incluyendo Estados Unidos. Ambos productos tendrán presencia en la Isla si se cumplen las condiciones acordadas con los fabricantes para que se instalen en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM).

En su lucha por captar más de 2.500 millones de dólares en inversión extranjera directa, el Gobierno cubano ha presentado a la Feria Internacional de La Habana una cartera de 395 proyectos en 15 sectores económicos.

Más allá de los números, a menudo fantasiosos, que manejan las autoridades, lo que llama la atención de los cubanos entrevistados por 14ymedio es la creación de Industria Arthis, una empresa mixta cubano-italiana que construirá la primera fábrica de pañales desechables en Cuba. La entrada en producción está prevista para 2019 en la ZEDM.

Será un alivio para los cubanos, cansados de reciclar pañales desechables y enfrentar a sus hijos a las posibles infecciones que eso conlleva. Actualmente, el producto desaparece cíclicamente de las tiendas o se vende tan solo en las de divisas, por lo que muchas familias recurren al mercado negro o los importan para mantener el suministro. Los medios oficiales culpan del déficit a los acaparadores y la mala organización en la distribución, pero el propio presidente, Raúl Castro, admitió en 2012 la inexcusable necesidad de una industria propia. "Hay que hacerlo, no recuerdo cuánto cuesta, es cara , pero tenemos que hacerlo", clamó durante un Consejo de Ministros.

Más allá de los números lo que llama la atención de los cubanos entrevistados por '14ymedio' es la creación de Industria Arthis, que construirá la primera fábrica de pañales desechables en Cuba

Daniela, madre de un bebé que en 2019 ya no necesitará pañales, es toda una experta en su reutilización. "El relleno lo compro aparte y lo coloco en el pañal. Así ahorro dinero y evito tener que estar lavando pañales de tela, que me lleva tiempo y gastos de detergente", explica la joven, que por ahora se conformaría con lograr el sueño de "tener al menos un pañal desechable nuevo para cada día".

De las futuras instalaciones de Arthis saldrán cuatro tallas de pañales infantiles, además de tres tallas para adultos, con el relleno para reutilizarlos. Debido al envejecimiento de la población, en un país con casi un 20% de mayores de 60 años, la demanda crece en los dos extremos de la pirámide demográfica.

La lentitud que distingue todo el proceso inversionista en la Isla, no obstante, hace presagiar atrasos. El diario oficial Granma reconoció la pasada semana que este sigue lastrado por "las dilaciones excesivas del proceso negociador".

El economista Elías Amor desmenuza el problema sin ambages: "Desde hace muchos años, décadas, la economía castrista funciona al margen de las leyes inexorables del mercado", precisa el especialista. "Cuando tratan de aplicarlas y de incorporar alguna racionalidad a los procesos empresariales, van y lo hacen mal".

La Feria, no obstante, celebra otro avance este año con el regreso del gigante estadounidense Caterpillar, de la mano de Rimco, la empresa puertorriqueña, distribuidora oficial en el Caribe de la famosa maquinaria pesada.

La Feria celebra otro avance este año con el regreso del gigante estadounidense Caterpillar, que distribuye maquinaria pesada a través de una empresa puertorriqueña

Desde Expocuba, la noticia ha volado a las vegas de San Juan y Martínez, en Pinar del Río, donde el clan de los Pérez recibía con entusiasmo la noticia. "Tenemos un viejo tractor que lleva con nosotros más de medio siglo y está lleno de remiendos", cuenta el patriarca familiar.

Cultivadores de tabaco, flores y frutabomba, los Pérez han cuidado celosamente su pequeño tractor, pintado de un rojo encendido y que consideran la más preciada posesión de la familia. Su obsesión durante años ha sido conseguir las piezas de reemplazo para mantener funcionando "al monstruo", como algunos lo llaman cariñosamente.

Aunque aún se ignoran la fecha en que se pondrá en marcha la industria y si sus equipos se comercializarán directamente a los productores privados, el regreso de la marca, ausente desde 1959, se percibe como un gran paso.

A menos de un kilómetro de la casa de los Pérez otra familia espera con ilusión el desembarco. "La mayor parte del trabajo la hacemos a mano, con bueyes o con instrumentos como cuchillos y guatacas", cuenta Serafín, usufructuario de una parcela destinada al cultivo de frijoles y viandas.

"Siempre he querido tener un tractor pequeño que me sirva sobre todo para preparar la tierra", asegura el campesino a este diario. "No me importa qué marca sea, pero claro está que si es Caterpillar mucho mejor, porque mi abuelo tenía uno de esos y le duró mucho tiempo", opina el guajiro, que, aunque admite que el proceso se puede dilatar en el tiempo, supone que con la nueva maquinaria podrá producir más y con más calidad. "Y hasta vender mis productos en otros países, ¿quién sabe?", se pregunta esperanzado.

Hace un año, ambos agricultores enterraron sus sueños de mejorar tecnológicamente, cuando supieron que la empresa estadounidense de fabricación de tractores Cleber había sido excluida de los proyectos aprobados para instalarse en la ZEDM, con sus modelos de pequeño formato bautizados como Oggún.

"No nos vamos a dar por vencidos. Esto es a largo plazo", dijo entonces Saul Berenthal, cofundador de la empresa con Horace Clemmons, tras conocer la decisión de las autoridades cubanas. Doce meses después, todavía Cleber no ha podido entrar al mercado cubano y ahora un contrincante mayor, Caterpillar, se les adelanta.

Durante los cinco días que ha durado la edición de 2017 de la Fihav uno de los acuerdos más valorados a pie de calle es el de las telecomunicaciones

Durante los cinco días que ha durado la edición de 2017 de la Fihav los acuerdos que se han hecho públicos han sido numerosos y en muchos sectores, pero otro de los más valorados a pie de calle es el de las telecomunicaciones.

United Telecomunication Services (UTS), una empresa de la aliada Curazao, firmó con el monopolio nacional, Etecsa, un convenio destinado a incrementar el ancho de banda para el servicio de internet

Paul de Geus, presidente de UTS, explicó que la empresa opera una red de cables de fibra óptica submarinos que permiten el acceso directo de múltiples operadores globales, especialmente en el Caribe, Centroamérica y los países andinos.

"Para nosotros es un gran orgullo formalizar este acuerdo, resultado de un proceso de varias misiones comerciales exitosas coordinadas entre el ministerio de asuntos económicos de nuestro país y Cuba", explica el presidente UTS.

El Gobierno de La Habana parece, con este acuerdo, consolidar la búsqueda de nuevos aliados con los que mejorar su acceso a la red en el nuevo contexto de crisis venezolana (Caracas fue el proveedor del cable submarino para traer internet a la Isla) y tensión con EE UU desde la llegada de Donald Trump al poder, lo que enfría las posibilidades de cooperación con el vecino del norte en este ámbito.

Los contratos firmados sobre energías renovables no podrán compensar a corto plazo el déficit petrolero creado por la caída de 100.000 a 55.000 barriles que la Isla recibe cada día de su aliado bolivariano

Fuera de estas novedades, los aliados tradicionales en el ámbito comercial han querido también dejar su huella en esta edición. El primer socio de la Isla, Rusia, avanzó en las negociaciones de la reforma de la red de ferrocarriles, un proyecto que abarca trabajos en más de 1.100 kilómetros de vía férrea y el suministro de equipos de construcción, viales y transporte. Además, Aceros Inoxidables ACINOX y la rusa YUMZ firmaron un contrato por más de 30,2 millones de dólares para modernizar una fábrica productora de alambrón para la construcción.

España, segundo socio comercial de Cuba, aprovechó su notable presencia en la feria para revisar el estado de las relaciones económicas y tratar la renegociación de la deuda, pero además contribuirá a la expansión de la energía solar en Cuba, un sector que, bien gestionado, podría convertirse en clave para el desarrollo económico nacional.

La española Assyce Yield Energía S.A. instalará, junto a la alemana EFF Solar, paneles para generar 100 megavatios/hora de electricidad a las provincias occidentales de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque y Matanzas. Ambas compañías firmaron un contrato con la Unión Eléctrica de Cuba por un período de 25 años, por el que Assyce suministrará 55 megavatios/hora a Pinar del Río y Artemisa, mientras EFF entregará 45 megavatios/hora a Mayabeque y Matanzas.

Este acuerdo se inscribe dentro de la estrategia de La Habana para reducir su dependencia del petróleo que Venezuela le suministra a precios subsidiados pero en cantidades cada vez menores. Sin embargo, las energías renovables no podrán compensar a corto plazo el déficit petrolero creado por la caída de 100.000 a 55.000 barriles que la Isla recibe cada día de su aliado bolivariano.

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