“Nuestras acciones pueden hacerle perder el miedo a la gente”

José Daniel Ferrer durante la entrevista. (14ymedio)
José Daniel Ferrer durante la entrevista. (14ymedio)
Reinaldo Escobar

20 de enero 2015 - 06:05

La Habana/Pocos pueden imaginar que este activista, nacido en el oriente del país y que lidera la organización opositora más numerosa de Cuba es a su vez un lector compulsivo y un coleccionista de frases celebres. Conversar con José Daniel Ferrer se parece a un viaje que empieza con una octavilla lanzada en Palmarito del Cauto, salta a los mejores textos sobre la Revolución Francesa y termina en las páginas de algún tratado de psicología moderna.

Sin embargo, el mayor placer de hablar con un hombre así es verlo comportarse como si fuera libre a pesar de la vigilancia policial y de los años que ha pasado en prisión. En una rápida visita a La Habana, Ferrer ha respondido varias preguntas para los lectores de 14ymedio, sobre el momento que vive el activismo en Cuba y el nuevo escenario que se abre para la disidencia.

Pregunta. ¿Cómo ve la Unión Patriótica de Cuba las negociaciones entre los Gobiernos de La Habana y Washington?

Respuesta. Este proceso que comenzó después de 18 meses de conversaciones secretas será muy positivo para mejorar las difíciles condiciones de vida de nuestro pueblo. Sin embargo, el resultado final podrá apreciarse en la medida que se vayan implementando las flexibilizaciones anunciadas y según la forma en que estas se pongan en práctica. Si se aplican de manera inteligente y van acompañadas siempre de la solidaridad y el apoyo a la sociedad civil independiente, darán mucho más resultados que la política anterior.

P. ¿Y el embargo norteamericano?

R. Gran parte de nuestro pueblo y de la comunidad internacional ha sido muy crítica con el embargo norteamericano, que dura ya más de 50 años. En todo este tiempo, y especialmente tras la caída del bloque socialista, el Gobierno cubano ha responsabilizado al embargo de los desastres económicos e incluso lo ha utilizado para justificar la represión interna. Las medidas de Obama rompen esa justificación. Entran, además, en sintonía con el sentir de muchos cubanos y de la comunidad internacional.

P. Durante tu encuentro con varios congresistas norteamericanos trasladaste el agradecimientos de los activistas de tu organización excarcelados a raíz de las negociaciones. ¿Puedes dar más detalles sobre ellos?

R. De los 38 presos políticos que fueron excarcelados entre los días 7 y 8 de enero, 28 eran miembros de la Unión Patriótica de Cuba, o sea más del 70%. De los 10 que no eran de UNPACU ya hay 4 que nos han contactado y nos pidieron que quieren afiliarse a nuestras filas. Sin embargo, todavía nos quedan 14 activistas en prisión, 10 de ellos son miembros de células nuestras en las provincias orientales y otros 4 pertenecen a dos organizaciones asociadas a la nuestra.

"En cuanto se enteran de alguien que ha optado por no darse a conocer públicamente, lo amenazan con que puede perder su trabajo o cosas peores"

P. ¿Qué tipo de activismo hace la UNPACU?

R. Nuestra organización no es solo ese grupo de activistas audaces y valientes que se manifiestan de forma pacífica en las calles. Ese proceder, ese tipo de lucha, solo es la punta del iceberg. Nuestra estrategia incluye una gran variedad de formas de la lucha pacífica, como hacer seminarios, cursos, lanzar volantes cuando el viento es propicio, colocar carteles en lugares públicos... mejor, si es en la sede del Poder Popular o en las oficinas del Partido Comunista.

En una sociedad donde durante años el terror ha sido paralizante, nuestras acciones pueden hacerle perder el miedo a la gente.

P. ¿Ves una contradicción entre el activismo en la calle y otras formas de hacer disidencia?

R. El activismo discreto también molesta mucho al régimen. Ellos, a través de sus aparatos de inteligencia, saben por mucha discreción que tengamos, donde nos reunimos y con qué personas. En cuanto se enteran de alguien que ha optado por no darse a conocer públicamente, lo amenazan con que puede perder su trabajo o cosas peores. Sobre todo si es un individuo que, por su formación o por su talento, pudiera ser un fuerte protagonista. Pero si esa persona prefiere defender sus derechos, entonces las amenazas pueden llegar más lejos. Esa es la prueba de que le temen a estas formas de activismo tanto o más que a las otras.

P. Ha trascendido que la organización que lideras ha perdido algunas alianzas con otros grupos. ¿Es eso cierto? ¿A qué obedece?

R. Aquí entran a jugar muchos factores. En primer lugar, cuando otras organizaciones se fusionaron con la Unión Patriótica de Cuba, los órganos represivos también multiplicaron sus esfuerzos para dividirnos. Otro asunto es que algunos líderes creyeron en su momento que la mejor manera para acelerar el proceso de lucha no violenta era uniéndose a la UNPACU, pero luego han cambiado de idea. Ya sea porque se multiplicaron los ataques, o porque han surgido motivos de desencuentro y eso los ha hecho regresar a la situación anterior.

De hecho, quedan buenas relaciones entre estos grupos y nosotros. Seguimos en la mejor disposición de colaborar. Si tenemos que escoger qué es más importante, si colocarnos todos bajo un mismo nombre y que las cosas no se articulen debidamente o que cada cual mantenga el nombre de su organización y las cosas funcionen mejor, pues optamos por esto último. Nos hemos separado, pero no nos hemos enemistado.

"Algunos activistas y líderes opositores están en contra de las relaciones entre ambos Gobiernos y se oponen a que se vaya desmontando el embargo"

P. ¿Y el anuncio del 17D ha profundizado esas diferencias?

R. A raíz de estas recientes medidas anunciadas por los Gobiernos de Cuba y los Estados Unidos, hay quienes piensan que lo ocurrido ha sido un paso equivocado. Algunos activistas y líderes opositores están en contra de las relaciones entre ambos Gobiernos y se oponen a que se vaya desmontando el embargo. Sin embargo, hay que encontrar lo que nos une. Ellos quieren lo mismo que nosotros: la democratización del país y que en Cuba se respeten los derechos humanos. Quieren que seamos una nación justa, próspera, con todos y para el bien de todos. La diferencia está en los medios, no en el objetivo, que es común.

P. ¿Entonces, propones encontrar los puntos de consenso?

R. Sí, trabajaríamos en conjunto para alcanzar ese fin común incluso con aquellos que hoy difieren de nosotros en temas como este del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Esperamos que ellos entiendan también que pueden cooperar con nosotros.

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