La retirada de otro republicano reduce la pugna por la Presidencia de EE UU

El senador republicano Lindsey Graham. (Wikicommons)
El senador republicano Lindsey Graham. (Wikicommons)
Beatriz Pascual Macías

21 de diciembre 2015 - 20:50

Washington/(EFE).- El abandono este lunes del senador Lindsey Graham achica la abultada pugna republicana por la candidatura para las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, en la que los peor situados luchan por la supervivencia mientras crecen las apuestas sobre quiénes serán los próximos en tirar la toalla.

"Hoy he suspendiendo mi campaña para presidente. Quiero agradecer a todos los que han viajado conmigo", dijo este lunes en un vídeo de despedida Graham, cuyo apoyo en las encuestas de intención de voto estaba cerca del 0%, según la web de Real Clear Politics, que confecciona un promedio diario de los principales sondeos.

Su retirada deja a trece contendientes en la lucha por la nominación republicana, liderada por el magnate inmobiliario Donald Trump, que reúne a nivel nacional el apoyo del 34,4%, seguido de lejos por los senadores Ted Cruz (17,1%) y Marco Rubio (12,3%), según los datos de este lunes de Real Clear Politics.

A pesar del fenómeno provocado por Trump, el analista David Byler cree que la competición ha seguido tendencias similares a anteriores campañas y llama la atención sobre los abandonos que podrían producirse tras los caucus (asambleas populares) de Iowa y las primarias de Nuevo Hampshire, que tendrán lugar en febrero.

El calendario de primarias arrancará en esos dos Estados cruciales, donde los candidatos tienen que demostrar su capacidad de movilización para conseguir que los votantes elijan a delegados favorables, comprometidos a votar por ellos como candidatos presidenciales durante la convención nacional del partido. "Veremos un gran número de abandonos después de esas primarias", aventura Byler.

La mayor cantidad de retiradas se produciría si un "candidato de consenso" consigue arrasar en Iowa y Nuevo Hampshire, como ocurrió en la competición de 1996, cuando el senador republicano Bob Dole ganó la nominación de su partido, pero fue derrotado por el presidente demócrata Bill Clinton (1993-2000).

Una temprana victoria aplastante podría repetirse en el bando demócrata con la favorita Hillary Clinton

Una temprana victoria aplastante podría repetirse en el bando demócrata con la favorita Hillary Clinton, que, si acumula varios triunfos, podría forzar el abandono del exgobernador Martin O'Malley aunque todavía podría contar con la resistencia del senador Bernie Sanders, con el 51,3% del apoyo actualmente en Nuevo Hampshire.

La perspectiva del maratón republicano parece más incierta pues, al contrario de lo que muchos aventuraban este verano, Donald Trump parece haber venido para quedarse.

Considerado por sus detractores como un candidato "poco serio", Trump ha conseguido arrebatar el puesto de líder al exgobernador de Florida Jeb Bush, hijo y hermano de presidentes, y lo ha hecho a golpe de descalificaciones, contra los inmigrantes y, recientemente, contra los musulmanes.

No obstante, si Trump cae derrotado en Iowa o en Nuevo Hampshire, podría salir beneficiado el senador Ted Cruz, que reúne en Iowa el 30,2 % de la intención de voto en ese estado, según la web Real Clear Politics.

En todo caso, el mejor escenario para el aparato del Viejo Gran Partido (Grand Old Party, GOP, como se conoce la formación republicana en EE UU) sería que, tras las primarias de Iowa, Nuevo Hampshire y Carolina del Sur, permaneciera en liza un gran número de candidatos, pero solo uno de los favorables al establishment, según Byler. De esta forma, las tradicionales esferas de poder republicanas podrían concentrar sus esfuerzos en apoyar a un solo pretendiente.

En ese caso, los comentaristas coinciden en situar como supervivientes de la batalla republicana a Trump, el neurocirujano retirado Ben Carson, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, así como al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, e incluso a Bush, que solo reúne el 4,6% del apoyo a nivel nacional, según los últimos sondeos.

Marzo podría ser el mes determinante para comenzar la criba con la votación de muchos Estados sureños

Marzo podría ser el mes determinante para comenzar la criba con la votación de muchos Estados sureños, tradicionalmente evangélicos y conservadores, que favorecían a candidatos como Trump o Cruz, frente a las primarias que también celebrarán Ohio y Florida, donde Rubio o Bush podrían anotarse la victoria.

Para entonces, el candidato republicano que mejor consiga mantener el equilibrio entre fuerza y moderación será probablemente el que sobreviva.

En la actualidad tienen todas las papeleta para abandonar la pugna por la nominación republicana, según las encuestas, el exsenador Rick Santorum y los exgobernadores George Pataki y Mike Huckabee.

Falta cerca de un año para las elecciones presidenciales del 8 de noviembre de 2016 y queda mucho por decidir, pero lo que EE UU garantiza es espectáculo en una larga y vertiginosa carrera en la que un imprevisto podría cambiar todas las previsiones.

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