Cajón de Sastre
Los mercenarios del castrismo
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Miami/De nuevo leemos y escuchamos que jóvenes cubanos mueren en tierras extranjeras por responsabilidad del régimen totalitario castrista impuesto hace más de 66 años por los hermanos Fidel y Raúl Castro, principales artífices de la destrucción de la nación, no solo de la República.
Mercenarios cubanos operan en Ucrania a favor de Rusia y del coronel de la KGB, Vladimir Putin. Según la inteligencia ucraniana, han muerto 39 isleños vistiendo el uniforme ruso, se desconoce la cifra de heridos o desaparecidos, destacando que se supone que otros 20.000 están prestando servicio al Kremlin.
Algunos medios señalan que estos jóvenes han sido engañados con falsas promesas de trabajos en la construcción y almacenes, con salarios bien remunerados en comparación con la miseria de los sueldos en Cuba, mientras ignoraban que iban a participar en una guerra imperialista.
La dictadura es muy hábil en venderle a la población sueños que son en realidad horribles pesadillas
Sin embargo, no descarto, conociendo al castrismo, que muchos estén participando voluntariamente como ocurrió en el pasado. La dictadura es muy hábil en venderle a la población sueños que son en realidad horribles pesadillas.
Fidel y Raúl enviaron a decenas de miles de cubanos a servir en África. Muchas de estas personas fueron presionadas por el régimen, amenazados de diferentes maneras y sin alternativas de actuar según su conciencia, pero otros, no pocos, fueron voluntariamente. Estaban convencidos de la consigna “el futuro es del socialismo”, por lo que asumían el riesgo para lograr una cómoda posición en la utopía de mañana.
Solamente a Angola viajaron en uniforme cerca de medio millón de cubanos y se puede asegurar que muchos, pero muchos, no tuvieron que ser amenazados para servir en el último ejército imperialista de habla hispana, el de Fidel Castro, porque estaban imbuidos de aquel “internacionalismo proletario” que proclamaba el asesino en serie Ernesto Che Guevara, quien introdujo a Cuba en las guerras africanas con el beneplácito de los hermanos todopoderosos.
El totalitarismo castrista no cesaba de atacar a Estados Unidos por su participación en la guerra de Vietnam, sin embargo, proporcionalmente a sus respectivas poblaciones, el régimen de la isla envió más efectivos a servir en Angola que Washington al país asiático.
El imperialismo de los hermanos Castro se extendió por todo el continente como tratando de imitar a las naciones europeas colonialistas del siglo XIX. Fidel Castro, bajo el pretexto de la hipócrita solidaridad entre los trabajadores, envió entre 12.000 y 17.000 efectivos, incluido aviadores, más de 350 tanques y baterías de artillería a Etiopía, para apoyarla en una guerra territorial.
Los Castro satisfacían así un pedido de ayuda de otro tirano, el nuevo amo de la antigua Abisinia, el amigo y aliado, también servidor de Moscú, Mengistu Haile Mariam, que estaba en guerra con Somalia por la región del Ogaden, un conflicto bélico poco recordado en la Isla porque, como relata el periodista independiente Luis Cino, es una forma de borrar de la historia al general Arnaldo Ochoa, quien sirviera a sus amos con mucha fidelidad durante largos años.
Es muy cierto que en Cuba hay mucha sangre africana como consecuencia de la esclavitud, pero es posible que ningún otro pueblo latinoamericano haya derramado más sangre en África que el cubano como consecuencia de los conflictos creados por el totalitarismo.
La voluntad mercenaria de tantos cubanos es parte de la devastación moral causada por la dictadura
La voluntad mercenaria de tantos cubanos es parte de la devastación moral causada por la dictadura.
La sustitución de valores en la población ha sido escalonada, metódica, pero no menos espantosa, siendo lo peor la pérdida del sentido de nación y la falta de civismo de una gran parte de la sociedad. Por suerte, no faltan reductos de decoro en los que está la simiente de una nación, aunque en el presente están presos o padeciendo un destierro interno, son partes de la imprescindible reserva de la Patria.
El castrismo, para servir a la política hegemónica de la extinta Unión Soviética vituperó nuestros valores más trascendentes en un intento de refundación nacional que alteró negativamente la conciencia ciudadana. Atacó la Iglesia, falseó la historia, mientras forjaba nuevos paradigmas a hechura y semejanza de las propuestas del tirano. Toda la gestión del totalitarismo ha motivado una pasión materialista que se caracteriza de servir a quien mejor paga.
Los cubanos que han servido como mercenarios del castrismo no son siempre víctimas de la dictadura, a veces, han sido victimarios.
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