¿Quién es ajeno a la cultura?
El primero de abril, la Jiribilla hizo pública una Declaración del Comité Organizador de la Décima Bienal de La Habana, refiriéndose a lo ocurrido el domingo 29 de marzo en el centro Wifredo Lam, durante el perfomance de la artista Tania Bruguera. Tuve la tentación de responder , a modo de glosas marginales, este texto que en un principio sospeché que era apócrifo, porque me negaba a creer que una institución cultural fuera capaz de, en tan poco espacio, insultar, mentir y descalificar con el desparpajo e incontinencia que lo ha hecho este Comité Organizador.
Da pena la definición de “personas ajenas a la cultura” que hace este Comité para referirse a quienes esa noche, de forma individual y sin responder a ningún mandato, escalamos el podio creyendo que era sincera la propuesta de Tania Bruguera de que, desde aquel micrófono y durante un minuto, cada cual podía decir lo que quisiera. Ya alguien me había advertido que aquello podía ser una ratonera con un suculento manjar como carnada. Prefiero creer que la artista es inocente y que la metamorfosis de la tribuna en patíbulo ha sido obra de los burócratas.
Es muy fácil demostrar que uno es asalariado de alguna entidad, basta mostrar la nómina. Lo difícil es demostrar lo contrario. Por suerte todo el mundo sabe quien le paga a los integrantes de este comité y es de sobra conocido el celo con el que defienden su salario. Pensándolo mejor, habría que decir que les pagan tan poco para que nadie los pueda acusar de mercenarismo oficialista.
De verdad que no tengo estómago para jugar a la “Crítica del programa de Gotha” con este panfleto, por eso tengo una sola pregunta al comité, que hago extensiva a quienes les pagan: ¿No había esa noche entre tanto público un solo militante del partido o de la UJC, un solo cederista destacado, que tuviera la iniciativa de colocarse frente al micrófono a “salirle al paso” a lo que el comité ha llamado “una provocación contra la Revolución Cubana”? Tal vez a quienes vimos y retratamos allí esa noche fue a algunos dobles de viceministros de cultura e incluso de miembros de ese comité, cuyos nombres no voy a revelar, por un motivo diferente al que tuvieron ellos cuando no mencionaron los nuestros.
¿Será que ya se acabó la batalla de ideas y no nos hemos enterado?