El mismo viejo secretismo
El pasado jueves a eso de las 6 de la tarde amigos de diferentes partes del mundo nos estaban enviando mensajes de texto informando los resultados de la votación de una Resolución sobre Siria en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cuba apareció allí en la lista de 13 gobiernos que votaron en contra frente a una abrumadora aprobación de 137 países y 17 abstenciones.
A las 8 de la noche quise ver la forma en que el Noticiero Nacional de la televisión reflejaba la noticia y ¿para mi sorpresa? el locutor dijo que a esa hora todavía continuaban los debates en la ONU, sin mencionar los resultados de la votación.
Me pregunto si esa es la forma en que se cumplen los acuerdos de la 1ra Conferencia del PCC para erradicar el secretismo en nuestros medios informativos. Si se nos niega conocer una información que ya era compartida por el resto del planeta y que ni siquiera tiene que ver directamente con algún secreto cubano en la esfera militar o económica, cómo vamos a esperar que nos hablen de esos asuntos incómodos que ocurren en nuestro país en sitios a donde no llegan los corresponsales extranjeros y que solo podrían ser informados a través de los medios oficiales.
Los cubanos tuvimos que esperar al otro día para enterarnos que la comunidad internacional condenaba los atropellos del gobierno sirio contra su propio pueblo. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para saber que en San Juan y Martínez la seguridad del estado impide a las damas de blanco acudir los domingos a la iglesia? ¿Cuánto, para saber el número final de muertes en los derrumbes habaneros, los taxistas desaparecidos, los desfalcos en los bancos, los responsables de la corrupción, las cosechas fracasadas, los desalojos en la vía entre Santiago de Cuba y el santuario del Cobre…?