Otra vez Yoani
A finales de 2008, publiqué aquí un texto titulado “El año de Yoani”, donde desglosaba las distinciones y los logros alcanzados por la célebre bloguera en esa etapa. Advertí entonces que el 9 era su número de suerte y el 2009 también fue arrollador, especialmente por la mención del María Moors Cabot en la Universidad de Columbia y la entrevista lograda a Barak Obama, entre otros. Ahora, en las postrimerías del 2010 y en los días en que celebraba su 35 cumpleaños, llegaron dos nuevos lauros: el del IPI en Austria, declarándola Héroe de la Libertad de Expresión y uno de los premios Príncipe Claus que se ofrecen en Holanda.
He tenido la excepcional oportunidad de estar junto a ella cada vez que se entera de un premio nuevo. Lo toma siempre con sorpresa y pudor. Ahora mismo, cuando responde una de las decenas de entrevistas vía telefónica de alguna estación de radio o televisión, el periodista dice que está confundido porque no tiene claro cuál de los dos galardones recibió en esta ocasión. Casi con pena aclara que “es que son los dos” y añade “discúlpame”.
La verdadera alegría asoma a sus ojos cuando la llaman los amigos de todas partes del mundo para felicitarla. Los miles de comentaristas que acuden casi diariamente a su blog Generación Y, los voluntarios que traducen sus textos a 22 lenguas diferentes; los que aclaran que llaman desde un teléfono público y que no pueden decir su nombre porque el miedo se los impide; los otros, a los que ayudó a tener un blog propio, a conectarse con Twitter a través de un celular sin Internet o fueron sus alumnos en la Academia Blogger, aquellos a quienes ella nunca dijo “sígueme”, pero a quienes armó de conocimientos y de coraje para que encontraran su propia forma de empoderarse.