Al menos el 30% de la población cubana ha tenido dengue o chikungunya

Cuba

Las autoridades sanitarias desmienten que la actual epidemia se deba a una enfermedad nueva

Indicaron que se debe hospitalizar a todos los pacientes que tengan síntomas, pero que no es preciso estar en un centro sanitario.
Indicaron que se debe hospitalizar a todos los pacientes que tengan síntomas, pero que no es preciso estar en un centro sanitario. / 14ymedio
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13 de noviembre 2025 - 13:34

La Habana/En la página de Cubadebate reina, desde la llegada del huracán Melissa, un rótulo que reza #FuerzaCuba para dar ánimo a las más de 3,5 millones de personas afectadas por las lluvias en el oriente de la Isla. El lema podría aplicarse también a las víctimas de la epidemia que se ha extendido a todo el país y por la que, después de varias semanas, las autoridades han decidido dar explicaciones.

Sin paños calientes, al menos el 30% de la población ha estado contagiada en algún momento, calculan en Salud Pública, dijo este miércoles el director nacional de Epidemiología, Francisco Durán García, que aportó pocas novedades con respecto a la reunión, este martes, de las autoridades políticas y los expertos en ciencias, aunque sí quiso dejar claro que no se trata ni de una enfermedad nueva ni de influenza, sino de dengue y chikungunya

Sobre esta última hicieron hincapié en el programa televisivo de este lunes, dejando de lado al dengue, más conocido por la población. Su expansión se localiza –como se dijo el día anterior– en un 98% al norte y centro de la Isla, llevándose Matanzas la peor parte. María Guadalupe Guzmán Tirado, directora del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto Pedro Kourí (IPK), explicó que los ciudadanos sienten más temor en este momento por el chikungunya, por ser un virus relativamente nuevo en Cuba, trasmitido por el mosquito Aedes aegypti, el mismo vector del dengue y el zika.

Sus síntomas pueden tardar hasta tres meses en desaparecer y los dolores articulares son muy fuertes

La doctora dio amplias explicaciones sobre esta enfermedad que mantiene a la Isla en jaque, ya que sus síntomas pueden tardar hasta tres meses en desaparecer y los dolores articulares son muy fuertes. Guzmán quiso zanjar una polémica muy viva sobre la necesidad de realizar pruebas diagnósticas para determinar el padecimiento y la incapacidad de Cuba de realizarlo por falta de medios. “No es necesario realizar una prueba de laboratorio a cada paciente con síntomas, ya que el cuadro clínico es muy típico. El diagnóstico por nexo epidemiológico es suficiente para la notificación y la acción de salud pública, reservándose la confirmación virológica para situaciones específicas como la detección de la circulación inicial, casos graves o complicados”, expuso.

Los protocolos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) determinan, en efecto, que el diagnóstico laboratorio está indicado solo para identificar el inicio de un virus o en casos específicos, pero no cuando hay un brote comunitario ya, como es el caso de Cuba, donde se contabilizan hasta la fecha 21.681 según fuentes oficiales. Esto supone una tasa de 223,5 casos por cada 100.000. Para hacerse una idea de la dimensión, en uno de los brotes regionales más recientes (2022), la incidencia en el continente fue de 27,2 por cada 100.000 habitantes, con Belice a la cabeza (más de 600), seguido de Brasil, con 124. 

La enfermedad lleva décadas arraigada en el continente, con una etapa comprendida entre 2023 y 2016 de gran virulencia, pero en Cuba su presencia era mucho más controlada. “Nos tocó ahora, y puede haber entrado por viajeros provenientes de lugares donde se mantiene la transmisión”, señaló. ¿Qué ha ocurrido para que la situación se descontrole? Una de las cosas, señaladas a las claras por la doctora, es la desastrosa gestión de las basuras. A la proliferación de tanques de agua en las viviendas –generada por el mal suministro del servicio– se le une, espetó, “el manejo inadecuado de los residuos sólidos y las deficiencias en el saneamiento”. 

Esta acusación vino acompañada, para amortiguar, del testimonio de Madelaine Rivera Sánchez, jefa de la Dirección Nacional de Vigilancia y Lucha Antivectorial, que atribuyó al “bloqueo económico de EE UU” las dificultades para adquirir equipos de fumigación o piezas para repararlos.  

Argumentó que puede “existir demora” o “baja disponibilidad de algunos medicamentos”, pero sí hay atención y camas

“Próximamente deben llegar equipos de fumigación a todas las provincias”, dijo, antes de pedir a los residentes que abran sus puertas a las brigadas e insistir en que solo son 45 minutos de emisiones. “Volvemos al mismo círculo si entre todos no actuamos”, dijo, e instó a la población a mantener la limpieza en sus hogares. 

La doctora Yagen María Pomares Pérez, directora de Atención Primaria de Salud del Ministerio de Salud Pública, indicó que se debe hospitalizar a todos los pacientes que tengan síntomas, pero puntualizó que no es preciso estar en un centro sanitario. “Cuando hablo de hospitalización, me refiero a que el ingreso puede ser domiciliario o en instituciones primarias o secundarias”.

No obstante, defendió el sistema de salud y argumentó que puede “existir demora” o “baja disponibilidad de algunos medicamentos”, pero sí hay atención y camas. “Debemos asumir la misma dinámica de respuesta que aplicamos durante el covid-19”, afirmó. “El chikungunya puede derivar en la muerte y debe ser tratado con la seriedad que corresponde”, advirtió la doctora. “Lo fundamental desde los primeros síntomas es mantener la hidratación y el reposo, y acudir al médico sin automedicarse”.

Además, el doctor Daniel González Rubio, infectólogo del Instituto de enfermedades tropicales Pedro Kourí, describió los síntomas de la enfermedad, especialmente los dolores articulares, y las fases que tiene. Tras la incubación, de una semana, comienza la aguda, con intensos dolores y fiebres de 40 grados o más. “Esta artritis puede llegar a invalidar a la persona y dificultarle la realización de tareas cotidianas”, explicó el especialista. 

A ella le sigue la fase subaguda, de hasta tres meses, con dolores persistentes, rigidez y posibles recaídas. Además, hay un grupo de pacientes que evoluciona a una fase crónica y sus síntomas pueden durar años. 

Durán cerró el programa afirmando que se organizan y aprueban ensayos clínicos para probar el fármaco Jusvinza en casos crónicos de artritis por chikungunya. “No es que estemos lentos, es que tiene un proceso”, afirmó. Mientras tanto, dijo, “todos tenemos que participar activamente en la eliminación del vector y el ordenamiento del medio”.

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