López Obrador planea terminar el Tren Maya con gravilla cubana
El Gobierno explora la importación hacia el puerto de Sisal, en el Caribe mexicano, o a través de Belice
La Habana/El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció este viernes sus planes de importar balasto desde Cuba, un material constructivo conocido en la Isla como "gravilla", para la construcción del Tren Maya, un megaproyecto que ha motivado una dura polémica por su impacto ambiental.
"Voy a comentar algo para que nos cuestionen nuestros adversarios", dijo López Obrador, mientras señala en una diapositiva un mapa de Cuba. "Es muy probable que para este tramo traigamos balasto, que sí hay acá, por transporte marítimo", indicó durante su habitual conferencia mañanera en el Palacio Nacional.
El Tren Maya es una línea férrea de unos 1.550 kilómetros en la Península de Yucatán, cuya construcción ha sido puesta en tela de juicio por organizaciones ambientalistas. Varios activistas acusan a la Administración de López Obrador de pasar por alto la legislación ambiental para su ejecución, y le imputan supuestas irregularidades en el manejo del presupuesto, que rebasa los 15.000 millones de dólares.
El proyecto corre contra reloj porque el Gobierno mexicano se ha comprometido a que entre en funcionamiento a fines de 2023, pero se enfrenta a una escasez de gravilla, indispensable en las vías férreas para la distribución de cargas.
López Obrador dijo que "lo ideal" es traer el material de construcción desde Cuba al puerto de Calica, ubicado en el municipio de Cozumel, en el Caribe mexicano, pero esta terminal está inoperante después de que en mayo de 2022 el Gobierno clausurara la empresa que lo administraba, una filial de la estadounidense Vulcan Materials, acusada de sobreexplotación en la extracción de piedra caliza.
"Voy a comentar algo para que nos cuestionen nuestros adversarios", dijo López Obrador, mientras señala en una diapositiva un mapa de Cuba
Otra opción, continuó explicando el mandatario, es llevar las piedras cubanas al puerto de Sisal, unos 300 kilómetros de distancia del lugar donde se construye el tren. También analizan un acuerdo con Belice para que les permita anclar en una de sus plataformas marítimas.
El mandatario rechazó nuevamente las críticas de la oposición al Tren Maya que han querido "sonsacar" a las personas que viven en las zonas aledañas del ferrocarril. "Por eso voy cada tres semanas a hacer el recorrido, porque tenemos que terminar en diciembre del año próximo", agregó.
La importación de gravilla cubana no es el único acercamiento de tipo económico de López Obrador con La Habana. El Gobierno mexicano también generó controversia al contratar a cientos de médicos cubanos para cubrir el "déficit de especialistas" en México, quienes se asignan a unidades de salud en zonas remotas o de alto índice de violencia. El Gobierno ha asegurado que paga por cada profesional un salario de 2.600 dólares, casi el doble de lo que asigna a cada plaza para los médicos nacionales.
La contratación de médicos cubanos también ha sido criticada por la organización Prisoners Defenders (PD), que en agosto pasado publicó un informe titulado La verdad militar detrás de las misiones médicas cubanas en México, y en el que reveló que ninguno de los sanitarios enviados en las últimas brigadas a México es realmente especialista sino generalista, además de que "todos son militares".
La organización aseguró que los sanitarios enviados en las misiones son "de la Inteligencia cubana o G2, introducidos ya en el país a través de aeropuertos militares, sin que las autoridades, salvo el presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo más cercano, puedan conocer este hecho".
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