Quejas por la adulteración del peso en la venta de pollo congelado

Los clientes sostienen que es habitual encontrar hielo o cartón para ocultar la sustracción de piezas del producto

A mediados de 2016 las autoridades decretaron una rebaja en los precios de varios alimentos, entre ellos las piezas de pollo congelado que se comercializan en cajas de entre 10 y 23 kilogramos. (14ymedio)
A mediados de 2016 las autoridades decretaron una rebaja en los precios de varios alimentos, entre ellos las piezas de pollo congelado que se comercializan en cajas de entre 10 y 23 kilogramos. (14ymedio)
Marcelo Hernández

02 de octubre 2018 - 16:56

La Habana/Llegó a su casa ilusionado, tras cinco horas de larga cola, con una caja de muslos de pollos congelados que compró en la céntrica Plaza de Carlos III en La Habana. Al abrirla, el cliente detectó que faltaban al menos seis piezas y en su lugar se habían agregado trozos de hielo para rellenar los huecos y mantener el peso del paquete.

La adulteración en la cantidad del producto es una práctica común en la red de tiendas en moneda convertible en Cuba y se ha agravado con la comercialización de mercancía al por mayor. La sustitución de parte de los alimentos por hielo, cartón o plástico apenas sorprende ya a los indignados usuarios que ven cómo su dinero se desvanece pagando por un peso que no se corresponde con el real.

Este lunes, al menos cuatro clientes protestaron por el robo de piezas de pollo de las cajas aparentemente selladas que se venden en la carnicería ubicada en la planta baja de la Plaza de Carlos, según confirmó 14ymedio. La administración ha recomendado a los compradores revisar el peso del paquete antes de "abandonar la unidad". Sin embargo, el pesaje no evita la estafa.

Este lunes, al menos cuatro clientes protestaron por el robo de piezas de pollo de las cajas aparentemente selladas que se venden en la carnicería ubicada en la planta baja de la Plaza de Carlos

"No sirve de nada revisar el peso porque quitan las piezas y colocan hielo para lograr que la caja alcance las libras que dice por fuera", lamenta Omara, una habanera de 47 años que asegura haber sufrido la pérdida de al menos ocho piezas de muslos de pollos de una caja que adquirió en el local. "No es solo aquí, pasa en todas partes", asegura.

"Adulteran el detergente de fregar echándole agua y ahora vamos a tener que desarrollar vista de rayos equis para poder detectar si falta pollo en una caja que parece sellada", lamenta Omara. "Hasta las que me compra mi hija a través de páginas de internet, que vende a los emigrados, vienen bautizadas".

La pérdida de buena parte del apoyo económico de Venezuela ha agravado el desabastecimiento y algunos productos alimenticios han desaparecido de los anaqueles de las tiendas o faltan con frecuencia.

"Las cajas tienen el peso estampado y aquí no hay tiempo de cambiar nada en su interior porque al descargarlas del camión se venden, ni siquiera almacenamos el producto de un día para otro porque ahora mismo hay mucha demanda", responde un empleado del centro comercial que pidió el anonimato. "Si cuando el cliente las abre le falta algo no fue aquí donde se lo quitaron".

El trabajador acusa a los almacenes de distribución y a posibles robos en el puerto. "Todo el mundo nos echa la culpa a nosotros pero este es un problema que también nos afecta porque tenemos que estar escuchando las quejas y las acusaciones", explica.

Cimex reconoce que se han encontrado "irregularidades" en las "inspecciones sorpresivas que se realizan en los almacenes y centros de recepción", aunque si los protocolos se siguen "no debe haber ninguna adulteración"

En la oficina central de la corporación Cimex en La Habana una funcionaria indica a este diario que se trata de "pollo importado que se comercializa sellado", por lo que el cliente se encuentra ante "la calidad original de la mercancía, que ha pasado por un procedimiento de congelación húmeda" de la que pueden derivarse "esas piedras de hielo que se ven al abrir la caja".

No obstante, reconoce que se han encontrado "irregularidades" en las "inspecciones sorpresivas que se realizan en los almacenes y centros de recepción". Si los protocolos se siguen "no debe haber ninguna adulteración", puntualiza la funcionaria, que no quiso precisar su nombre vía telefónica.

"Muchas veces se dice que hay adulteración pero no la hay". La administración impone sanciones si se detectan este tipo de irregularidades, entre ellas se incluye la pérdida del puesto de trabajo, para evitar eventuales sustracciones.

Luis Jorge, de 36 años y asiduo comprador de cajas de pollo congelado para una paladar en la que labora como mensajero discrepa con la funcionaria de Cimex. "Si uno se fija bien, puede detectar por dónde abrieron el paquete para colar los trozo de hielo", asegura. "Son verdaderos maestros de la estafa los que hacen esto pero aún así dejan huellas".

A mediados de 2016 las autoridades decretaron una ligera rebaja en los precios de varios alimentos. Entre los productos que se beneficiaron estaban las piezas de pollo congelado que se comercializan en cajas de entre 10 y 23 kilogramos, una medida que incentivó la compra, especialmente entre los pequeños negocios privados que ofrecen pollo en su menú.

En junio de este año la venta de pollo congelado fue racionada en las tiendas en pesos convertibles de la provincia de Villa Clara y se dejaron de comercializar cajas completas del producto

Con el paso de los meses muchas familias comenzaron a adquirir las cajas de partes de pollo para garantizar el suministro en medio del desabastecimiento. Las colas para adquirirlo pueden durar horas y la mayoría de las veces solo se encuentran las cajas de muslo y contramuslo. Las de pechugas o pollo entero son las que más escasean.

En junio de este año la venta de pollo congelado fue racionada en las tiendas en pesos convertibles de la provincia de Villa Clara y se dejaron de comercializar cajas completas del producto. Las autoridades locales decretaron la medida a partir de los daños provocados por la tormenta subtropical Alberto y la presentaron como una solución a corto plazo para el desabastecimiento de comida. Los villaclareños tardaron varias semanas en poder volver a comprar mayores cantidades del producto.

Cuba importa entre el 60% y el 70% de los alimentos que consume, una operación que cuesta cada año cerca de 2.000 millones de dólares y que se ha complicado con los problemas de liquidez que atraviesa la Isla. Desde Estados Unidos los alimentos que llegan con mayor frecuencia son, justamente, el pollo congelado y algunos granos.

Durante su reciente visita a Nueva York, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel se reunió con empresarios estadounidenses vinculados al sector agropecuario. "Comprar alimentos, que se conocen son de muy buena calidad, producidos por ustedes para nosotros representaría facilidades y oportunidades", puntualizó el mandatario durante la reunión.

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