Se hunde la producción de tomate en Cuba y los precios se disparan

En La Habana una libra de tomates no baja de los 25 pesos, el salario de un día de cualquier profesional

La producción de tomate en Cuba ha caído estrepitosamente en 2019, especialmente por falta de fertilizantes. (V. C. Nisida)
La producción de tomate en Cuba ha caído estrepitosamente en 2019, especialmente por falta de fertilizantes. (V. C. Nisida)
Marcelo Hernández

24 de noviembre 2019 - 18:38

La Habana/ Entre los productos más solicitados por la avalancha humana que arrasó el Mercado de Cuatro Caminos estuvo la salsa de tomate, un ingrediente imprescindible en muchas recetas. A falta del producto o ante su elevado precio, un tetrapack de puré concentrado es la única opción para preparar pastas, sazonar garbanzos o hacer un fricasé de pollo.

Quienes buscan ansiosamente esta popular hortaliza ya saben que las noticias que depara este fin de año no son nada buenas. La producción nacional de tomate ha caído estrepitosamente a lo largo de 2019 y las causas del descalabro van desde problemas para acceder a los fertilizantes, las semillas, dificultades con el combustible y un atraso en el inicio de la siembra a causa de cuestiones climáticas.

La prensa oficial dijo que "estaba prevista la entrega, por parte del Ministerio de Agricultura, de 79.940 toneladas de tomate", pero solamente los mercados recibieron 22.814. El plan estatal, como de costumbre, apenas se alcanzó en un 28%.

Lejos de las planas de los periódicos oficiales, los pueblos tradicionalmente tomateros saben del impacto negativo que tiene esta caída en sus vidas. En Lajas (Cienfuegos), Remberto Godínez ha tenido que destinar parte de las tierras que hace seis años tiene en usufructo a sembrar yuca y malanga, en detrimento de tomate, el producto que antes reinaba en su finca.

"El fertilizante está perdido y así es muy difícil sacar una cosecha adelante", explica Godínez.

"Además, las plagas se han cebado este año con los cultivos porque tampoco tenemos manera de combatirlas y pensar en sembrar un tomate tapado es una locura ¿Dónde vamos a conseguir la tela?"

"Además, las plagas se han cebado este año con los cultivos porque tampoco tenemos manera de combatirlas y pensar en sembrar un tomate tapado es una locura ¿Dónde vamos a conseguir la tela?"

Godínez comenzó hace dos años a experimentar con el tomate "empalado", una fórmula para potenciar el crecimiento vertical de la plantación poco usada en la Isla pero que logra resultados favorables y un producto más cuidado. "Lo tuve que dejar porque hasta conseguir las estacas para la siembra se ha puesto difícil", comenta a este diario vía telefónica.

El campesino no ve un buen pronóstico para los próximos meses. "Llovió mucho en octubre y no pudimos montar los semilleros, así que la siembra ha comenzado muy atrasada. Para fin de año no va a haber tanto tomate como otras veces", advierte. "Creo que este año en Navidad la familia que pueda comer con tomate puede sentirse muy dichosa".En las tarimas de los mercados los elevados precios del producto dan la razón a Godínez. En La Habana los mercados mejor surtidos, como el de la calle San Rafael en Centro Habana y el de 21 y B en el Vedado, llevan un par de semanas ofertando tomates pero la libra no baja de los 25 pesos, el salario diario de un profesional. En Artemisa, tierra donde también se cultiva ampliamente este alimento los precios han superado los 30 CUP la libra y en Trinidad, una zona turística con alta demanda por parte de restaurantes y hostales, alcanzan los 50 CUP.

La provincia cubana más tomatera es Ciego de Ávila, una región que no escapa a la crisis. En 2019 los avileños cosecharon 33.945 toneladas de la hortaliza, según datos ofrecidos por la prensa local, pero en lo que va de este año apenas han podido recoger de los campos unas 12.450 toneladas.

La situación en Ciego de Ávila reduce la oferta a la población de los derivados del tomate: salsas, puré y conservas de otro tipo, porque la industria Ceballos, la más importante a nivel nacional en el procesamiento y envasado de ese producto, está en ubicada en esta provincia y consume una parte importante de la producción local.

La provincia cubana más tomatera es Ciego de Ávila, una región que no escapa a la crisis. En 2019 los avileños cosecharon 33.945 toneladas de la hortaliza, pero en lo que va de este año apenas han podido recoger de los campos unas 12.450 toneladas

"El paquete tecnológico no llegó a tiempo y cuando llegó estaba incompleto, especialmente el nitrogenado", aclara Nancy Palmero, una productora que junto a su esposo y sus dos hijos cosechan tomate a las afueras de Morón. "Tenemos problemas para sacar el tomate del campo porque el combustible falta y las cajas también".

La crisis energética que se ha agravado en Cuba en los últimos meses tiene una incidencia muy negativa en la agricultura, un sector golpeado por otras carencias. A raíz de la escasez en las gasolineras la demanda informal sube y parte del diésel que se vende en el mercado negro de la Isla proviene del desvío de recursos en granjas estatales y cooperativas.

La propia Empresa Agroindustrial Ceballos confirma el contratiempo en un informe recién publicado. El año pasado la industria produjo 4.565 toneladas de derivados del tomate, entre pasta, puré, salsa condimentada y otras conservas. Mientras que en los primeros nueve meses de 2019 apenas se habían logrado 1.339.

"El poco tomate que hemos logrado lo hemos vendido en la puerta de la casa", cuenta Nancy Palmero. "La gente está tan desesperada porque no hay puré que nos lo arrebatan de la mano".

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