Hasta el cine Chaplin se quedó a oscuras durante una proyección del Festival
Cuba
Solo fueron 30 minutos sin corriente, a diferencia de los barrios populares de La Habana, que sufrieron un apagón de 12 horas
La Habana/Este lunes, mientras varios barrios de la capital salían a las calles para protestar por los apagones, la sala del Cine Chaplin quedó a oscuras a mitad de la proyección de Un poeta, una de las películas más esperadas este año en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. El filme de Simón Mesa Soto, laureado en Cannes, San Sebastián y El Gouna, fue elegido para representar a Colombia en los Premios Oscar y Goya de 2026. En la sala se encontraban el protagonista y parte del equipo de la película, invitados a presentar el largometraje ante el público habanero.
La jornada transcurría bajo un panorama eléctrico especialmente crítico. Según datos oficiales, el país enfrentaba un déficit del 61% de la demanda, provocado por la simultánea falla de varias centrales térmicas y la falta de combustible para la generación móvil. En La Habana, aunque menos afectada que el resto del país, hubo apagones de más de 12 horas en numerosas zonas, provocando cacerolazos y concentraciones espontáneas al caer la noche.
La jornada transcurría bajo un panorama eléctrico especialmente crítico
En medio de ese contexto, el festival intentaba sostener su programación. El Chaplin funcionaba con suministro auxiliar, recurso habitual en espacios culturales y comercios cuando la red estatal no logra cubrir la demanda. La función avanzaba sin contratiempos hasta que el respaldo falló o se quedó sin combustible a mitad de la película y la pantalla quedó en negro. Parte del público decidió marcharse, mientras otros esperaron a que se restableciera el servicio y la proyección pudiera concluir, después de una interrupción de 30 minutos.
Al finalizar la función, el público se encontró de nuevo con las calles en penumbra, con excepción de algunos comercios con generadores propios y la Torre K del hotel Iberostar. Más adelante, en los barrios de Diez de Octubre, donde se estaban disolviendo las últimas protestas de la noche contra los apagones, circulaban una cantidad inhabitual de patrullas de la Policía.
El apagón en pleno festival no fue un incidente aislado, sino un ejemplo más del deterioro estructural que vive La Habana. El episodio deja claro que ni siquiera un evento cultural al que el oficialismo ha dedicado amplia visibilidad, incluida la intensa promoción de la esposa del mandatario, Lis Cuesta,en los días previos, queda al margen del colapso que afecta a todo el país.