Un cráter sin meteorito

hueco3.jpg
Este agujero contribuye a la alarmante cifra oficial que indica que en el país se pierde el 50% del agua que se bombea. (14ymedio)
Lucía González

15 de julio 2016 - 09:14

San Juan y Martínez/Pasaron 15 largos años desde que la calle Hermanos Saíz del municipio San Juan y Martínez, en la provincia de Pinar del Río, fue reparada por última vez. Con la reciente llegada de una brigada de asfaltado y remodelación de viales, los vecinos sintieron que finalmente se escuchaban las demandas que habían vertido durante tres lustros en las instancias administrativas y gubernamentales. Pero la alegría les duró poco.

En la tarde del pasado 19 de junio la ansiedad se apoderó de los residentes en la pequeña calle, al ver como el agua brotaba por varios puntos del recién estrenado pavimento, debido a la rotura de una tubería. Era justo el Día de los Padres y no hubo peor regalo para quienes ya daban por cerrado el capítulo del deterioro de su barriada y de las visitas a instituciones clamando por una solución.

Al día siguiente llegó una nueva brigada, pero esta vez de trabajadores del acueducto, que abrieron un enorme agujero en mitad de la calle en busca de la tubería rota. Sin embargo, la falta de recursos apropiados no les permitió arreglar el problema durante esa jornada y volvieron días después para seguir profundizando el agujero.

Mientras tanto, los residentes de esta barriada pinareña veían con alarma cómo el hueco crecía, se llenaba de agua y algunos transeúntes comenzaban a lanzar basura a su interior. Las casas más cercanas han vivido un calvario que se extiende hasta el día de hoy, a pesar de los reclamos y las denuncias.

La vivienda ubicada justo frente de este "cráter sin meteorito" ha sido la más afectada. Todos los automóviles, bicicletas, motocicletas y carros de caballo que transitan por esa cuadra deben subirse a la acera para proseguir su camino. La casa está constantemente aquejada por las salpicaduras, el ruido y las vibraciones que provocan los vehículos con sus maniobras y que hacen peligrar toda la estructura constructiva del inmueble.

Encima de todas las dificultades, una anciana sufrió una caída por las irregularidades del terreno que rodean el cráter, que en la noche permanece sin señalización ni iluminación.

Al ser una rotura en la tubería de agua potable, el resto del suministro que llega a las casas se ha visto contaminado

Los directivos de la empresa de acueducto se lavan las manos. Ante las súplicas de los vecinos del lugar, un funcionario de esa entidad estatal aseguró que "se están priorizando los arreglos en la zona llamada El Marabú, en la cual se están colocando unos tubos plásticos". El empleado aseguró que no cuentan "con los recursos para arreglar el problema en estos momentos".

Sin embargo, no se trata de un hueco cualquiera, sino de un verdadero peligro para la salud de toda una comunidad. Al ser una rotura en la tubería de agua potable, el resto del suministro que llega a las casas se ha visto contaminado con residuos que han provocado padecimientos diarreicos agudos en varios vecinos. Este depósito de agua estancada, además, es lo apropiado para albergar las larvas del temido Aedes aegypti, transmisor del dengue, el zika y el chikungunya. ¿Por qué no aparecen por la barriada los inspectores de Salud Pública y ordenan la reparación inmediata de este hueco? ¿Dónde están ahora esos que desde los medios oficiales llaman a controlar en el interior de las viviendas los vasos de agua espirituales, los tanques sin tapas y hasta las cáscaras de huevo que se botan en la basura?

Este agujero contribuye a la alarmante cifra oficial que indica que en el país se pierde el 50% del agua que se bombea a nivel nacional, una situación insostenible en unos momentos en que la Isla experimenta la sequía más severa de los últimos 115 años.

A pesar de las quejas que durante cuatro semanas han enviado los pobladores de la calle Hermanos Saíz a las instancias del Poder Popular, la empresa de acueducto, el policlínico de la zona y hasta instancias de Gobierno de la distante ciudad de La Habana, todo sigue igual. Encima de todas las dificultades, una anciana sufrió una caída por las irregularidades del terreno que rodea el cráter, que en la noche permanece sin señalización ni iluminación.

Esta semana otra vecina se dirigió al Poder Popular de la localidad para formular una queja en el departamento de Atención a la Población, pero en el local solo labora por el momento una "adiestrada" que asegura no poder dar respuesta a ningún caso "hasta dentro de 15 días", pues solo está "recibiendo las quejas" hasta que regrese de vacaciones el funcionario que se podría ocupar del asunto.

"¿Cuándo se le dará solución a este problema?¿Qué tiempo habrá que esperar?", se preguntan con desesperación los afectados por la negligencia, el mal trabajo y la indolencia de varias entidades estatales.

También te puede interesar

Lo último

stats