Mientras Cuba se queda sin gasolina, el servicentro de Esther recibe cuatro pipas en tres días

Tras el 'paquetazo' fracasado y los vaivenes políticos, los habaneros salen a buscar combustible para un fin de semana tormentoso

Los Paraguas ha disfrutado desde el 1 de febrero de cuatro pipas de gasolina, todo un botín. (14ymedio)
Los Paraguas ha disfrutado desde el 1 de febrero de cuatro pipas de gasolina, todo un botín. (14ymedio)
Juan Diego Rodríguez

03 de febrero 2024 - 20:24

La Habana/Pocas gasolineras de La Habana escapan de la crisis de combustible que impera en el país, atizada por el aplazamiento de las nuevas tarifas para su compra. Entre las excepciones no podían faltar Los Paraguas y Corral Falso, los dos servicentros gestionados desde Telegram por Esther Lilian Pérez Trujillo, la organizadora de la cola "por decreto" del gobierno de Guanabacoa.

A juzgar por los avisos de Esther a los integrantes de los grupos de ambas gasolineras, Los Paraguas ha disfrutado desde el 1 de febrero de cuatro pipas de gasolina, todo un botín en comparación con otros servicentros de la capital, como el de San Rafael, en Centro Habana, que este sábado no tenía qué vender.

Llegaron "6.000 (litros de gasolina) especial y 7.000 regular", casi al mediodía. Junto a los primeros convocados, para la 1 de la tarde en Los Paraguas, estaba 14ymedio. Pocos autos esperaban en cola, cerca de la hora prevista, pero la crispación estaba a la carta.

"¿Pero va a ser hoy o no?", insistía una cliente. "Estamos anotados en la lista y nos toca comprar pero la pipa no ha llegado todavía", explicaba a un empleado de la gasolinera. Los camiones cisternas de Cupet, como buques cargados de agua y comida que son avistados por hambrientos náufragos, eran fotografiados a su paso y en los grupos de Facebook la gente se pasaba la información de por dónde iban.

"Ya pasó uno, creo que iba para La Rotonda", sentenciaba el atribulado chofer de un Lada que aguardaba en la cola de la gasolinera Los Paraguas cuando vio la rastra, con las letras Cupet, que se dirigía por la Vía Blanca en dirección al otro servicentro. Los conductores hacían fila en una calle al costado de las bombas donde una vez el asfalto cubrió la vía pero ahora solo quedan baches, montículos de piedras y polvo. La propia entrada a Los Paraguas está llena de charcos de agua acumulada y los vehículos deben sortear los huecos para acceder al área de repostar.

En moto, puntual y con pantalones de camuflaje, apareció a la 1 de la tarde una de las lugartenientes de Esther. Lista en mano, se sentó en una silla plástica junto al punto de partida de la cola y comenzó, finalmente, la venta.

El desespero por obtener combustible ha ido ganando fuerza en los últimos días, no solo por los vaivenes políticos y el temor a la implementación de una subida de precios, sino por el posible deterioro del clima que se ha anunciado para las próximas horas y que ha puesto a correr a los habaneros en la búsqueda de suministros para aguantar en casa a que pase el temporal.

El mercado negro, donde lo mismo se puede comprar una botella de aceite que una lavadora, apuraba las transacciones este sábado pero pendía del hilo del suministro en los servicentros. "La cocina está aquí, oyendo la conversación, pero no podemos llevársela hasta que el mensajero logre llenar el tanque de la camioneta", explicaba a una cliente un comerciante informal, con un amplio surtido de electrodomésticos.

Este sábado, además, la Unión Eléctrica pronosticó un déficit de 800 megavatios para la noche, lo cual se traducirá –como ha venido ocurriendo desde hace varios días– en largos apagones. Un rosario de averías mantiene en jaque al Sistema Eléctrico Nacional, según el parte diario de la estatal, entre ellas la rotura de la unidad 6 de la termoeléctrica de Mariel, la 3 de Santa Cruz y la 2 de la Felton, y el mantenimiento de otras tres unidades en Mariel, Santa Cruz y Cienfuegos.

Las nuevas tarifas para la compra de combustible, que ya figuraban este miércoles en los dispensadores de las gasolineras cubanas, frenaron su llegada tras el anuncio de que "un virus desde el exterior" había echado por tierra el sistema informático de la corporación Cimex que haría posible el proceso.

"A la corporación Cimex de Gaesa le borraron todo el sistema de gestión y no tenían backup, están haciendo inventario general para poder tener algún control", valoró entonces el influencer cubano Manuel Milanés. En las colas, según constató 14ymedio en su recorrido por varias gasolineras para tomarle el pulso al incidente, la pregunta era: "¿Qué le pasa a esta gente?".

La respuesta llegó este viernes, cuando la prensa oficial informó de que habían rodado las cabezas de tres ministros, entre ellos el de Economía, Alejandro Gil. A este imprevisto "movimiento de cuadros" sobrevivieron, no obstante, dos titulares que mucho tienen que ver con la debacle energética: Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, y Eduardo Dávila, el de Transporte.

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