Un cuentapropista de Mayarí denuncia a una inspectora "abusiva", y lo convoca la Policía
Santiago de Cuba
"Cuando abusan del poder que tienen, son peores que los delincuentes”, dice Osmel Ramírez, dueño de una cafetería
Madrid/Osmel Ramírez, cuentapropista de Mayarí (Santiago de Cuba) y quien también colabora con Diario de Cuba, fue citado por la Policía este miércoles, un día después de haber publicado una denuncia en redes contra una inspectora por sus prácticas abusivas. Su mensaje, publicado en Facebook este martes, se acompañaba de una foto de la funcionaria, que identificaba como Bárbara.
“Hago público mi repudio completo a su forma de trabajar, siempre queriendo dañar al máximo al sector privado”, decía el hombre, que regenta una cafetería en el barrio de El Cocal como trabajador por cuenta propia y asegura haber presentado quejas sobre Bárbara a las autoridades. “Si una multa es de 1.000 a 16.000, siempre pone 16.000. No le importa nada ni nadie, sólo usar su poder para hacer daño al que trabaja y lucha, al que no se ha ido y trata de sobrevivir en medio ya de demasiadas vicisitudes”. Y aseveraba: “Gente como ella lastiman más que los apagones, que ya es mucho decir”.
La inspectora, contaba, ya le había puesto, cuando empezó su negocio, 45.000 pesos de multa. “Esa es la manera que ellos tienen de estimular al sector privado, estimularnos a quebrar”, lamentaba. En esta ocasión, aseguraba, quería imponer una sanción de 16.000, deducía Ramírez, “por unos cigarros que el dependiente tiene en su bolso, como si un inspector tuviese orden de registro más allá de lo exhibido o cogido en venta infraganti”. Además, proseguía, “porque se vendieron varias manos de plátano burro grandes y la última quedó por pequeña y ella asume que las vendidas, que no vio, también estaban por debajo del precio topado”.
“¡Ese es el bloqueo que más daño nos hace, el de adentro!”
Para ella, continuaba, “es suficiente causa para penalizar con tamaña multa”. Y clamaba: “¡Ese es el bloqueo que más daño nos hace, el de adentro!”. Previendo los problemas que podía causar publicar la foto de la funcionaria, se excusaba: “Como los inspectores tienen miles de leyes que los escudan de la denuncia ciudadana, aclaro que la foto la tomé dentro de mi negocio, no en la calle y estaba fotografiando mis mercancías”.
Ramírez exhortaba a las autoridades del municipio “a que esta señora sea trasladada a un trabajo sin poder para hacer daño a la gente”, pues “no se aguanta con ese talonario y el lapicero en la mano”.
Más tarde, en los comentarios, el cuentapropista explicaba que finalmente Bárbara no le impuso los 16.000 pesos de multa, pero sí 10.000 al dependiente, pudiéndole haber puesto desde 100, “por los cigarros”. “Un joven de 19 años que en vez de andar en malos pasos está trabajando para ayudar en su casa, y todo el mundo sabe cómo está la cosa con la inflación. Por supuesto que lo ayudaremos a paliar el abuso”, denunciaba.
Y añadía una reflexión: “La libertad de expresión es un derecho y es un deber denunciar públicamente lo que creemos injusto. Por eso creí importante hacer pública la situación con la inspectora abusiva. Debo aclarar que no es la primera vez, han sido numerosos sus atropellos, sus excesos, sus abusos. Lo había denunciado por los canales establecidos y seguía ahí, haciendo daño y sin nada que la pare. Varias veces dialogué con ella, sus compañeros son testigos, siempre lucen abochornados con su actitud. Por eso su compañera no salió en la foto. No incito a nadie a la ofensa ni la violencia contra la persona en sí, contra la mujer que es, mi queja pública fue y es contra la inspectora extremista que es y mi aspiración es a que cambie, que mejore, que sea justa y no una abusadora. Los inspectores, cuando hacen un trabajo correcto, prestan gran utilidad social velando porque las cosas se hagan bien. Pero cuando abusan del poder que tienen, son peores que los delincuentes”.
“La publicación se ha hecho viral porque realmente hay una insatisfacción ciudadana muy grande con esa inspectora”
En conversación con 14ymedio este miércoles, justo camino a la unidad policial, Ramírez reitera que la inspectora, a la que califica como una “persona extremista”, tiene numerosos antecedentes de “multas abusivas” y no solamente contra él. “Si hay un rango inferior y uno superior, aunque la infracción sea menor, lo común es que ponga la máxima multa, independientemente de si eso afecta el negocio”, reafirma. El hombre explica que son sanciones que pueden ser adecuadas para mipymes, pero no a los pequeños propietarios de negocios pequeños, que corren el riesgo de desaparecer.
Al dar la noticia de su citación, también en Facebook, escribía: “Al parecer la inspectora Bárbara, en vez de revisar su proceder y plantearse mejorar, fue a acusarme a la Policía por publicar su foto. Ciertamente, la ley cubana es bastante rigurosa con la publicación de fotos sin consentimiento previo, pero hay excepciones, aunque mínimas. Y afortunadamente puedo defenderme por ahí”.
Al respecto, desgranaba que puede protegerlo el artículo 17 de la ley de protección de datos, donde se especifica los supuestos en los que se pueden publicar datos personales sin consentimiento expreso de su titular: “Ante un hecho que potencialmente pueda dañar a un individuo en su persona o bienes” o “por razones de bienestar general”. Para Ramírez, tanto su denuncia como los comentarios que lo apoyaban eran pruebas sobrantes “para demostrar la utilidad pública de la denuncia con foto incluida, y el daño que hace a los bienes y personas con sus excesivas multas”.
De igual manera, Ramírez dice a este diario que no cree que su trabajo como reportero independiente haya motivado la queja ante la Policía por parte de la inspectora. “Mucha gente ha aprovechado mi publicación para decir lo que siente y explicaron también los abusos que ha cometido contra ellos, trabajadores estatales como trabajadores por cuenta propia, y ha sido un fenómeno bastante notable, al punto de que me citó la policía”, relata Ramírez. “La publicación se ha hecho viral porque realmente hay una insatisfacción ciudadana muy grande con esa inspectora”.