La decadencia de Lawton, el barrio industrial y próspero de la capital cubana

"Si ahora crece la hierba y se acumula la basura es por la mala planificación del Gobierno", lamentan los vecinos

Más allá del ferrocarril que bordea la destilería, la industria ronera de Lawton sufrió el mismo destino. (14ymedio)
Más allá del ferrocarril que bordea la destilería, la industria ronera de Lawton sufrió el mismo destino. (14ymedio)
Nelson García

16 de septiembre 2023 - 13:06

La Habana/Del antiguo esplendor de Lawton dan fe las ruinas: fábricas abandonadas, edificios reducidos a escombros y los célebres "castillitos escandinavos", a punto de derrumbarse. Para los vecinos, el deterioro de la barriada, ubicada en el municipio de Diez de Octubre, hasta convertirse en uno de los lugares más peligrosos de La Habana, tiene una fecha de inicio: 1959.

Omar, que vive en Lawton desde el Período Especial, señala una explanada inhóspita en la esquina de las calles F y 12. "Allí solía estar la procesadora de pescado", cuenta a 14ymedio. "De ese lugar salían paquetes de langostas, camarones y muchos otros mariscos".

Si ahora crece la hierba y se acumula la basura, lamenta el hombre, es por la mala planificación del Gobierno. "En 1980, la procesadora dejó de existir y la convirtieron en talleres de la empresa de Construcciones Metálicas y Eléctrica (Comelec)", asegura. El plan quedó en la nada tras la caída de la Unión Soviética, y tras un período de cierre se decretó que todo fuera demolido.

"Decían que iban a construir casas para los trabajadores", recuerda Omar, que solía trabajar en Comelec. "Han pasado treinta años: ¿Dónde están?".

No lejos de la procesadora se alza la torre de la antigua destilería Habana, construida durante el auge azucarero de 1945. "La fábrica producía varios tipos de alcohol hasta que, ya nacionalizada, la rotura del mecanismo que canalizaba el agua caliente provocó que el líquido sobrante de las calderas comenzara a acumularse en los alrededores de la fábrica", explica. "Primero vino el mal olor y luego los mosquitos. No tardó esto en llenarse de zanjas y pantanos hasta que, al cabo del tiempo, cerraron la destilería".

Más allá del ferrocarril que bordea la destilería, la industria ronera de Lawton sufrió el mismo destino. "Aquí todo se extinguió", resume Omar.

La fábrica de pintura que la empresa estadounidense Sherwin Williams instaló en Lawton –justo al lado de la destilería– fue confiscada por el Gobierno de Fidel Castro en 1960 y reasignada a la Empresa Eléctrica, primero, y luego a la compañía de grupos electrógenos Geysel.

Rigo, de 56 años y ex trabajador del también desmantelado matadero de Lawton, subraya el contraste entre el edificio "pintado y cuidado" de Geysel y el local que alguna vez sirvió de almacén para las pinturas. "El abandono es tal que han crecido varios árboles", expone. Un esqueleto de vigas y columnas, además de un conjunto de depósitos oxidados, se levanta en lo que alguna vez fue la industria de bloques prefabricados Siporex.

"Lo único que funciona en Lawton, y a duras penas, es la fábrica de galletas Siré", afirma, aludiendo a una de las primeras industrias de la barriada, construida por el cubano Mariano Siré en 1927 y también expropiada por Castro.

Uno de los casos más emblemáticos de la decadencia de Lawton es el del matadero Antonio Maceo, que llegó a convertirse, tras su abandono en el año 2000, en la meca de las peleas ilegales de perros y la compraventa de drogas. Varias familias se han instalado en las otrora dependencias y oficinas, y aún después de dos décadas no han logrado superar sus dos principales problemas: la delincuencia y las constantes amenazas de desalojo.

Ramón, de 69 años, recuerda perfectamente el declive de los tres paraderos de guaguas de Lawton: "Solo queda uno y es casi un cementerio", remata. La barriada también perdió su planta de abono, y otras dos de oxígeno y acetileno, cerradas ya desde la década de 1960 por el "fenómeno" Castro, dice.

Pero el signo más patente de la decadencia se encuentra en lo que queda de los tres famosos chalés "europeos" de la barriada, levantados a inicios de siglo XX, aunque no se conocen los detalles de su construcción ni de sus antiguos dueños. Uno de ellos sirvió como restaurante, abastecido por la carne procedente del matadero; otro fue una escuela, que no tardaron en cerrar. Durante el Período Especial, el Gobierno ubicó allí a varias familias que modificaron la estructura de dos de los "castillitos", mientras que el tercero está en estado de derrumbe.

"Solían ser el símbolo de Lawton", asegura Ramón. "Ahora están como el resto del barrio: marchitos y olvidados".

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.

También te puede interesar

Lo último

stats