Las lluvias destruyen carreteras y dejan a cientos de familias aisladas en Cuba

Granma, la provincia más afectada, amaneció este sábado con ríos desbordados y varios daños en infraestructura

En el municipio de Manzanillo, Granma, tuvieron que sacar en lancha a tres embarazadas al hospital debido a incomunicación vía terrestre por la crecida del río. (Manuel Palomino)
En el municipio de Manzanillo, Granma, tuvieron que sacar en lancha a tres embarazadas al hospital debido a incomunicación vía terrestre por la crecida del río. (Manuel Palomino)
14ymedio

10 de junio 2023 - 17:50

La Habana/Con un mensaje lleno de consignas y una foto de mala calidad de Jiguaní, Miguel Díaz-Canel delegó toda responsabilidad ante las notables inundaciones que, desde hace varios días, afectan la zona oriental de Cuba. "Extremar los cuidados" fue la única instrucción del mandatario, sobre cuya Administración ha caído un aluvión de críticas por dedicar más tiempo a la mediación en el conflicto de Colombia y restar importancia a la situación climatológica, que ya cobró la vida de un cubano de 60 años en Granma.

La prensa oficial ha brindado una cobertura tímida a las inundaciones y ha privilegiado el dato menos negativo: con las lluvias, las presas de la Isla se han llenado. Sólo los medios locales, las informaciones en las redes sociales y los reportes de las instituciones meteorológicas permiten calibrar la gravedad del asunto.

Las cifras no engañan. En la localidad de Las Mercedes, en Granma, se registró al cierre de este viernes un nivel de precipitaciones de 360 milímetros (mm), el mayor hasta ahora. Otros municipios de la provincia rompieron también sus récords: 294,9 mm en Ciudad Escolar, 280,3 mm en Charco Redondo, 259,8 mm en Jiguaní –donde murió, por ahogamiento, la única víctima registrada hasta el momento–.

En Contramaestre, Santiago de Cuba, la cantidad fue de 248 mm, mientras que en Vertientes, Camagüey, cayeron 237 mm. Las lluvias se hicieron sentir incluso en Jagüey Grande, Matanzas, donde el registro fue de 227 mm.

La precariedad de las evacuaciones ha sido otra de las características de la situación. Las fotografías de una embarazada trasladada "vía marítima" de Campechuela a Manzanillo, donde requería atención médica, han sido alarmantes: la mujer aborda una pequeña embarcación, junto a otras personas que cargan colchones, víveres y electrodomésticos, intentando abandonar el lugar. Son "condiciones excepcionales", se disculpó el reportero oficialista que publicó las imágenes.

Además, advirtió de que la situación en Camagüey alcanzaría niveles significativos de precipitaciones, al igual que "localidades aisladas" en Matanzas, Cienfuegos y Sancti Spíritus

Este viernes, el Instituto de Meteorología publicó un aviso especial –el tercero desde que comenzaron las lluvias– previendo que habría afectaciones en la zona central además de la oriental. Además, advirtió de que la situación en Camagüey alcanzaría niveles significativos de precipitaciones, al igual que "localidades aisladas" en Matanzas, Cienfuegos y Sancti Spíritus.

"Esta situación hidrometeorológica continúa relacionada con la persistencia de una vaguada en los niveles medios y altos de la troposfera sobre el golfo de México, que mantiene un flujo húmedo del suroeste sobre todo el país, en combinación con la inestabilidad atmosférica y los factores locales", indicó.

Las autoridades de Granma, la provincia más afectada, prometieron "no minimizar ningún riesgo" y calificaron el panorama como "aún complejo". Aseguraron no poder generar "falsas expectativas", puesto que los recursos son pocos. Lo más alarmante, reconocieron, son las comunidades aisladas por el desbordamiento de los ríos y los daños materiales: 10.000 viviendas afectadas, 65 derrumbes totales y 214 parciales, solo en esa provincia.

El periodista independiente José Luis Tan Estrada, que ha reportado las inundaciones en Camagüey, informó de que varios repartos de la capital provincial –La Norma, José Martí y Salomé– se encuentran en estado de daño grave.

Mientras, en las redes sociales, miles de cubanos han señalado la dimensión personal de la tragedia: apagones, pérdida de las pertenencias, imposibilidad de conseguir alimentos e incertidumbre máxima sobre cómo y cuándo se podrá volver a la normalidad.

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