Duras críticas al informe de la relatora de la ONU por repetir las consignas del régimen cubano

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El Ocdh reprocha a la bielorrusa Alena Douhan su insistencia por minimizar la responsabilidad del Gobierno en la profunda crisis nacional

Sus misiones anteriores en Venezuela e Irán siguieron el mismo recorrido supervisado por las autoridades e idénticas declaraciones.
Sus misiones anteriores en Venezuela e Irán siguieron el mismo recorrido supervisado por las autoridades, con idénticas declaraciones. / Cubadebate
14ymedio

25 de noviembre 2025 - 13:25

Madrid/El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (Ocdh) reaccionó a las declaraciones de la relatora de la ONU, Alena Douhan, quien se marchó de La Habana repitiendo, palabra por palabra, la retórica del régimen. La jurista bielorrusa ve a las sanciones de Estados Unidos como el principal responsable de la crisis que sufre la Isla. “La miseria que hoy vive Cuba se debe al fracaso del sistema político y económico comunista, y no a las medidas de otros países”, le contestó el Ocdh en una carta publicada este martes. 

La organización afirma que solo el 3% de los cubanos atribuye sus problemas al embargo estadounidense y que la desaprobación de la gestión del Gobierno alcanza el 92%, rechazando así el enfoque central de Douhan. La relatora, por su parte, alegaba que las sanciones de EE UU “han exacerbado sustancialmente la situación humani­taria” y que “han sido diseñadas para impedir que Cuba reciba ingre­sos económicos, especialmente en divisas”. Sus palabras, difundidas por EFE, ofrecieron al Gobierno cubano el titular que esperaba y un aval internacional a su narrativa de que el “bloqueo” es la raíz de todos los problemas nacionales. No es casual que la relatora haya sido recibida con una agenda cuidadosamente controlada que la mantuvo dentro de los márgenes del oficialismo.

Tampoco es nueva esta actitud en la trayectoria de Douhan. Sus misiones anteriores en Venezuela e Irán siguieron el mismo recorrido supervisado por las autoridades, idénticas declaraciones que descargan la mayor responsabilidad en las sanciones externas, así como una notable omisión de violaciones internas de derechos humanos. En Caracas, por ejemplo, sus opiniones fueron celebradas por el régimen de Nicolás Maduro, mientras las organizaciones independientes denunciaban que la relatora ignoraba la represión, la crisis humanitaria y la corrupción sistemática. En Irán se repitió la misma historia, de manera que sus declaraciones sobre Cuba no constituyeron una sorpresa.

¿Por qué el embargo no afecta la construcción acelerada de hoteles?

Durante su visita, iniciada el 11 de noviembre, Douhan se reunió con funcionarios, académicos y representantes de organizaciones alineadas con el Gobierno. Quedó fuera del alcance cualquier interlocutor independiente con capacidad de cuestionar la versión oficial. En su informe preliminar no aparece mención alguna al deterioro de las libertades básicas, al encarcelamiento de manifestantes pacíficos, a los escándalos recientes de corrupción en las altas esferas ni al control político absoluto que mantiene a la Isla estancada desde hace décadas.

El contraste con los datos del Ocdh es flagrante. Su reciente estudio revela una realidad que desmiente por completo el relato estatal, con un 89% de la población sobreviviendo en extrema pobreza, mientras la gestión oficial recibe un nivel casi unánime de desaprobación; y la mayoría de los cubanos considera que el embargo es solo la retórica de siempre para ocultar el verdadero bloqueo interno. El Ocdh va más allá y lanza una pregunta incómoda que Douhan evitó: si el embargo fuera realmente la raíz central de la crisis, ¿por qué no afecta la construcción acelerada de hoteles, mientras sí se utiliza como excusa para justificar la escasez de alimentos, medicinas y equipamiento médico? De hecho, estos últimos productos están exentos de las sanciones de EE UU, que se ha convertido en el primer suministrador de alimentos de Cuba.  

Las omisiones de Douhan tampoco sorprenden en el ámbito sanitario. Mientras el Ocdh recuerda que el sistema de salud cubano está colapsado por decisiones internas –como priorizar las exportaciones de servicios médicos y la propaganda internacional por encima de la atención primaria– la relatora repitió la idea de que las sanciones limitan el acceso a medicamentos. No mencionó los miles de profesionales enviados al exterior bajo condiciones denunciadas como coercitivas, ni el impacto negativo que esa política tiene en la atención local.

En su conferencia, Douhan trató de matizar afirmando que las sanciones no son “la única causa” de la crisis, citando la covid-19 y otros factores. Pero esa mención quedó diluida frente al protagonismo de Washington en sus declaraciones. La relatora instó a Estados Unidos a renunciar a la “retórica de las sanciones”, a retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y a dejar de denunciar el trabajo forzado en las misiones médicas. Este último punto fue particularmente celebrado por el régimen de La Habana, que mantiene un lucrativo negocio internacional basado en la explotación laboral de personal sanitario.

Sus recomendaciones omiten otro aspecto que el Ocdh subrayó: el Gobierno cubano impide desde hace años la entrada de relatores de la ONU dedicados a temas como libertad de expresión, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, esclavitud moderna o defensores de derechos humanos. A esos expertos –los que podrían documentar la represión diaria– La Habana nunca los invita. A Douhan sí, y ya se sabe por qué.

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