La Habana ya no se libra de los apagones de ocho horas
Apagones
“Ya a partir de las 6:00 pm la zona más céntrica de Regla parece una boca de lobo"
La Habana/“Chico, ya aquí en el barrio estamos acostumbrados a la oscuridad sobre este horario”, dice Rodolfo, un hombre de 64 años, sentado en la puerta de su casa en la calle Martí, la avenida principal de Regla. “Ya a las 6:00 pm la zona más céntrica parece una boca de lobo. Tal vez alguna que otra luz por aquí y por allá, de alguna cafetería con planta, pero el resto tenemos que salir a la acera con sillas o sentarnos en los muros a esperar que llegue la corriente”.
Yaima ya se ha acostumbrado a que los apagones se salten la programación. “Uno más o menos se guía por lo que da la empresa”, dice, aunque últimamente duran hasta 20 o 30 minutos más de lo anunciado. “Ya estoy acostumbrada, pero esta semana, como ha pasado en otras ocasiones, los horarios no han tenido nada que ver”.
Los habaneros son los menos castigados por la Unión Eléctrica, protestan el resto de los cubanos, pero la crisis energética está golpeando ya a tal punto que no perdona a nadie. “Con la mayor tranquilidad del mundo ponen el mensaje de que se ha tenido que afectar a los bloques tal y tal por déficit de generación y la planificación de uno la estropean –protesta–. El miércoles mis hijos se fueron a la cama con un pan, porque a las 10 de la noche, a la hora que vino la corriente, no iban a comer”.
Ese día, varias unidades de las termoeléctricas Felton, Santa Cruz del Norte, Renté y Cienfuegos se encontraban averiadas o en mantenimiento y 91 centrales de generación distribuida estaban fuera de servicio por falta de combustible. La caída del suministro de los socios principales, México y Venezuela, es –en lo que va de año– del 35% con respecto a 2024, un año en el que también se había sufrido un fuerte recorte en las importaciones de petróleo. Las dimensiones de esta crisis han llegado a un punto insostenible y han obligado a “afectar” de manera simultánea a los seis “bloques de apagón” en múltiples ocasiones. Los cortes de corriente durante la madrugada superan las 3 y 4 horas.
Las interminables explicaciones de las autoridades sobre el estado del sistema energético nacional y cómo se arreglará –un anuncio que lleva haciéndose al menos cinco años en los que solo ha empeorado– llenan minutos en Mesas Redondas y noticieros estelares que no llegarán a quienes puedan interesar. “Aquí hace más de una semana que no se puede ver la televisión de cuatro a ocho o nueve, aproximadamente. Del carajo esto. Ah, y eso para no hablar del agua, que aquí llega un día sí y un día no y en ese horario. Cuando viene la corriente lo que queda es un hilito de agua”, prosigue Rodolfo en una queja muy alarmante en el actual contexto sanitario de la Isla.
Este jueves, en su primera intervención de lo que será un espacio diario para informar de la epidemia de arbovirosis, el jefe de Epidemiología de Salud Pública, Francisco Durán, recordó la importancia de beber agua frente a los riesgos de deshidratación del dengue y el chikungunya. Pero nada va a favor de la población. Los apagones complican el bombeo de agua y los cubanos se ven empujados a almacenarla, favoreciendo la presencia del mosquito.
Por si fuera poco, la señal telefónica e internet se pierden con el apagón. “En otras ocasiones aquí se iba la corriente y no había conexión, pero salías a la azotea y ahí más o menos podías entrar al WhatsApp o al Facebook durante las cuatro horas de apagón,” dice Yaima, que también ve afectado su trabajo como gestora de ventas de una mipyme. “Ahora se va, y al segundo siguiente pierdes la señal por completo. No puedes llamar a tu madre, no te puedes entretener o, peor, como es mi caso, no puedes trabajar. Yo cobro por comisión, por cliente que atienda. Imagínate, con estos apagones solo puedo trabajar tres o cuatro horas al día”, se lamenta.
El frescor invernal también huye este año de la Isla y, tras unos pocos días de temperaturas más suaves a inicios de mes, el calor mantiene alta la demanda por el uso de ventiladores y aire acondicionado. Este viernes, serán necesarios 3.200 megavatios –calculan las autoridades– en el horario pico, pero el sistema apenas puede generar 1.494, mucho menos de la mitad. Mientras, las autoridades seguirán enfrascadas en su guerra contra El Toque y en el nuevo “programa para corregir distorsiones e impulsar la economía”, del que hoy se hablará en una Mesa Redonda que ni Rodolfo ni cientos de miles de cubanos podrán ver.