La importancia de tener una cisterna
La Habana/La primera vez que José Ángel salió del país se sorprendió de no ver sobre las azoteas de las casas de Berlín los típicos tanques que caracterizan al paisaje cubano. A lo largo y ancho de la Isla son pocos los inmuebles que no cuentan con un depósito para enfrentar los problemas de suministro de agua. Esa garantía de disponibilidad de suministro se completa con una cisterna para acumular más reserva.
La sequía que se ha agudizado en los últimos años afecta a unas 236 fuentes de abastecimiento de agua y la situación se vive con mayor rigor en el oriente del país. En la provincia de Santiago de Cuba unas 635.000 personas se abastecen en ciclos de 17 y 20 días, según informaciones del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).
La preocupante situación con las precipitaciones aumenta la demanda de vasijas, recipientes y tanques que permitan acumular grandes volúmenes de agua. Los productores de estos “gorditos barrigones” que asoman sobre los techos se encuentran entre las ocupaciones con mayor demanda.
En el valor de una vivienda en venta en el mercado inmobiliario, la cantidad de metros cúbicos que caben en su cisterna puede influir tanto como la ubicación o el número de habitaciones. Un tanque resulta un patrimonio preciado que marca la diferencia entre poder darse una ducha o tener que bañarse con un cubo y un jarrito.
