Matanzas intenta moverse con triciclos eléctricos, pero los apagones frenan la ruta

Transporte

La nueva flota de vehículos alivia parcialmente el transporte urbano, pero la falta de electricidad y los periplos ineficientes frustran a choferes y pasajeros

"Ni los eléctricos se cargan ni los de gasolina se abastecen", comentan los matanceros.
"Ni los eléctricos se cargan ni los de gasolina se abastecen", comentan los matanceros. / 14ymedio
Pablo Padilla Cruz

26 de octubre 2025 - 11:18

Matanzas/La parada improvisada frente al preuniversitario de Matanzas se llena rápido. Un grupo de pasajeros espera turno para subir a uno de los nuevos triciclos eléctricos que cruzan la ciudad. Algunos miran hacia la esquina por donde deben aparecer los vehículos; otros comentan que "pasan cuando quieren". La escena se repite cada mañana desde que llegaron las 15 unidades asignadas a la capital provincial como parte del plan para aliviar el transporte urbano.

"Casi ninguno llega hasta el hospital Faustino Pérez", se queja Indira, con la mochila apoyada en las rodillas. "A principios de mes tuve que ir con un familiar enfermo y ni los eléctricos ni los de gasolina subían hasta allá. Las motos particulares piden 400 pesos de día y lo que quieran de noche, puede llegar a 800. Así no hay bolsillo que aguante". Suspira y añade: "Suerte de las guaguas panorámicas, que por veinte pesos todavía nos salvan".

Uno de los choferes de un triciclo, Ricardo, defiende las razones por las que evita esa ruta. "Estas motos son eléctricas, y la subida hasta el hospital gasta mucha batería. Si llegamos al límite, hay que volver a la base a recargar, y eso nos hace perder tiempo y dinero. Pagamos el arrendamiento de los triciclos y también los arreglos cuando se rompen. Ahora mismo hay tres parados, y todo indica que su reparación saldrá del bolsillo de quienes los alquilamos".

Asegura que el problema no es exclusivo de los eléctricos. "Los de gasolina también gastan más subiendo y, sin cuota de combustible, tampoco les da negocio. Por eso muchos prefieren hacer rutas cortas o cobrar más caro cuando suben".

Tres meses después de la llegada de los triciclos, funcionarios del transporte reconocen que "no resuelven el problema de fondo".
Tres meses después de la llegada de los triciclos, funcionarios del transporte reconocen que "no resuelven el problema de fondo". / 14ymedio

El hospital Faustino Pérez, levantado en las afueras de la ciudad bajo un antiguo plan de urbanización que nunca prosperó, se ha convertido en un punto difícil de alcanzar. A su aislamiento se suman los apagones prolongados, que afectan tanto a los servicios médicos como al sistema de transporte. Cuando falta la electricidad, cargar los triciclos se vuelve un dolor de cabeza, un problema que 14ymedio ha documentado también en provincias como La Habana, Holguín, Villa Clara y Las Tunas.

En Matanzas, la llegada de los triciclos fue recibida con expectativa. Pero tres meses después, funcionarios del transporte reconocen que "no resuelven el problema de fondo". Además de las dificultades para llegar al hospital, los usuarios cuestionan que la ciudad recibiera solo 15 unidades, mientras que Cárdenas, mucho más pequeña, obtuvo 10. "Las rutas hacia la terminal de ómnibus también están interrumpidas", explica un empleado del sector. "Hasta que no terminen la reparación del edificio y regrese la terminal a su ubicación original, la ruta Terminal–Pre no podrá operar".

El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, admitió a inicios de mes que el proyecto enfrenta "limitaciones concretas que condicionan la cobertura y la frecuencia". Según el funcionario, el más activo en redes sociales de todo el Gabinete, las pendientes de la ciudad reducen la autonomía de las baterías, obligando a algunas unidades a regresar antes del mediodía a la base de carga.  

"Ni los eléctricos se cargan ni los de gasolina se abastecen"

Pese a las justificaciones, los matanceros coinciden en que el sistema de triciclos estatales apenas alivia la escasez de transporte. En una ciudad donde las rutas de ómnibus tradicionales son un recuerdo, el apoyo de los ómnibus de trabajadores del balneario Varadero también se ha reducido debido a la crisis del turismo. "Los nuevos triciclos ya no son tan nuevos", comenta un vecino que observa el tráfico. "A veces los ves fuera de horario, andando vacíos y al servicio de sus choferes, no del pueblo".

El panorama se agrava con la crisis energética y de combustible. "Ni los eléctricos se cargan ni los de gasolina se abastecen", resume Indira al subir finalmente a uno de los triciclos que llega a la parada justo cuando la ansiedad está en su punto más alto por el horario pico.

El vehículo arranca con un zumbido leve y avanza despacio por la avenida. Detrás queda la acera llena de angustiados pasajeros y la sensación de que, en Matanzas, cada solución termina dependiendo de la próxima interrupción eléctrica.

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