"Los precios solo por privado", la estrategia de venta por internet que indigna a los cubanos

Los clientes denuncian la falta de protección que experimentan ante el secretismo del costo de los productos en determinados comercios particulares

La primera frustración es que ahora muchos comerciantes venden al por mayor, por palés. (Diplomarket)
La primera frustración es que ahora muchos comerciantes venden al por mayor, por palés. (Diplomarket)
Natalia López Moya

27 de enero 2023 - 21:28

La Habana/Primero hay que encontrar el producto en los innumerables grupos de Facebook, después distinguir entre las ventas al por mayor y aquellas más ajustadas a las cantidades para una familia y luego preguntar cuanto cuesta la mercancía, porque en el anuncio no se aclara. "Los precios, al privado", es la invariable respuesta que dan cada vez más comerciantes en Cuba.

"Se presta para cualquier cosa", comenta con molestia Niurka Valle, una habanera de 37 años que denuncia a 14ymedio la falta de protección que experimenta como cliente ante el secretismo de los precios. "Compro con frecuencia en grupos donde no solo vende gente del mercado negro sino también paladares y mipymes", detalla. "Ese vicio de 'los precios solo por privado' ya está por todas partes".

"Hace unos días necesitaba comprar unos jugos. La primera frustración es que ahora muchos comerciantes venden al por mayor, por palés [plataformas que se utilizan para agrupar, almacenar y transportar mercancías ya embaladas] ¿Qué familia puede comprar un palé de algo?", detalla. "Luego, cuando encontré una venta minorista no tenía precio, había que escribir por Messenger o WhatsApp para obtenerlo".

En ese caso y otros anteriores, las mercancías que llamaron la atención de Valle eran parte de los productos que tenían a la venta la nueva forma de gestión en la que el Gobierno cubano ha puesto, al menos en el discurso público, sus esperanzas de reflotar el comercio y los servicios nacionales: las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).

"Hay días en que amanecemos con un precio y ya en la tarde nos da pérdidas porque los costos de la materia prima, el poco valor del peso cubano y otros factores"

"No estoy hablando de alguien que te toca a la puerta y te ofrece una libra de leche en polvo y no tiene licencia, sino de una empresa que debe respetar las leyes y que si le han dado la posibilidad de importar mercancías [a través de entidades estatales] es para que no haga trucos, para que dé toda la información al consumidor".

Aunque la Resolución 54 del Ministerio de Comercio Interior establece que los precios se deben mostrar "en un lugar visible" y las normativas del "comercio electrónico" vigentes en el país obligan a la "transparencia", cada vez el fenómeno que cuenta Valle resulta más frecuente, hasta el punto de que muchos compradores van directo a un servicio privado de mensajería para obtener más información sobre los productos en la venta.

El administrador de una de las más de 6.000 mipymes que había al cierre del pasado año en la Isla explica a este diario las razones de esconder los precios. "No se trata de que queramos engañar al cliente y decirle a uno un precio y al otro el doble", aclara Lisandro, de 52 años, y con el nombre cambiado en esta nota para proteger su negocio.

"Hay días en que amanecemos con un precio y ya en la tarde nos da pérdidas porque los costos de la materia prima, el poco valor del peso cubano y otros factores como el encarecimiento del servicio a domicilio debido a los altibajos en el suministro de combustible y otros impredecibles nos obligan a eso", asegura.

"No puedo poner una foto de un combo de cerveza y refresco a un precio que unas horas después ya tengo que volver a cambiar porque con ese no dan las cuentas", precisa. "Hay publicidad que tenemos hecha para esos sitios digitales que si llevaran el precio incluido en la imagen habría que cambiarla todos los días".

"Imagínate que yo hiciera una propaganda bien bonita de un servicio de colocar marqueterías de aluminio y le pongo bien visible cuánto cuesta, pero la próxima semana el técnico que tengo contratado para la instalación me dice que ya no trabaja por ese pago", especula. "Entonces tengo que cambiarlo todo y habrá clientes que se topen con la imagen con el precio anterior y reclamen pagar solo eso".

Un problema como el que plantea Lisandro no sería concebible en un sistema de libre mercado, porque la oferta y la demanda son previsibles en el tiempo y sobre ellas se puede hacer una planeación, pero no así en un modelo donde intervienen variables casi esotéricas.

"Aunque yo mis declaraciones de impuestos las hago en pesos cubanos, no puedo cobrar muchos de los servicios médicos en esa moneda porque lo que ofrezco es importado"

Una de ellas son los posibles castigos que puedan recibir los emprendedores si las autoridades se enteran de cuánto cobran por sus servicios o en qué moneda lo hacen. "Tenemos licencia, pero si yo escribo en la página web de mi negocio que cobro 15 dólares por cada vacuna hexavalente que le inyecto a un perro, me arriesgo a una multa y a que me quiten la licencia", reconoce un veterinario que hace consultas a domicilio.

"Aunque yo mis declaraciones de impuestos las hago en pesos cubanos, no puedo cobrar muchos de los servicios médicos en esa moneda porque lo que ofrezco es importado y mis contactos en el extranjero lo tienen que comprar en divisas", concluye. "No puedo poner vacunas en moneda nacional porque eso solo me da pérdidas".

La norma entre estos emprendedores es "nunca responder al interesado con el precio en un mensaje público porque eso deja rastro", añade el veterinario. "Todo el acuerdo debe hacerse por mensajería privada porque luego solo es la palabra del cliente contra la mía pero no es lo mismo que todo el que quiera pueda ver lo que intercambiamos".

Ocultar los precios no es solo una práctica de los comerciantes particulares. Empresas estatales o mixtas, como Havanatur y Cubatur con frecuencia promocionan paquetes turísticos para clientes nacionales sin aclarar el monto por persona o grupo. Mientras las ofertas destinadas al mercado internacional sí gozan de transparencia, para los cubanos no son tan claras.

"¿Cuánto cuesta la habitación doble con todo incluido?", indagaba esta semana una cliente de la página de Facebook de Cubatur que reclamaba que se dijeran los precios de un paquete turístico a Cayo Largo del Sur. "Llame al 45-614405", respondió el administrador de la cuenta. "Pero por qué tengo que llamar. ¿No pueden publicar aquí lo que cuesta?", añadió con malestar la internauta.

La indefensión del cliente ante el secretismo de los precios se vuelve más dramática cuando los montos alcanzan las tres o cuatro cifras. "Paquetes a Guyana, Managua y Surinam. Precios competitivos", reza una publicidad en uno de los tantos grupos de Facebook que promueve ese tipo de viajes de compras o con motivos migratorios. Basta que alguien indague sobre los detalles para que invariablemente reciba la esperada respuesta "los precios al privado".

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