La prensa oficial descubre de repente la situación desastrosa de la vivienda en Cuba

Construcción

El diario 'Granma' dedica un reportaje a la ínfima producción de material de construcción y apela a la "sensibilidad del Gobierno" para atender las necesidades apremiantes de la población

Materiales de construcción a las afueras de un inmueble en La Habana. (14ymedio)
Los pocos materiales de construcción que hay en La Habana son de privados. / 14ymedio
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11 de septiembre 2025 - 08:38

Madrid/El problema del déficit de vivienda en Cuba se agrava con el paso del tiempo, que deteriora aún más lo que estaba en malas condiciones. Las autoridades cifran en 805.583 las viviendas necesarias en la Isla, de las cuales 398.364 deben rehabilitarse y 407.219, reconstruirse. En todo el año estaban previstos 3.069 subsidios para levantar células básicas habitacionales, pero solo se ha culminado el 3% y, en la capital, hay un acumulado de 7.972 pendientes.

Estos y otros catastróficos indicadores aparecen en un reportaje publicado este jueves por Granma en el que el diario del Partido Comunista no se contiene a la hora de describir las penalidades en que viven muchas personas. El mero ejemplo con que abre la nota es ilustrativo, ya que se trata de Marta, una mujer que espera poder arreglar su casa –arrasada por el huracán Rafael en 2024– mientras le da cobijo su cuñada. Años atrás, su hermana había pasado por lo mismo, y aunque su caso fue priorizado porque sufría una enfermedad, recibió 56.000 pesos en 2020 y murió en 2024 sin poder ver su hogar reparado.

El problema de Marta –cuyos “muebles se pudren y su hogar es albergue para ratas”– es el mismo que afecta a todo el país: No hay materiales para construir. Hasta el punto de que, revela el reportaje, “en La Habana gran parte del suministro de la producción de materiales es sostenida por formas no estatales de gestión”. Granma llamó a más de diez rastros de la capital y solo dos atendieron, a uno no llegan productos desde 2023, mientras que en el otro solo hay áridos, una vez al mes y en no muy buenas condiciones.

“En La Habana gran parte del suministro de la producción de materiales es sostenida por formas no estatales de gestión”

La nota da buena cuenta de la legislación que afecta al programa de subsidios para la vivienda, con prioridad para los casos de afectados por catástrofes naturales o personas vulnerables. Sin embargo, ante la falta de materiales de nada sirve ese dinero que, además, no solo tarda frecuentemente en llegar, sino que la inflación y la dolarización han reducido a la nada. 

Desde que en 2012 se aprobó el reglamento, 155.077 subsidios han sido concedidos y 129.150 se han materializado, pero quedan 25.927 a la espera y la nota no detalla a cuántos años corresponde tan elevada cifra. “Lo correcto es que la persona, aproximadamente en cuatro meses, comience a ejecutar la obra, pero al no existir los recursos, el proceso se retrasa”, indica Yoanky Ultra González, director de Vivienda en La Habana, una de las urbes con peor situación, por su mal estado constructivo y la densidad de población. 

Elder Nápoles Ávila, jefe de grupo de Trámites de la Oficina Provincial de la Vivienda en la capital, explica que tras el Ordenamiento se tomaron medidas para adecuar los subsidios concedidos y se reformularon los precios de los materiales, aún así, los precios siguen estando imposibles. Y eso, cuando hay producto. “Antes del ordenamiento monetario, los subsidiados podían comprar en las tiendas en divisas, pero ahora el valor del dólar afecta el presupuesto y limita la terminación de obras”, añade.

Granma ha consultado con arquitectos para elaborar el reportaje, pero la principal conclusión no exige especialización alguna: con la industria en el estado en que está, es imposible construir. “El déficit de energía, la inestabilidad en el voltaje que paraliza las plantas de cemento, la obsolescencia tecnológica y las limitaciones en inversiones extranjeras repercuten en la escasez de materias primas y la baja productividad”, admite Maidel Leticia González González, directora general de Materiales en el Ministerio de la Construcción.

De esta calamitosa situación es vivo ejemplo Villa Clara, una provincia a la que Granma dedica un apartado propio por el descalabro que sufre su industria. Los datos hablan por sí solos: en 2020 se produjeron más de dos millones de bloques, unas 6.000 mesetas de fregaderos y 1,5 millones de ladrillos. Este 2025, hasta mayo, no se fabricó ni un solo bloque, ni ninguna meseta, mientras los ladrillos se quedaron en 542.000.

En idéntica situación se encuentran las tres plantas de asfalto de la provincia, que tienen una capacidad de producción de 3.000 toneladas mensuales y, en todo lo que va de año, ha hecho 3.515, lo que mantiene las carreteras repletas de baches. Origen y consecuencia de estos problemas, el sector ha perdido a más de 300 obreros altamente capacitados en Villa Clara.

Aunque Granma recuerda que se utilizan materiales “endógenos” –un plan propuesto por el Ministerio de la Construcción en 2023 para usar arcilla en el país, dejando el mármol para la exportación–, no deja de señalar que es una solución local “y de pequeña escala”. 

En el texto solo hay una provincia que parece haber aprendido a enfrentar los embates de la climatología y la incapacidad de las autoridades para resolver el problema de la vivienda: Guantánamo

En el texto solo hay una provincia que parece haber aprendido a enfrentar los embates de la climatología y la incapacidad de las autoridades para resolver el problema de la vivienda: Guantánamo, que ha tenido que hacerlo a base de golpes. Afectada por grandes huracanes, incluyendo Matthew y Oscar en los últimos años, las poblaciones del extremo oriental de la Isla mantienen a raya el programa. 

De las 535 viviendas que tenían que construirse al inicio del plan de construcción mediante subsidios, apenas hay siete pendientes en la ciudad cabecera. En toda la provincia, la cosa va más lenta, de las 4.191 células básicas que se han aprobado desde 2012, hay 3.312 concluidas. Maisí, Baracoa, Imías y San Antonio del Sur, son las que recibieron mayores dividendos. 

A la fuerza, esa región ha dedicado todos sus esfuerzos al sector, con hitos como los dos grandes centros productores –con ocho prensas cada uno para elementos de piso–, los 63 hornos con que se elaboran 6,5 millones de ladrillos –de arcilla local– y otros productos de cerámica y las 42 mini industrias que elaboran distintos elementos.  

Pese a todo ello, admite Granma, “tiene deudas con su fondo habitacional” por “la limitada disponibilidad de cemento y acero”. “Repensar este programa, que revela el interés y la sensibilidad del Gobierno cubano con quienes lo perdieron todo... o están a punto de hacerlo, en un contexto de crisis atizada por la inflación, es una urgencia”, concluye.

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