El régimen cubano pone en alquiler la Tribuna Antiimperialista en La Habana

Cuba

Se vende el altar del “¡Patria o Muerte!”, vitrina de la fidelidad ideológica

La publicación aparece en la sección de “contenido patrocinado”, y con precios muy concretos.
La publicación aparece en la sección de “contenido patrocinado”, y con precios muy concretos. / Cubadebate
14ymedio

12 de mayo 2025 - 13:43

La Habana/Una nueva etapa se abre para la Tribuna Antiimperialista José Martí, ubicada justo frente a la Embajada de EE UU en La Habana. De ser un “bastión insigne” surgido en el fragor de la Batalla de Ideas –a inicios de este siglo–, la instalación ahora “se coloca a disposición de personas jurídicas y naturales” para el alquiler de salones, espacios techados y áreas a cielo abierto. Según el anuncio publicado por Cubadebate, la medida busca “sostener el legado de sus principios fundacionales”. 

Junto al otrora Monte de las Banderas, el “protestódromo” de 14.040 metros cuadrados “se place en abrir sus ‘puertas’ a las actualizaciones normativas de la política económica”, según palabras del aviso. Se rentarán sus espacios para eventos culturales, políticos, deportivos, educativos y “similares”, aunque no se aclara si esto incluye fiestas privadas, bodas, o celebraciones de quinceañeras revolucionarias. 

Pero el paquete estrella es el espacio a cielo abierto entre los salones, con capacidad para 120 personas y con vista panorámica al “enemigo histórico”

La publicación aparece en la sección de “contenido patrocinado”, y con precios muy concretos: el alquiler del salón climatizado con capacidad para 100 personas y dimensiones de 15 x 40 metros, costará 13.741 pesos con 29 centavos por día. Un precio casi módico, si se considera que promete –a diferencia del resto del país– agua y electricidad garantizadas las 24 horas. Otra opción, más íntima y mejor equipada, rondará los 15.000 pesos. Pero el paquete estrella es el espacio a cielo abierto entre los salones, con capacidad para 120 personas y con vista panorámica al “enemigo histórico”: la Embajada estadounidense. Ese rincón cuesta 28.000 CUP por noche, ideal para quienes sueñen con brindar frente al imperio. 

Aunque la publicación fue borrada del sitio, varios usuarios tuvieron tiempo de tomar capturas de pantalla.
Aunque la publicación fue borrada del sitio, varios usuarios tuvieron tiempo de tomar capturas de pantalla. / Captura/Cubadebate

La historia de la Tribuna se remonta al año 2000, como reacción a la llamada “guerra de carteles”. La Oficina de Intereses de EE UU –que operaba como embajada de facto– instaló en su fachada mensajes electrónicos dirigidos a los cubanos, con frases sobre democracia, derechos humanos y libertad. Esos letreros con luces led iluminaron el Malecón durante semanas, provocando una respuesta rápida y teatral del Gobierno cubano. 

El 3 de abril de ese año, Fidel Castro inauguró la Tribuna Antiimperialista José Martí justo enfrente, presentándola como “un muro moral” contra el imperialismo. Desde entonces, el lugar acogió conciertos, mítines políticos, actos escolares, vigilias, desfiles de antorchas y otras manifestaciones del fervor revolucionario, muchas veces con asistencia obligatoria para estudiantes, trabajadores y militares. 

Con el tiempo, la tribuna se consolidó como un escudo simbólico, acústico y visual ante los mensajes del adversario. La puesta en escena fue en aumento: grandes banderas negras con estrellas blancas cubrieron durante años la vista directa a la sede diplomática. 

Desde ese mismo podio Fidel Castro gritó más de una vez que “los principios y la dignidad no están en venta”

Durante un cuarto de siglo, este sitio fue altar del discurso patriótico y vitrina de fidelidad ideológica. Sin embargo, la asfixia fiscal y las reformas económicas han llevado al régimen a monetizar incluso sus propios íconos. Así, la tribuna anticapitalista por excelencia se alquila por día, aunque desde ese mismo podio Fidel Castro gritara más de una vez que “los principios y la dignidad no están en venta”. 

En 2019 se comenzaron algunas modificaciones para construir dos edificios biplantas. Uno de los vecinos del lugar contó entonces a 14ymedio: "Aquí no informaron nada a nadie, un día nos levantamos y ahí estaban ellos dando mandarria para tumbar todo". Así mismo, uno de los trabajadores explicó: "Nosotros mismos estuvimos nueve días para levantar estas astas y ahora nos dijeron que teníamos que venir a derrumbarlas". 

A finales de febrero de 2025, causó indignación el uso del Capitolio Nacional para una fiesta del XXV Festival del Habano. La investigadora Rosa Marquetti escribió en sus redes: “¿Cómo hay que entender este sarao cuasi privado al pie de la estatua que representa la imagen de la Patria y junto a la Tumba del Mambí desconocido? ¿Qué nos están queriendo decir con esta obscenidad?”.

Aunque la Tribuna Antiimperialista no goza del mismo peso simbólico que el Capitolio, esta decisión de mercantilizar lo que ayer fue vitrina de la resistencia antiyanqui no pasará desapercibida. Convertir en salón de eventos lo que fue símbolo de confrontación ideológica es, como mínimo, una ironía de esta época: del “¡Patria o Muerte!” al “Disponible por jornada. Precios negociables”. 

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