Rumores de noviembre: lo que se dijo, lo que se temió y lo que terminó siendo cierto

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Las especulaciones incluyeron el juicio contra Alejandro Gil, la fiebre del Nilo, la prohibición del dólar y la siempre esperada destitución de Díaz-Canel

Alejandro Gil Fernández en una imagen de 2021, cuando era ministro de Economía y Planificación.
Alejandro Gil Fernández en una imagen de 2021, cuando era ministro de Economía y Planificación. / Radio Granma
14ymedio

05 de diciembre 2025 - 09:51

La Habana/Noviembre apenas trajo algo de frío en Cuba, pero sí una ventolera de rumores que soplaron con fuerza. No es solo que los cubanos sigan confiando en el boca a boca como una de sus principales vías informativas; es que, una y otra vez, las llamadas bolas terminan siendo mejores analistas políticos, económicos y sanitarios que todo el aparato propagandístico del Estado.

El gran protagonista del mes fue el ex ministro de Economía Alejandro Gil. La realización del juicio contra el funcionario, a puertas cerradas, provocó un terremoto de conjeturas: que si ya está sentenciado, que si la Fiscalía pedirá la pena de muerte, que si es un chivo expiatorio, que si detrás de su caída está tal o cual facción del Partido o de las Fuerzas Armadas. El hermetismo en torno al proceso solo alimentó la imaginería popular, que ya ve en el antiguo artífice de la Tarea Ordenamiento la diana perfecta para distraer la atención del desastre económico nacional. Si la intención era calmar los rumores, el secretismo los convirtió en un incendio.

Pero noviembre no se conformó solo con dramas judiciales. También se habló —y mucho— del virus de la fiebre del Nilo Occidental. La alarma corrió antes de que las autoridades emitieran comunicado alguno. Días después de que las redes sociales se llenaran de mensajes sobre su supuesta presencia en la Isla, el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, desmintió la noticia.

En redes, hilos de Telegram y grupos de WhatsApp, se multiplicaron las advertencias sobre pájaros muertos y la posible difusión de la gripe aviar

En redes, hilos de Telegram y grupos de WhatsApp, se multiplicaron las advertencias sobre pájaros muertos y la posible difusión de la gripe aviar en territorio cubano. Los reportes de mosquitos supuestamente "más agresivos" y de pacientes con síntomas aparentemente compatibles con la fiebre del Nilo también circularon ampliamente. El Ministerio de Salud, fiel a su estilo, pidió "calma" ante los reportes de numerosos fallecidos a consecuencia de los virus que se han extendido por la Isla. La calma, por supuesto, brilló por su ausencia.

En materia económica, los cuchicheos han tomado la delantera absoluta. Con los ataques del aparato oficial contra El Toque –culpándolo de todos los males del peso cubano– las especulaciones han alcanzado niveles olímpicos: que cerrarán los grupos informales de compra de divisas, que vienen detenciones masivas contra los cambistas ilegales y que volverán a prohibir la circulación del dólar. Muchas de estas ideas se avivaron cuando el Ministerio del Interior confirmó la detención de 13 personas acusadas de gestionar remesas fuera de los canales oficiales.  

La política cultural tampoco escapó a la temporada. Los rumores sobre Lis Cuesta y un supuesto escándalo de corrupción junto al ex ministro de Cultura Abel Prieto circularon ampliamente. Algo similar ocurrió con Fernando Rojas, viceministro de Cultura: los viejos tejemanejes de la Casa Canaria, publicados por 14ymedio en su momento, revivieron este mes acompañados de nuevas denuncias anónimas. Favores personales, remodelaciones pagadas con fondos públicos, desvío de dinero y uso privado de las instituciones estatales conforman un repertorio que, más que rumor, parece una secuela inevitable. En este caso, una carta firmada por figuras oficiales salió al paso a las acusaciones, dejando claro que ese tipo de bolas preocupan bastante por "allá arriba".

Tampoco faltaron los señalamientos sobre irregularidades con las donaciones destinadas a los damnificados del huracán Melissa. Desvío de recursos, productos vendidos en lugar de ser entregados gratuitamente, bultos incompletos y listas de beneficiarios manipuladas. Las historias se multiplican y, si bien algunas no pueden comprobarse, otras fueron denunciadas con nombre y apellido. La falta de transparencia en el reparto de ayudas humanitarias siempre ha sido terreno fértil para la desconfianza popular en la Isla.

Y como en toda temporada de rumores cubanos, no podía faltar la bola presidencial: que Díaz-Canel será destituido, que ya existe una operación política para sustituirlo, que Marrero está ganando terreno, que las Fuerzas Armadas han perdido la paciencia con “el puesto a dedo”… Nada nuevo, pero sí sintomático. En un país donde los cambios en el más alto nivel se anuncian solo después de ejecutarse, los cubanos vuelven a lo único que les queda: la suposición como brújula nacional.

Noviembre confirmó, una vez más, que en Cuba los chismes son una parte relevante del diagnóstico nacional. Frente al silencio oficial, la ciudadanía construye, a partir de los runrunes, su propio sistema de alerta temprana. Aunque muchas veces las autoridades se burlan de las habladurías, las leen, clasifican y, de vez en cuando, hasta intentan responderlas.

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