"Sí, están muriendo personas por culpa de este virus"

Cuba

El diario oficialista 'Girón' hace una descripción estremecedora de la situación en la provincia de Matanzas

Fumigación en Matanzas.
Fumigación en Matanzas. / Girón
Olea Gallardo

06 de octubre 2025 - 14:30

La Habana/“Esta enfermedad te ha hecho perder la noción del tiempo y hasta la lógica. Ya ni sabes cuántos días llevas tú, tu esposo o tu suegra con los síntomas, ni si esto es dengue, oropouche o chikungunya, ni cuándo se irán las secuelas, ni cuántos minutos hace que te levantaste de la cama, ni por dónde comenzó todo ni cuándo las autoridades supieron ni por qué tardaron tanto en actuar, o es que actuaron rápido y bien y no te enteraste porque ya no ves el noticiero por los apagones, ni tienes internet hasta que se cumpla el mes para poder hacer la próxima recarga”. El texto no es ningún reclamo colgado en Facebook por un anónimo o una declaración dada a un medio independiente, sino un artículo publicado este domingo en el periódico de Matanzas, Girón

La provincia se encuentra en una alerta epidemiológica sin precedentes desde la pandemia de covid-19, y el hecho de que aparezcan unas palabras así en un medio oficialista da la medida de la desesperación de sus habitantes.

La nota, firmada por Raúl Navarro González, habla no solamente de los síntomas (“has perdido el apetito, has perdido peso, has perdido fuerza en las manos y en las piernas, y los dolores terribles hacen que no quieras ni levantarte de la cama”) y del costo de los medicamentos en el mercado negro (“las sábanas ya no huelen a limpio y sí a la última fiebre que sudaste, al precio rancio del blíster de paracetamol, mezclado con el olor de la espiral que quemaste y con el del espray repelente de 10 USD que le rociaste por el cuerpo a tu hijo, con la esperanza -¡por Dios!- de que ningún mosquito lo infectara”). Y, también, de la sospecha de que el padecimiento no tenga que ver con el Aedes aegypti, transmisor del dengue, el chikungunya y el oropouche: “Quedarte sudando debajo del mosquitero no tiene sentido porque ya todos en la casa están infectados, y además es un lujo que no puedes permitirte”.

"Se te sale un lamento, una mala palabra, cuando logras despegarte del colchón y poner los pies en el piso"

La descripción es gráfica: “Se te sale un lamento, una mala palabra, cuando logras despegarte del colchón y poner los pies en el piso. Luego, cuando das el primer paso, se te salen dos lágrimas. Una, por el malestar del cuerpo. La otra más grande cae por el dolor en el alma, por el desamparo que sientes mientras vas por ese pasillo que sientes estrecho y oscuro como esta isla contagiada que habitas y amas”.

Los únicos elogios del texto son para los vecinos, muchos de los cuales “han pasado a saber cómo pueden ayudar”. Uno de ellos informó de que “por fin estaban recogiendo la basura en algunos barrios y que también estaban fumigando”, dice el autor, que concluye: “Esta enfermedad que padecemos deja en la boca un sabor a hierro demasiado amargo”.

El testimonio publicado en Girón es muy parecido al que ofrece a 14ymedio Annia Zamora, madre de la presa política Sissi Abascal y residente en el pequeño poblado de Carlos Rojas, en Matanzas. “La verdad es que no puedo describir lo que nosotros hemos pasado aquí en casa”, relata vía telefónica. “No podíamos levantarnos ni para dar un vaso de agua al otro en la otra cama. Esto ha sido muy doloroso, muy triste, nos ha afectado física y psicológicamente, yo misma no puedo ni caminar de los dolores y la inflamación que tengo en las piernas”.

La mujer, que lleva dos semanas, como muchos otros cubanos, acarreando una enfermedad a la que no pueden poner nombre porque no saben qué es, sí está segura de una cosa: “el régimen miente descaradamente”. Su relato ofrece un panorama sanitario sin paliativos: “Sí están muriendo personas por culpa de este virus”.

"No se pasa igual, hay personas que lo están pasando mucho peor, es algo extraño que nunca habíamos visto"

En cuanto a los síntomas, corrobora: dolores musculares que impiden incluso caminar –“se engarrotan las manos y los pies”–, fiebre que llega a 40 grados, vómitos, diarreas… “No se pasa igual, hay personas que lo están pasando mucho peor, es algo extraño que nunca habíamos visto”.

Zamora asevera que, lejos de solucionarse, la situación sigue empeorando. Los hospitales y los policlínicos no dan abasto, y no hay medicinas. “En este momento yo tengo un familiar ingresado en el hospital pediátrico de la ciudad de Matanzas, lo tenían en el pasillo en una camilla, porque el hospital está colapsado por completo”, denuncia. “Todo el medicamento que puede tomar un enfermo es porque lo busca en el mercado negro o una persona se lo regala, porque en las farmacias no hay nada. Ni en los hospitales hay Duralgina para ponerle a un niño cuando llega con 39 de fiebre”.

Para la activista, se trata de una situación “increíble”, pero más inverosímil aún le parece “la facilidad con la que el régimen miente”: “No se recoge basura, no se fumiga, todo es una mentira”.

Sus palabras contradicen el anuncio de las autoridades, que este sábado aseguraron haber incrementado la “lucha antivectorial”, es decir la fumigación contra el mosquito Aedes aegypti, y que “todos los municipios tienen más organización”. En una nota publicada en Granma, el director provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Matanzas, Andrés Lamas Acevedo, explica que en la provincia hay transmisión de dengue en 12 municipios –todos excepto Ciénaga de Zapata– y que también “está certificada” la transmisión de chikungunya.

"Se propaga de persona a persona, por el aire, el ambiente, algo pasa y está a otro nivel"

De igual manera, afirmó que la prioridad es “la vigilancia activa y el enfrentamiento al dengue”, que, al contrario que el chikungunya, sí puede tener un desenlace fatal, aunque no informó de que hubiera habido fallecidos en el territorio. El cuadro clínico del chikungunya, refirió, “es muy aparatoso”, pero “las personas no van a la gravedad o la muerte por ello”.

Ahora bien, sí advirtió que el chikungunya puede estar “concomitando” con dengue en una misma persona, así que anima a acudir al servicio de Salud “para que el médico evalúe la conducta a seguir”, porque, aleccionó, “no podemos automedicarnos”.

Nada mencionó de los testimonios que se han venido multiplicando en los últimos días, muchos de ellos recogidos por 14ymedio, que aluden a la imposibilidad de un diagnóstico certero por la ausencia de reactivos. Desde la misma Matanzas, Miguel Alejandro Guerra Domínguez, médico y víctima de la escasez en el Hospital Territorial de Cárdenas, denunció en sus redes sociales que no le habían realizado los exámenes requeridos para la evolución y seguimiento de su enfermedad. “Un hospital que no garantiza lo básico para el diagnóstico y seguimiento del dengue está fallando gravemente a su población”, dijo en su página de Facebook. 

Los más de 700 comentarios dejados por los usuarios en la publicación de Girón en redes reafirman la gravedad de la situación y abundan en las sospechas generalizadas. Uno de ellos, incluso se sorprende de que un diario oficialista ofrezca un texto así: “El periódico Girón tiene un olor a 14ymedio”, expresa con sorna Yobanis Herrera.

"Hace 21 días me empezó y lo hizo por dolor en las manos y el cuello, luego se extendió y vino fiebre alta, picazón, falta de apetito"

Maritza Catalina Rodríguez, por su parte, aventura: “Yo en mi humilde opinión no creo que sea mosquito, me voy más por una enfermedad como la rubéola, paperas, sarampión, enfermedades contagiosas y de muy rápida propagación”. Con ella concuerdan muchos otros comentaristas, como Jeny Dacal: “Estoy totalmente de acuerdo, se propaga de persona a persona, por el aire, el ambiente, algo pasa y está a otro nivel, es algo que ataca el sistema nervioso completo y da sensación de casi morir, a mi me dio y tengo 34 años y pensé que moría, hablar me costaba trabajo, sentía que se me iba el alma, es sumamente desagradable. Esto no es por el mosquito, de eso estoy segura”.

Las respuestas no son solo de matanceros, sino de residentes en Cienfuegos, Ciego de Ávila, Villa Clara, Guantánamo, La Habana y otras provincias. Varios de los usuarios aluden a que puede ser escarlatina, enfermedad de la que, asegura el comunicador José Luis Tan Estrada, se están registrando casos en Camagüey.

Sin saber a ciencia cierta qué es lo que los ataca, los enfermos solo pueden describir los síntomas, similares entre ellos: “Hace 21 días me empezó y lo hizo por dolor en las manos y el cuello, luego se extendió y vino fiebre alta, picazón, falta de apetito. Actualmente me levanto antes de hora con el cuello recto, sin agarre, sin exprimir. Los dolores en las piernas se agudizan con los problemas circulatorios. No sé hasta cuando, no puedo seguir tomando paracetamol. ¿Será crónico?”, se pregunta Adelfa García, desde Matanzas.

Algunos otros aluden a la dureza con que golpeó esa misma provincia la pandemia de covid-19 hace más de cuatro años. La situación llegó al límite entre junio y julio de 2021, justamente en los días previos a las manifestaciones del 11J, en las que participaron masivamente los matanceros y que fueron especialmente intensas en el municipio de Cárdenas.

Hildolidia Martell resumía así el estado de la cuestión en su comentario: “En mi cuadra hemos sufrido y aún padeciendo el virus todos. Pero que esperaban con la insalubridad y las carencias en que estamos sobreviviendo, bueno si a esto se le puede llamar sobrevivir. Ayer cuando regresaba del policlínico un señor me dijo: Señora estamos muertos y no nos hemos dado cuenta’. No, aún respiramos, le contesté. Me miró muy serio y me replicó: ‘Somos muertos que respiramos’”.

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