El tamaño de los camiones blindados de Trasval crece con la inflación

La Habana/Concha es calle de almendrones, de bicitaxistas que pedalean bajo el sol y de patrullas policiales que vigilan a los vendedores ambulantes. Pero de vez en cuando algún vehículo rompe la monotonía de los Chevrolet, los triciclos eléctricos y los Geely de la fiana. Algunos días entre semana, un camión blindado de la empresa Transval irrumpe en esta avenida del municipio de Diez de Octubre y atrae las miradas y los cuchicheos. Parqueado este jueves frente al Banco Metropolitano, en la esquina con Fábrica, el tamaño del transporte de billetes avivaba los comentarios.

"Cada vez son más grandes por la inflación", aventuraba un transeúnte ante el aumento del tamaño de lo que una vez fueron camionetas de mediano porte destinadas a mover los depósitos entre bancos. De aquellos microbuses que su antecesora Sepsa, también controlada por los militares, extendió por la Isla a partir de la dolarización de 1993, se ha pasado a estas moles, que recuerdan a los camiones antimotines.

En ese tiempo, no solo ha crecido el volumen de la moneda nacional que deben trasladar, sino también el miedo a la ira popular

En ese tiempo, no solo ha crecido el volumen de la moneda nacional que deben trasladar, sino también el miedo a que la ira popular termine apedreando el vehículo o a que, en medio de la creciente inseguridad, los asaltantes se aprovechen para hacerle una encerrona.

Si las billeteras de los cubanos han tenido que multiplicar su tamaño ante el aumento de los precios, el traslado de billetes, para rellenar los cajeros o pagar las pensiones, va por el mismo camino. La metáfora de que para comer en un restaurante habanero hay que llevar "un carretilla de dinero" parece encontrar en el enorme camión de color gris su expresión más acabada y real. Detrás del vehículo, un carro de servicios especializados le cuida las espaldas. Cualquiera que se atreva a protagonizar un robo, estilo hollywoodense contra el blindado tendrá, eso sí, que cargar con unas bolsas enormes donde sobran papeles y faltan valores.